< Previousaporta legitimidad al proyecto chavista. Altamente agradecido a Chávez y a Venezuela por toda la ayuda prestada, el Gobierno cubano tiene que cuidar- se ante esta nueva dependencia, ya que si Chávez tuviera un serio tropiezo político, Cuba quedaría en la estacada, como sucedió tras la desintegración de la Unión Soviética 11 . Brasil es otro país que se ha convertido en un actor político de peso en relación a Cuba. Con la décima economía más importante del mundo (por encima de Rusia e India) y un pib que supera los us $ 1.500 trillones (más de la mitad del pib de toda Sudamérica), Brasil es una potencia mundial emer- gente, como puede observarse en el papel que ha desempeñado en el g - 20 , el g - 77 y el g - 8 + 5 , y dentro de la emergente arquitectura regional latinoameri- cana. Constituye uno de los pocos países de América Latina con un proyecto de desarrollo nacional lo suficientemente fuerte, y las elites e instituciones necesarias para ponerlo en práctica. Al afirmar su liderazgo, Brasil se ha convertido en un claro rival de Venezuela 12 . Mientras que Chávez utiliza un discurso nacionalista contra ee.uu. y adopta una estrategia económica basa- da en la exportación de petróleo, Brasil busca su integración en el mercado internacional y la apertura para sus productos en los mercados de los países industrializados avanzados. El presidente Lula realizó su primera visita a Cuba en septiembre de 2003 , pero no fue hasta una segunda visita, en enero de 2008 , poco después del traspaso de poder a Raúl Castro, cuando decidió impulsar las relacio- nes, declarando su deseo de que Brasil se convirtiera en el principal socio comercial de Cuba. A lo largo del año pasado, ambos países han firmado numerosos acuerdos. Los más importantes se centran en la modernización de la industria azucarera cubana, el sector de la biotecnología y la explora- ción de crudo en las costas cubanas. Brasil percibe en su política hacia Cuba una oportunidad para ejercer el liderazgo regional, mientras consoli- da su posición en un país que podría eventualmente servir de plataforma para exportar a ee.uu. Brasil aboga por el levantamiento del embargo nor- teamericano a Cuba y por una nueva política estadounidense hacia Latinoa- mérica, pero, como demostró Lula durante su reunión con el presidente Obama en marzo de 2009 , no tiene una postura de hostigamiento hacia ee.uu. , sino que está negociando para convertirse en uno de sus socios más importantes, especialmente en temas energéticos. No está enteramente claro cuál es el papel al que aspira Brasil en el contencioso cubano-norteamerica- no, si el de mero facilitador o algo más ambicioso. En relación con la políti- ca brasileña hacia Cuba, varias cosas pueden estar en juego. Un éxito en este terreno podría favorecer un acuerdo con ee.uu. sobre temas más estra- tégicos e incidir positivamente en su creciente rivalidad con Venezuela. Incluso es posible que la política brasileña contribuya a que el Gobierno cubano disminuya sus vínculos con Venezuela. Si bien es verdad que Venezuela ofrece a La Habana el salvavidas del petróleo y que Chávez se presenta como el heredero ideológico natural de Fidel Castro, la relación con Brasil brinda otras ventajas al Gobierno cubano. Entre ellas, la diversificación de sus relaciones y la oportunidad de desarrollar vínculos con un jugador internacional más relevante, con el peso suficiente CUBA EN LA NUEVA GEOPOLÍTICA DOSSIER 28 encuentro29 para llevar a Cuba a «clubes» a los que, de lo contrario, no sería invitada. Este «poder blando» brasileño nunca fue más evidente que en diciembre de 2008 , cuando el presidente Lula da Silva presidió simultáneamente cuatro cumbres (incluyendo la reunión del Grupo de Río) y anunció la creación de varios organismos, entre ellos el Consejo Sudamericano de Defensa y el Con- sejo Sudamericano de la Salud, y la organización de una próxima Cumbre de América Latina y el Caribe ( calc ). Ninguna de estas reuniones incluyó a ee.uu. , Canadá o a estados de la Unión Europea ni a sus representantes 13 . La cumbre