32 32 primavera de 2004 6,50 € HOMENAJEARICARDOPORRO Juan Luis Morales Menocal ■ Eduardo Luis Rodríguez ■ Paolo Portoghesi ■ John Loomis ■ David Bigelman ■ Günther Feuerstein ■ François Barré ■ Ricardo Porro ADIÓSAJOAQUÍN Fefé ■ Lichi ■ Rapi CUBA : LOSRETOSDELFUTURO CLAUSOFFE Introducción ■ RAFAELROJAS Los nudos de la memoria ■ JOAQUÍNORDOQUIGARCÍA ElPartidoSocialistaPopular (1934- 1961) ysurelaciónconelgobiernodeCastro ■ HAROLDODILLA ALFONSO Elconsensoenretirada ■ LAURENCEWHITEHEAD Sobreel excepcionalismopolíticocubano ■ ANDREWARATO Cuba:¿dela excepciónalademocratización? ■ VELIACECILIABOBES Democracia eimaginariociudadano ■ MATÍASM . TRAVIESO - DÍAZ Reclamaciones pendientes sobre las expropiaciones ■ MANUELCUESTAMORÚA Institucionalidadpolíticaycambiodemocrático ■ BERTHOFFMANN ElconflictoconEstadosUnidos ■ PEDROMONREAL Cubaylaopción global ■ MAURICIODEMIRANDAPARRONDO Losproblemasdel desarrolloeconómicoylainsercióninternacional ■ FRANCISCOLEÓN Escenariosdeintegracióneconómicainternacional ■ JANUSZ LEWANDOWSKI Elmercadoenunaeconomíacentralizada ■ MITCHELL A . ORENSTEIN Conelprograma ■ LINOB . FERNÁNDEZ Loselementos delcambio ■ JORGEA . POMAR HacialaTerceraRepública ■ OSWALDO PAYÁ Mensaje a la Universidad de Humboldt ■ AGNESHELLER El lenguajedelalibertad ■ DAMIÁNFERNÁNDEZ Adiósalaexcepción, casi ■ ADAMMICHNIK Lalógicadelcompromiso ■ ELZBIETAMATYNIA Haciaunatransiciónnegociada TEXTUAL CARTADERECONOCIMIENTOALMOVIMIENTOCÍVICOCUBANO , DIRIGIDA ALCANCILLERARGENTINO , RAFAELBIELSA , YFIRMADAPORVARIOS INTELECTUALESDEESEPAÍS ■ MENSAJEDELOSESCRITORESCUBANOSencuentro DELACULTURACUBANA REVISTA■Homenaje a Ricardo Porro■ la fábrica de significados Juan Luis Morales Menocal • 5 Ricardo Porro ENTREVISTO por Juan Luis Morales ciudadano del mundo • 11 arquitectura con duende Eduardo Luis Rodríguez • 31 de la novedad expresiva al énfasis plástico Paolo Portoghesi • 37 proyecto de hotel para san sebastián John Loomis • 39 lieber meister David Bigelman • 49 la ciudad se hizo hombre Günther Feuerstein • 52 una lección de arquitectura François Barré • 55 enseñar en la habana Ricardo Porro • 57 ■Adiós a Joaquín■ joaquín ordoqui garcía • 61 la mirada de los diego Fefé, Lichi y Rapi • 63 sus amigos recuerdan • 76 ■Dossier■ Cuba: los retos del futuro introducción Claus Offe • 83 ¿Por qué Cuba es diferente? los nudos de la memoria Rafael Rojas • 88 el partido socialista popular (1934-1961) y su relación con el gobierno de castro Joaquín Ordoqui García • 102 el consenso en retirada Haroldo Dilla Alfonso • 116 sobre el excepcionalismo político cubano Laurence Whitehead • 127 cuba: ¿de la excepción a la democratización? Andrew Arato • 143 Las dificultades de la transición democracia e imaginario ciudadano Velia Cecilia Bobes • 152 Director Fundador Jesús Díaz † Directores Manuel Díaz Martínez Rafael Rojas Consejo de Redacción Elizabeth Burgos Pablo Díaz Espí Josefina de Diego Carlos Espinosa Joaquín Ordoqui García † Marifeli Pérez-Stable Antonio José Ponte Jefe de Redacción Luis Manuel García Edita Asociación Encuentro de la Cultura Cubana Infanta Mercedes 43, 1º A 28020 ■ Madrid Tel: 914250404 ■ Fax: 915717316 E-mail: asociacion@encuentro.net www.cubaencuentro.com Presidenta Annabelle Rodríguez Vicepresidenta Beatriz Bernal Dirección artística y diseño gráfico Carlos Caso encuentro de la cultura cubana es una