del Grupo de Río marcó la ocasión para el regreso de Cuba a un organismo hemisférico importante y, efectivamente, puso sobre el tapete la readmisión de Cuba en la Organización de Estados Americanos ( oea ). Aun- que no queda claro si Cuba está interesada en reingresar en la oea , pues el costo puede ser mayor que la recompensa. La prueba definitiva de que se ha reducido el aislamiento de Cuba ha sido el mejoramiento de sus relaciones con México, país íntimamente ligado a ee.uu. y cuyo presidente, Felipe Calderón, fue el primer jefe de Estado extranjero en reunirse con el nuevo presidente Barack Obama. Las relacio- nes bilaterales con Cuba tocaron fondo durante el Gobierno de su antece- sor, Vicente Fox, pero han mejorado significativamente con Calderón. Si bien Calderón no ha querido ser la excepción en el giro rotundo de los paí- ses hemisféricos en relación con Cuba, su principal motivación para norma- lizar las relaciones es controlar el flujo de la inmigración ilegal cubana. La creciente eficacia de la Guardia Costera norteamericana en impedir el des- embarco de balseros y otros inmigrantes en ee.uu. ha desviado la casi totali- dad de este tráfico hacia México. El notable incremento de inmigrantes ilega- les cubanos se confirma por los cerca de 11.000 detenidos en México en 2007 mientras intentaban llegar a ee.uu. A ello se suma la vinculación de esta inmigración ilegal con violentos cárteles de la droga y del tráfico humano. Mientras se reduce sensiblemente el aislamiento cubano, el Gobierno y el régimen de la Isla son incapaces de resolver la profunda y permanente crisis económica. Una crisis sistémica, ya que ni créditos ni inversiones extranje- ras han logrado resolver la atrofia productiva. Hay quienes piensan que, de confirmarse, la presencia de grandes yacimientos petroleros cerca de las costas cubanas resolvería de manera definitiva la permanente vulnerabili- dad económica del país. Es posible, pero dudoso, y ahí tenemos la experien- cia de muchas otras petroeconomías. El economista Pedro Monreal ha comentado que es necesaria «una vasta y profunda reestructuración que ponga ‘patas arriba’ el estado de cosas existente» 14 , pero no existen eviden- cias de que Raúl Castro tenga la intención de emprender una tarea de tal envergadura. El segundo desafío que enfrentan los gobernantes en la Isla es político. Se ha producido una sucesión exitosa, pero, quiérase o no, se está aproximando el final del castrismo. Es un proceso largo y tortuoso, pero no hay duda de que cuando ambos hermanos (y la generación de la Sierra) hayan desaparecido del escenario, difícilmente se mantendrá la situación actual y el estilo castrista de llevar la política como una «guerra por otros medios». Surgirá entonces un nuevo equilibrio entre los sectores en el poder y entre las far y el Partido Comunista, se harán patentes discrepancias DOSSIER CUBA EN LA NUEVA GEOPOLÍTICA encuentrosobre las políticas a seguir y puede que, incluso, la política se «normalice». La integración de Cuba en América Latina y una postura norteamericana menos hostil podrían alentar estas tendencias. No sabemos con exactitud cuál será el ritmo y el eventual alcance de los cambios en Cuba, pero sí que se están incubando. ¿Qué papel desempeña- rán los actores externos y, en particular, ee.uu. , en este proceso? Algo más de cien años después de su independencia formal y 50 años des- pués de la Revolución que se propuso romper con el pasado, la nación cuba- na no ha sabido cómo implementar un modelo de desarrollo integral que asegure el consenso nacional, en el contexto de una sociedad inclusiva, con mecanismos que generen riqueza económica y otros que aseguren su distri- bución equitativa, al mismo tiempo que se respeten los derechos y las liber- tades personales. Ninguno de los regímenes políticos que Cuba ha conocido en su historia ha sabido establecer los equilibrios que permitan la realiza- ción de este sueño. La verdadera construcción de un país, de una comuni- dad nacional integradora y no excluyente, sigue siendo la gran asignatura pendiente de Cuba. En esa empresa los actores externos tienen un papel más bien limitado. Su tarea, por así decirlo, es facilitar que Cuba sea Cuba, que sean los cubanos los arquitectos de su propio futuro. En ese sentido, el futuro y la dirección de los cambios está y debería estar fundamentalmente en manos de los cubanos que viven y han vivido en la Isla. Son ellos los que han vivido con particular intensidad los últimos 50 años de historia nacio- nal. Son ellos los que saben lo que funciona y lo que no funciona en la Cuba de hoy, qué se debería mantener y qué se debería cambiar. Ellos son los que tendrán que soportar, para bien y para mal, las consecuencias de las deci- siones tomadas y de los cambios producidos. De la misma manera, será su participación y adhesión a cualquier proceso de cambio lo que le dará legiti- midad y sustento a éste. La aparente inmovilidad e inmutabilidad tanto del régimen cubano como de la política norteamericana hacia la Isla contrastan con los vientos de cam- bio que atraviesan el mundo. Entre estos vientos está la llegada de la Admi- nistración de Barack Obama al poder y el impulso dado por el nuevo presi- dente para revisar la política hacia Cuba. Aun cuando la importancia del tema cubano no puede compararse con los grandes desafíos que su Gobierno enfrenta en distintas partes del mundo, las decisiones de Obama respecto a Cuba nos darán una buena idea de cuáles son sus prioridades. Por ejemplo, su política hacia Cuba nos dirá si la «promoción de la democracia» sigue siendo un aspecto importante de la política exterior norteamericana. Éste es un debate que se está dando en la capital norteamericana. Para algunos, no es más que una nueva edición de la eterna disputa entre «realistas» e «idea- listas» dentro de la elite norteamericana, entre las visiones de un Henry Kis- singer y las de un Woodrow Wilson. Efectivamente, algo de eso hay. Pero también está claro que, en estos momentos de crisis y transformación inter- nacional, hay un elemento novedoso: las elites y la sociedad norteamerica- na están debatiendo cómo adaptarse a un mundo crecientemente multipo- lar y cómo defender mejor sus ideas y valores en un mundo donde el poder norteamericano ha disminuido y el número de autocracias consolidadas y CUBA EN LA NUEVA GEOPOLÍTICA DOSSIER 30 encuentro31 con significativo peso internacional ha aumentado 15 . El modo en que la Administración de Obama responda al tema cubano también nos dará una idea de cómo pretende ejercer ee.uu. su liderazgo en el hemisferio. Asimis- mo, aunque Cuba no tenga la misma importancia que hace dos o tres déca- das, lo que ocurra en la Isla, tanto el tipo de gobierno que surja en el poscas- trismo como el papel que juegue ee.uu. en esa evolución, repercutirá a nivel continental. Algo parecido ocurre con el tema de la democracia. Al tratar el tema cubano, muchos países latinoamericanos han olvidado la Declaración de Santiago( 1991 ), con su imperativo de «promover la democracia represen- tativa como condición indispensable para la estabilidad, la paz y el desarro- llo de la región», o la Carta Democrática Interamericana( 2001 ), que en su Artículo 1 insiste en que «Los pueblos de América tienen derecho a la demo- cracia, y sus Gobiernos, la obligación de promoverla y defenderla». Esto no quiere decir que la democracia se haya convertido en un asunto menor. El tema es cómo promover e impulsar mejor su realización. Durante su campaña presidencial, Barack Obama prometió levantar las restricciones a los viajes de familiares y las remesas impuestas por la adminis- tración de Bush. Poco después de su elección, dijo que levantaría el embargo si el régimen cubano «comenzaba una apertura de Cuba hacia cambios demo- cráticos significativos» 16 , y días antes de asumir el poder, dijo que estaba «abierto» a «conversaciones» con Cuba si La Habana también estuviera «dis- puesta a desarrollar seriamente las libertades personales» 17 . En lo que clara- mente fue un intento de sentar posición ante el posible inicio de conversacio- nes con el Gobierno cubano, la futura