publicación trimestral independiente que no representa ni está vinculada a ningún partido u organización política dentro ni fuera de Cuba. 32 primavera2004reclamaciones pendientes sobre las expropiaciones Matías M. Travieso-Díaz • 164 institucionalidad política y cambio democrático Manuel Cuesta Morúa • 173 el conflicto con estados unidos Bert Hoffmann • 178 La reforma económica cuba y la opción global Pedro Monreal • 188 los problemas del desarrollo económico y la inserción internacional Mauricio de Miranda Parrondo • 207 escenarios de integración económica internacional Francisco León • 222 el mercado en una economía centralizada Janusz Lewandowski • 234 con el programa Mitchell A. Orenstein • 241 Protagonistas los elementos del cambio Lino B. Fernández • 246 hacia la tercera república Jorge A. Pomar • 253 mensaje a la universidad de humboldt Oswaldo Payá • 258 Reflexiones el lenguaje de la libertad Agnes Heller • 262 adiós a la excepción, casi Damián Fernández • 268 la lógica del compromiso Adam Michnik • 271 hacia una transición negociada Elzbieta Matynia • 276 ■Textual■ carta de reconocimiento al movimiento cívico cubano... • 281 mensaje de los escritores cubanos • 283 ■Buena Letra■ 285 ■Cartas a Encuentro■ 313 ■La Isla en peso■ 315 colaboradores Carlos Alberto Aguilera ■ Eliseo Alberto ■ Rafael Alcides ■ Ramón Alejandro ■ Carlos Alfonzo † ■ Rafael Almanza ■ Eliseo Altunaga ■ Alberto F. Álvarez ■ Alejandro Anreus ■ Uva de Aragón ■ Andrew Arato ■ Helena Araújo ■ Jorge Luis Arcos ■ Alejandro Armengol ■ Gastón Baquero† ■ Carlos Barbáchano ■ Jesús J. Barquet ■ François Barré ■ Víctor Batista ■ José Bedia ■ Francisco Bedoya† ■ Eduardo C. Béjar ■ Antonio Benítez Rojo ■ David Bigelman ■ Marta Bizcarrondo ■ María Elena Blanco ■ Velia Cecilia Bobes ■ Rosa Ileana Boudet ■ Atilio Caballero ■ Madeline Cámara ■ Wilfredo Cancio ■ Jorge Castañeda ■ Mons. Carlos Manuel de Céspedes ■ Enrique Collazo ■ Luis Cruz Azaceta ■ Manuel Cuesta Morúa ■ Jorge Dávila ■ Cristóbal Díaz Ayala ■ Duanel Díaz Infante ■ Arcadio Díaz Quiñones ■ Néstor Díaz de Villegas ■ Constante «Rapi» Diego ■ Eliseo Diego† ■ Haroldo Dilla ■ Antonio Elorza ■ Magaly Espinosa ■ María Elena Espinosa ■ Norge Espinosa ■ Oscar Espinosa Chepe ■ Abilio Estévez ■ Tony Évora ■ Damián Fernández ■ José Hugo Fernández ■ Lino B. Fernández ■ Miguel Fernández ■ Ramón Fernández Larrea ■ Francisco Fernández Sarría ■ Joaquín Ferrer ■ Jorge Ferrer ■ Günter Feuerstein ■ Juan Carlos Flores ■ Leopoldo Fornés ■ Ileana Fuentes ■ Emilio García Montiel ■ Manuel García Verdecia ■ Flavio Garciandía ■ Florencio Gelabert ■ Lourdes Gil ■ Orlando Gómez González ■ Alejandro González Acosta ■ Roberto González Echevarría ■ Gustavo Guerrero ■ Wendy Guerra ■ Mariela A. Gutiérrez ■ Pedro Juan Gutiérrez ■ Agnes Heller ■ Bert Hoffmann ■ Emilio Ichikawa ■ Pedro de Jesús ■ Andrés Jorge ■ José Kozer ■ Julio Larraz ■ Francisco León ■ Glenda León ■ Ivette Leyva ■ Janusz Lewandowski ■ Soledad Loaeza ■ John Loomis ■ César López ■ Eduardo Manet ■ Raúl Martínez† ■ Rodolfo Martínez Sotomayor ■ Dennys Matos ■ Elzbieta Matynia ■ Carmelo Mesa-Lago ■ Adam Michnik ■ Julio E. Miranda† ■ Michael H. Miranda ■ Mauricio de Miranda ■ Alessandra Molina ■ Juan Antonio Molina ■ Pedro Monreal ■ Carlos Alberto Montaner ■ Juan Luis Morales ■ Gerardo Mosquera ■ Eusebio Mujal-León ■ Eduardo Muñoz Ordoqui ■ Adriana Novoa ■ Iván de la Nuez ■ Claus Offe ■ Carlos Olivares Baró ■ Mitchell A. Orenstein ■ Gregorio Ortega ■ Heberto Padilla† ■ Enrique Patterson ■ Mario Parajón ■ Ludolfo Paramio ■ Oswaldo Payá ■ Gina Pellón ■ Umberto Peña ■ Michel Perdomo ■ Ricardo Alberto Pérez ■ Marta María Pérez Bravo ■ Gustavo Pérez Firmat ■ Enrique Pineda Barnet ■ Jorge A. Pomar ■ Ricardo Porro ■ Ena Lucía Portela ■ Paolo Portoghesi ■ José Prats Sariol ■ Nicolás Quintana ■ Tania Quintero ■ Sergio Ramírez ■ Sandra Ramos ■ Alberto Recarte ■ Alejandro Ríos ■ Enrique del Risco ■ Miguel Rivero ■ Raúl Rivero ■ Eduardo Luis Rodríguez ■ Reina María Rodríguez ■ Guillermo Rodríguez Rivera ■ Efraín Rodríguez Santana ■ Martha Beatriz Roque ■ Christopher Sabatini ■ Enrique Saínz ■ Baruj Salinas ■ Miguel Ángel Sánchez ■ Tomás Sánchez ■ Osmar Sánchez Aguilera ■ Enrico Mario Santí ■ Fidel Sendagorta ■ Ignacio Sotelo ■ Ilán Stavans ■ Jaime Suchliki ■ Nivaria Tejera ■ Matías F. Travieso-Díaz ■ Amir Valle ■ Jorge Valls ■ Juan Carlos Valls ■ Aurelio de la Vega ■ Carlos Victoria ■ Fernando Villaverde ■ Alan West ■ Laurence Whitehead ■ Yoss (José Miguel Sánchez) ■ Rafael Zequeira corrección de textos Teresa de la Fuente impresión Navagraf, S.A., Madrid Ejemplar: 6,50 € / Ejemplar doble: 13 € Precio de suscripción anual: España: 26 € / Europa y África: 40 € América, Asia y Oceanía: $ 76.00 / 62 € No se aceptan domiciliaciones bancarias. D.L.: M-21412-1996 - ISSN: 1136-6389 Portada, contraportada e interior, Ricardo PorroHomenaje a Ricardo PorroVista de la Escuela de Danza Moderna. La Habana, Cuba. Arquitecto: Ricardo Porro, 1960-1964. Foto: Paolo Gasparini.5 –S i buscas un «profesor», aquí en cuba sólo te recomiendo a Antonio Quintana, que trabajó con los Morales antes de la Revolución; pero si buscas un «maes- tro», tendrás que ir a París a trabajar con Porro —profetizó mi padre en 1983, después de que gané el premio de estu- diantes de arquitectura de la Unión Internacional de Arqui- tectos con mi proyecto de diploma (en asociación con Rosendo Mesías) de la Escuela de Arquitectura de La Haba- na. A pesar de la propuesta de quedarme como profesor (algo que estuve haciendo durante mi último año de estu- dios) para decepción del decano de la facultad, decliné la proposición. Sentía que no tenía experiencia como arqui- tecto para poder transmitirla a un grupo de alumnos. «Sue- ñas con El Dorado», me reprochó él. Después de cinco años en la Escuela, yo lamentaba haber tenido muchos pro- fesores pero no «el maestro» que me mostrara la pasión por nuestra profesión. Me lancé a la vida profesional con unas ganas locas de crear y concebir un mundo diferente a lo que me quisie- ron mostrar en la Escuela y, sobre todo, a lo que se estada construyendo en nuestro país en esa época. Quintana me ayudó y aconsejó con rigor profesional como otros arqui- tectos en Cuba, pero ninguno me apasionó en esa dimen- sión de artista que irradian los maestros. La oportunidad de viajar a El Cairo a recibir el premio y el breve encuentro con el arquitecto egipcio Sarfati y su obra, me confirmó la existencia de lo que yo imaginaba, «un maestro». La arquitectura de los faraones, la musul- mana, la romana, la copta y la popular de ese increíble y milenario Egipto, me permitieron revalorizar tradiciones y significaciones que no me enseñaron en Cuba. De regreso