secretaria de Estado, Hillary Clinton, fue más explícita. En unas declaraciones que merecen ser citadas en su totali- dad, dijo: «Nuestra política se enfoca principalmente hacia la libertad del pueblo cubano y llevar la democracia a la isla de Cuba (…) Esperamos que el régimen en Cuba, tanto Fidel como Raúl Castro, vean a esta Administración como una oportunidad de variar algunas de sus típicas actitudes. Suelten a esos presos políticos. Estén dispuestos a abrir la economía y a levantar algu- nas de las restricciones opresivas sobre el pueblo de Cuba. Y pienso que [así] verían que existe una oportunidad que podría ser explotada» 18 . No sabemos cómo estas palabras —que combinan una reiteración de principios pero que no reclaman un cambio de régimen e incluyen una clara oferta de negociación— han sido interpretadas y recibidas por las autorida- des cubanas, pero es de suponer que los dos Gobiernos han estado en con- tacto, directamente o a través de discretos terceros, como los Gobiernos de Brasil, España, o el mismo Vaticano. Han aparecido algunas evaluaciones: «Ha levantado esperanzas excesivas… [pero] es un hombre honesto… [no obstante] un hombre sincero no puede cambiar los destinos de un país», dijo Raúl Castro acerca de Obama y ofreció reunirse con él 19 . Fidel Castro tam- bién ha ofrecido sus apreciaciones, alternando entre el sarcasmo y la conci- liación 20 . Cabrían dos observaciones. Primero, que las autoridades cubanas reconocen en Barack Obama un contrincante complicado, quizás el más difí- cil de los presidentes norteamericanos con los cuales les ha tocado interac- tuar. En primer lugar, está su credibilidad personal y su historial de vida. Es una cara fresca que hizo del cambio su mantra político. Esto resuena (quizás DOSSIER CUBA EN LA NUEVA GEOPOLÍTICA encuentrono en los noticieros oficiales, pero sí por vía de «radio bemba») ante una sociedad que ha vivido asfixiada por la revolución permanente, pero donde nunca cambia nada y los mismos de siempre están en el poder. También resuena que Obama no es hijo de papá, del privilegio, y que el tener un padre africano no le impidió llegar a la Casa Blanca. Tampoco pasará inad- vertido entre muchos cubanos el hecho de que en su país los principales líderes son blancos, cuando la gran mayoría de la población es negra o mulata. Obama también es peligroso porque representa un cambio de acti- tud por parte de ee.uu. No abandona los principios, pero sí propone diálo- go. «Estamos dispuestos a tender la mano si ustedes abren el puño», dijo cuando tomó posesión 21 , lo cual es una postura que le mueve el piso a los que prefieren ver sus posiciones reforzadas por la confrontación. Estamos todavía al inicio de la presidencia de Barack Obama. Sin duda, el presidente y sus principales asesores entienden que el tema cubano, ade- más de ser complicado y contener aspectos tanto de política exterior como de política interna, es altamente combustible; tanto, que no ha habido pre- sidente estadounidense desde 1959 que no se haya quemado con el proble- ma. A esta andadura histórica hay que sumarle la cautela que parece ser característica del nuevo presidente. Refiriéndose a las reformas económi- cas, pero en un comentario fácilmente extendible a la situación del régimen, el jefe de la inteligencia norteamericana, almirante Dennis Blair, expresó el punto de partida de la nueva Administración: «Con casi total seguridad, Raúl Castro continuará avanzando cautelosamente (…) con el propósito de mantener el consenso dentro de la elite y de prevenir que las expectativas públicas se eleven más allá de lo que él quiere o puede entregar». En las circunstancias actuales y tomando en cuenta que los veteranos de la Sierra todavía mandan, está bastante claro que el régimen cubano no tiene el menor interés en avanzar por el sendero de la democracia. Tampoco está interesado en un pleno levantamiento del embargo, ya que esa opción posiblemente tendría elevados costes. No es casual que Fidel Castro siempre se haya opuesto y, al final, siempre haya frustrado los intentos de normali- zar las relaciones y de levantar el embargo. Dada su capacidad de control, la flaqueza de una disidencia que no llega a ser oposición, el apoyo activo de una parte de la población, y el miedo de otra parte al cambio, el poder polí- tico del régimen está intacto. Pero a la vez, enfrenta dos crisis de gran envergadura: la económica y la social, relacionada con la emigración. Raúl Castro reconoce la magnitud de la crisis económica, aunque no está dispues- to a ir muy lejos en levantar la mano muerta del Estado y ve menos riesgos en revitalizar la economía atrayendo capital, inversiones y créditos extran- jeros. De ahí la enorme importancia que tiene para el Gobierno cubano negociar un acuerdo con ee.uu. que levante las restricciones a los llamados créditos blandos y absuelva a Cuba de pagar al contado por todo lo que compra en ee.uu. La otra gran vulnerabilidad del régimen cubano se refiere a la emigración. En 1980 , con el éxodo del Mariel, y en 1994 , con el maleco- nazoen La Habana, el régimen sufrió profundas crisis, y de ahí los esfuer- zos del Gobierno cubano por convencer al Pentágono y otros sectores del Gobierno norteamericano de que la inmigración descontrolada es un peligro CUBA EN LA NUEVA GEOPOLÍTICA DOSSIER 32 encuentro33 para ambos países. Este argumento no es enteramente falso, pero una cosa es el impacto que una crisis migratoria tendría para ee.uu. , y otra, su posi- ble impacto para Cuba y su régimen. Más allá de la centralidad de los temas económicos y migratorios, el otro interés del régimen cubano en cualquier negociación con ee.uu. es buscar una mayor legitimidad internacional, ser reconocido como par por el Gobierno norteamericano o lograr que éste lo elimine de la lista de Estados que apoyan el terrorismo. Y su único logro propagandístico sería que el Gobierno norteamericano estuviera dispuesto a intercambiar presos políticos por los espías juzgados y condenados en Miami en junio de 2001 . Es muy dudoso que esto ocurra y, en todo caso, hay otros presos condenados en Cuba por espionaje que podrían ser canjeados. Visto desde el punto de vista norteamericano, la postura negociadora cons- taría de varios elementos. El primero, estaría relacionado con el espacio de las libertades políticas. Tomando en cuenta las declaraciones del presidente Obama y de la secretaria de Estado Hillary Clinton citadas anteriormente, podemos suponer que el establecimiento de la democracia en la Isla sería un objetivo último. En términos más concretos, el Gobierno norteamericano seguramente planteará que el Gobierno cubano debe suspender su política de utilizar turbas controladas por el Ministerio del Interior para atropellar disi- dentes y activistas de derechos humanos, liberar a los disidentes arrestados y encarcelados sin causa alguna en marzo de 2003 , así como a las más de 200 personas identificadas por Amnistía Internacional como prisioneros de con- ciencia, y eliminar las restricciones que impidieron que Oswaldo Payá viajara al exterior para celebrar el XX Aniversario del Premio Sajarov, que las Damas de Blanco viajaran a Estrasburgo, o que Yoani Sánchez fuera a Madrid para recoger el Premio Ortega y Gasset de Periodismo. Respecto a estos temas, la posible visita en 2009 del relator de las Naciones Unidas para la Tortura, Manfred Nowak, también dará un buen indicio de si han mejora- do las condiciones de los presos en las cárceles cubanas. Por su parte, el Gobierno de Obama estará revisando los patrones de su política de apoyo a la disidencia y a la incipiente sociedad civil cubana. La solidaridad es una obli- gación, particularmente de los que tenemos el lujo de vivir en sociedades libres, pero también debería analizarse cuidadosamente cuáles son los medios más eficaces para ejercer este derecho y fortalecer a la sociedad civil. En un segundo orden estarían las propuestas para facilitar los intercambios y la comunicación entre las dos sociedades, incluyendo la promoción de intercam- bios académicos, la ampliación del espacio informativo y del acceso a la Inter- net. Es muy probable que