a La Habana descubrí, a través de mis amigos pintores y del arquitecto Rafael Fornés (también artista y pintor), lo encuentro homenaje a ricardo porro La fábrica de significados Encuentro con Ricardo Juan Luis Morales Menocal Homenaje a Ricardo Porroque un gran cubano había llevado a límites insospechados e inéditos dentro de la arquitectura moderna: significaciones y tradiciones. Cuando volví a visitar las Escuelas de Artes Plásticas y de Danza Moderna en Cubanacán, la impresión tan fuerte que sentí estuvo limitada por mis esfuerzos en tratar de entender el porqué me ocultaron aquellas obras maes- tras que estaban en mi propia ciudad. La respuesta estaba en su creador, más que en la obra y sus significaciones. Ricardo, me dijeron, era «maestro», guía, pasión y artista de nuestra profe- sión. Cóctel explosivo para aquellos mediocres constructores que reinaban en el mundo de la arquitectura cubana de los últimos cuarenta años del siglo xx. La profecía de mi padre se cumplió cuando recibí la invitación de Ricardo, a principios de 1992, para trabajar en su taller de arquitectura en París: —Si logras llegar aquí, te doy trabajo y formación por tres meses. Esa primavera aterricé en Orly y Ricardo, por suerte, me fue a buscar. Yo tenía unas ganas locas de aprender, pero ni un kilo en el bolsillo. Después de tres días de zapatear París, unas ampollas enormes en los pies y unas largas y exquisitas conversaciones en casa de Helena y Ricardo, comen- cé a trabajar en su oficina. Durante esos primeros tres meses, participé en el proyecto ejecutivo del conjunto de 120 apartamentos en La Courneuve, al mismo tiempo que aprendía aceleradamente francés sobre la marcha. Fue una experiencia maravillosa. Se trabajaba duro, pero las discusiones sobre filosofía, arte, pintura, escultura, música y cultura en general, hacían que nos apasionáramos por lo que estábamos haciendo. En el corto tiempo de saborear un café Lavazza bien fuerte, volábamos sobre varios milenios de pensamiento para llegar a la definición de Arte, a la vez que dibujábamos planos con un elevado rigor técnico a partir de complejas formas tridimensionales, que recu- perábamos de las maquetas elaboradas previamente por Ricardo. Una visita con él a Dornach, en las afueras de Basilea, para descubrir el Goetheanum de Rudolph Steiner, y seguidamente el Centro de Arte de Vaduz, en Lichtens- tein, fue una de las primeras etapas de este fabuloso viaje iniciático. Al final de ese trimestre, Ricardo y su asociado Renaud de la Noue, me propusieron un puesto fijo como arquitecto. Desde 1992 hasta 1994, trabajé como proyectista y dibujante en la oficina del exótico Pasaje Brady, en el barrio X°de París. La actividad de la oficina era frenética y el grupo, aunque pequeño, muy unido: los franceses Jerome Auger, Alain Boudoin, el franco- inglés Neils Millet y yo, fuimos el núcleo principal del equipo de esa época. La gran mayoría de los proyectos y obras en que trabajamos, eran produc- to de candidaturas a concurso lanzadas por diferentes organismos del estado francés. Para mostrar lo variado de los proyectos de esta época mencionaré sólo algunos: Proyectos de gran escala urbana, como el parque urbano de la Haute Ille en Neully sur Marne; el concurso de la Renovación del Parque Zoológico de Vin- cennes, en París; el concurso para el plan urbano (10.000 