bajo este último concepto la Administración nortea- mericana ponga sobre la mesa una oferta de otorgar licencias a empresas de telecomunicaciones norteamericanas para proveer de banda ancha a Cuba, aunque esto, evidentemente, no resolvería el problema de los controles y la censura que el Gobierno cubano lleva ya tiempo aplicando sobre la Internet. El tercer rubro sería el económico, y aquí la negociación se centraría en cuá- les serían las contrapartidas de levantar las restricciones a los viajes turísti- cos, el tema de los créditos blandos y la ampliación del comercio con la Isla. En resumidas cuentas, si ha sido bastante fácil levantar las restricciones a las remesas y los viajes, bastante más complicado será el levantamiento del DOSSIER CUBA EN LA NUEVA GEOPOLÍTICA encuentroembargo. No sólo porque la Ley Helms-Burton que lo sustenta deberá ser derogada por el Congreso norteamericano, sino porque suavizar y, eventual- mente, levantarlo, dependerá de que La Habana responda con gestos positi- vos. Puede que Raúl Castro esté a altura de la situación y que los dos Gobier- nos sean capaces de aprovechar la oportunidad para cambiar el tenor de las relaciones entre ambos países. Pero, teniendo en cuenta los desafíos que enfrenta el Gobierno cubano y lo cómodo que le resulta el embargo, La Haba- na puede resultar un socio bastante más recalcitrante de lo que se supone. CUBA EN LA NUEVA GEOPOLÍTICA DOSSIER 34 encuentro 1 Un Fidel Castro recalcitrante vigiló de cerca un proce- so que generó una curiosa alianza entre inversores extranjeros y una elite empresarial protocapitalista saca- da de la estructura militar cubana. 2Ver mi artículo «Can Cuba Change? Tensions in the Regime», en Journal of Democracy; enero, 2009. 3 Un debate sobre la evolución de la política de la Unión Europea aparece en Hare, Paul; «The Odd Couple: The EU and Cuba 1996-2008»; en http://www.brookings.edu/ papers/2008/09_cuba_hare.aspx?p=1 4http://www.dni.gov/nic/PDF_2025/2025_Global_ Trends _ Final_Report.pdf 5 Reuters; 18 de noviembre, 2008. 6 Hu Jintao ha visitado La Habana en tres ocasiones. La primera, en 1997, como miembro del Comité Permanen- te del Buró Político del Partido Comunista Chino. 7 Granma; La Habana, 1º de enero, 2009, p. 15. El por- tal del Ministerio de Asuntos Exteriores Chino señala: «China y Cuba se ayudan y apoyan mutuamente. China siempre ha apoyado al pueblo cubano en su defensa de la soberanía nacional y se opone al bloqueo impuesto por EE. UU. Cuba le ha prestado a China (…) apoyo activo en temas como los derechos humanos, Taiwan y Tíbet». 8 The Miami Herald; Miami, 7 de febrero, 2008. 9 Pinon, Jorge; Cuba FACTS ; n.º 34, agosto, 2007. 10Reuters ; 21 de julio, 2008. 11Fidel Castro en 2007. 12Un debate muy útil aparece en El País; Madrid, 7 de agosto, 2008. 13 Los presidentes de Colombia, El Salvador y Perú no asis- tieron. En su lugar, enviaron a representantes de menor nivel. 14 Monreal, Pedro; «El problema económico de Cuba»; en Espacio Laical ; La Habana, n.º 2, 2008, pp. 33-35. en http://www.espaciolaical.net/contents/14/3335.pdf 15Ver Hiatt, Fred; «The Power of the Ballot»; Washing- ton Post; 19 de enero, 2009. Y Baker, Peter; «Quieter Approach to Spreading Democracy Abroad»; The New York Times; 22 de febrero, 2009, para el análisis del debate. Entre los participantes en el debate están Tho- mas Carothers («Does Democracy Promotion Have a Future?»; en Journal of Democracy ), Daniel Deubney y G John Ikenberry («The Myth of the Autocratic Revival. Why Liberal Democracy Will Prevail»; en Foreign Affairs), y Charles Kupchan y Adam Mount («The Autonomy Rule»; en Democracy. A Journal of Ideas). 16 US News & World Report; Nueva York, 5 de diciem- bre, 2008. 17 Ver su entrevista del 18 de enero, 2009, con Univi- sión. 18Para el texto ver http://obamacuba.blogspot.com (15 de febrero, 2009). 19 Ver entrevista en Granma; La Habana, 5 de enero, 2009. 20 Ver Granma; La Habana, 23 y 30 de enero, 2009. En la primera reflexión, Fidel Castro habla de «el rostro inte- ligente y noble del primer presidente negro de Estados Unidos». En la segunda, califica como «un acto de sober- bia y un abuso de su inmenso poder» a los comentarios de Obama sobre los elementos que tendrá en considera- ción antes de devolver la base de Guantánamo. 21 http://www.yahoo.com/s/ap/20090120/ap_on_ go_pr_wh/inauguration_obama_text NOTAS35 Durante 2008 y 2009 , varios sucesos trascendentes afectaron la economía cubana. Los negativos: cuatro huracanes causaron daños por us $ 9.722 millo- nes (el 20 % del pib ) y provocaron un severo desabastecimiento de alimentos; el disparo del precio mundial de alimentos y petróleo hasta agosto de 2008 aumentó el costo de las importaciones y forzó la suspensión de pagos a varios países; la crisis mundial tuvo impacto adverso en la segunda mitad de 2008 y probablemente peor en 2009 , por el desplome en un 80 % del precio mundial del níquel, el descenso en las remesas familiares y posiblemente del turismo, y la contracción del crédito externo. Los positivos: la expansión de las inversio- nes y del comercio con China, Rusia y Brasil, la entrada de Cuba en el Grupo de Río y la reanudación de la cooperación de la ue ; la caída en un 78 % del precio mundial del petróleo que mermó el costo de esa importación (pero debilitó a Venezuela y amenaza sus subsidios a Cuba); la reducción del precio de los alimentos importados y la modesta ayuda humanitaria internacional. Raúl Castro asumió oficialmente la presidencia del Consejo de Estado y adop- tó algunas medidas económicas, moderadas en comparación con las propues- tas por los reformistas, y estancadas por los eventos adversos. Como resulta- do, se desaceleró el crecimiento económico, cayó la mayor parte de la producción y surgió el mayor déficit comercial en la historia cubana. La elec- ción de Obama, recibida con esperanza por el pueblo cubano, abre la pers- pectiva a corto plazo del levantamiento de las restricciones a viajes y remesas impuestas por Bush y la posibilidad a largo plazo de negociar la terminación del embargo (en Cuba, bloqueo), aunque Fidel y Raúl Castro rechazan condi- cionar ésta a mejoras en los derechos humanos. I. LA SITUACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL AGRAVADA POR LOS HURACANES crecimiento y estabilidad Oficialmente, la tasa de crecimiento del pib descendió del 12,5 % en 2005 al 4,3 en 2008 , la mitad de la meta de 2008 y menor que el promedio regional del 5,6 %. No obstante, ésta es una cifra sobrestimada, debido a una mani- pulación estadística que le agrega el valor de los servicios sociales gratuitos ylos subsidios a precios de bienes racionados. Laformación bruta de capital disminuyó un 67 % entre 1989 y 2008 , y era del 8,2 % a fines de 2008 —versus encuentro La veleta económica cubana Huracanes internos,crisis mundial y perspectivas con Obama CARMELO MESA-LAGOun promedio regional del 22,4 —, un tercio de lo estimado por los economis- tas cubanos para un crecimiento sostenido. Lainflación, del 0,5 % en 1989 , promedió un 4,9 en 2008 , frente al promedio regional del 8,8 %, pero el ipc cubano excluye los precios, que han aumentado notablemente, en el merca- do informal y las tiendas de divisas. El excedente de moneda circulante se duplicó durante el período y alcanzó un récord histórico en 2007 . El déficit fiscal aumentó del 3,2 % en 2007 al 6,7 en 2008 , frente al promedio regional del 0,5 %, y fue sólo ligeramente inferior al de 1989 . producción A comienzos de 2009 , aún no había estadísticas de la producción en 2008 (salvo el azúcar) por lo que se reportan las de 2007 en 20 bienes clave para consumo interno y exportación, y 14 de ellos estaban muy por debajo del nivel de 1989 . El mejor desempeño se produjo en laminería gracias a la inversión extranjera: la obtención de gas natural aumentó 35 veces (era minúscula en 1989 ); la de petróleo, cuatro veces, y la de níquel, creció un 62 %, aunque desde 2003 la producción de petróleo declinó y la de níquel se estancó. La pro- ducción interna de petróleo y sus derivados satisface sólo el 35 % de las necesi- dades; el resto, es importado. Cuba estima sus yacimientos