habitantes) por la reconversión del cuartel Gouroud, de Soissons. Juan Luis Morales Menocal 6 encuentro homenaje a ricardo porro7 Diversos proyectos de arquitectura de nueva planta, como la escuela secundaria «Coronel Fabien», en la Courneuve (concurso ganado); el proyecto de un con- junto deportivo en Sotteville, en las afueras de Rouen; o la residencia universi- taria de 170 plazas en Cergy Pontoise, concurso ganado y construido también. Hubo en ese momento un proyecto raro que cayó en la oficina: la rehabili- tación del Tribunal Administrativo de París, en el antiguo Hotel d’Aumont (siglo xviii). Aunque, según creo, era la primera vez que Ricardo, acostum- brado a nuevas edificaciones, realizaba la remodelación en un edificio históri- co, y esto «no era su taza de té», se ganó el concurso. Para mí fue importante ver cómo él respetó los valores fundamentales del edificio por fuera, y en los interiores recreó la arquitectura con elegante liber- tad. Entiendo la resistencia de Ricardo a mostrar este proyecto, ya que fue difícil para él jugar con significados dentro de un marco tan imponente. Pero pienso que también fue una ocasión para él de entrar en una escala más pequeña del proyecto. Se diseñaron varios muebles para la biblioteca del Tri- bunal, que no se realizaron, pero esto lo motivó para diseñar y construir una preciosa lámpara en madera como mariposa calada, y las butacas El Padre, para las cuales hizo sus magistrales garabatos, que Teresa Ayuso se encargó de traducir primero en una pequeña maqueta que, después de sus sabias correc- ciones, ella transformó en planos a escala natural para el carpintero que las construyó. Ricardo les añadió las impresionantes caras en barro cocido que esculpió en su taller de la rue Vergniaud. El único proyecto de un cliente privado en esa época, que yo recuerde, fue el concurso de la sede para la Sociedad de Publicidad ddbNeedham Worldwi- de, en Saint Ouen. Esta vez fue la montaña mágica como símbolo exterior lo que Ricardo seleccionó. Fue el arquitecto francés Portzamparc quien ganó el concurso, aunque nunca se construyó (era muy popular el barrio para los dueños americanos). Cuando recibíamos la noticia de estar aceptados en un concurso, Ricardo explotaba de alegría infantil que convertía inmediatamente en estado de euforia creativa. Lo primero para él era una etapa de realización de numero- sos croquis y garabatos con lápiz sobre papel A4, que realizaba solo en su mesa. Siempre me pareció que buscaba formas que tenía en su archivo men- tal, almacenadas durante años de reflexión. Estos aparentes garabatos serían la base del futuro proyecto, y todavía me asombro de la fuerte semejanza de muchas de sus obras terminadas con estos croquis iniciales. Cuando tenía claras las formas del contenido o significaciones a seguir, comenzaba con Renaud y nosotros el acercamiento progresivo a las claves de la cultura y la identidad del sitio donde íbamos a proyectar. Él nos obligaba a analizar el drama colectivo o los problemas eternos del hombre que sentía- mos en aquel lugar. Todos teníamos que sumergirnos en el concepto, nunca nos trató como simples realizadores, aunque para todos era evidente que el proyecto conceptualmente era él(algo que para su socio Renaud ha sido difí- cil de llevar). La fábrica de significados encuentro homenaje a ricardo porroNext >