de petróleo poten- ciales en la costa norte en 20.000 millones de barriles, pero aún no se ha producido un descubrimiento importante de crudo comercialmente rentable. La participación industrial en el pib cayó del 28 al 15 % en 1989-2007 . En este último año, la producción en la mayoría de las manufacturas era muy inferior a la de 1989 : el azúcar (antes la exportación principal) se redujo un 82 % y fue la peor cifra en un siglo. Acero, cemento, textiles, fertilizantes, zapatos y jabón disminuyeron entre el 17 y el 98 %. La generación de electri- cidad creció un 13 %, manteniendo el mismo nivel por habitante después de 18 años. La producción de puros aumentó un 34 %. El peor desempeño ha sido en la agricultura, cuya participación en el pib cayó del 10 al 4 % entre 1989 y 2007 . La producción en 2007 estuvo por debajo de la de 1989 : un 23 % en número de cabezas de ganado vacuno; entre el 12 y el 68 % en leche, arroz, huevos, cítricos y pescado-marisco, y un 38 % en tabaco en rama, crucial para la manufactura de puros. Por el contrario, aumentó un 117 % la producción de tubérculos (un 24 % por debajo de su cenit de 2004 ). En resumen, ha ocurrido un declive radical en la autosuficiencia alimenticia forzando a la importación del 84 % de la canasta básica de alimentos, incapaz, aun así, de satisfacer las necesidades. Mientras disminuyó la participación de la industria y la agricultura en el pib , la de los servicios saltó del 48 al 73 % entre 1989 y 2008 , para generar el 70 % del crecimiento del pib , aunque su valor es sobrestimado por la nueva metodología del pib usada en Cuba. indicadores sociales La tasa oficial de desempleo fue del 1 , 6 % de la población económicamente activa ( pea ) en 2008 , un 80 % inferior a la de 1989 y la menor en América Latina. Pero esta tasa subestima seriamente el desempleo real, al contar como empleados a trabajadores despedidos en reentrenamiento, a estudian- CUBA EN LA NUEVA GEOPOLÍTICA DOSSIER 36 encuentro37 tes que reciben un pago, a cultivadores a tiempo parcial de alimentos en los traspatios de sus casas y jardines urbanos. En 2008 , 300 . 000 personas per- manecían «desvinculadas del trabajo» ( 6 % de la pea ) y subsiste el desem- pleo encubierto. Los economistas cubanos consideran imposible continuar creando puestos de trabajo con pérdidas sistemáticas en la productividad. A pesar de los aumentos nominales de salario y pensiones en 2005 , el sala- rio promedio ajustado anualmente a la inflación era en 2007 un 76 % menor al nivel de 1989 , y cayó otro 1 , 7 en 2008 . La pensión real promedio era un 61 % inferior, pero tomó el 6 , 6 % del pib . Las edades de retiro —en el caso de las mujeres, 55 , y en el de los hombres, 60 — están entre las tres más bajas en América Latina. Y puesto que Cuba tiene la segunda mayor esperanza de vida de la región, el período promedio de jubilación es el más largo. La población cubana, que ha disminuido por tres años consecutivos, es la segunda más envejecida de la región y será la primera en 2025 . El ingreso por contribucio- nes de las empresas es insuficiente para financiar las pensiones, y el déficit financiado por el Estado creció del 1 , 3 al 2 , 3 % del pib entre 1986 y 2007 . La razón de médicos por 10 . 000 habitantes es la mayor de la región, aun- que el 40 % de ellos trabaja en el extranjero, principalmente en Venezuela, provocando una severa escasez interna. La mortalidad infantil en 2008 fue del 4 , 7 % (versusun 11 % en 1989 ), la más baja del hemisferio después de Canadá. Por el contrario, la mortalidad materna en 2006 era de 49 por 100 . 000 (versus 29 en 1989 ). La infraestructura hospitalaria, de agua potable y alcantarillado se ha deteriorado seriamente y hay una severa escasez de medicamentos, la mayoría accesible sólo en tiendas en divisas. La matrícula en educación superior respecto a 1989 aumentó un 172 % en Humanidades, Ciencias Sociales y Pedagogía; sólo un 12 en Agronomía y cayó un 40 % en Ciencias Naturales y Matemáticas. La graduación de ingenieros agrónomos en 2008 fue insuficiente y constituyó una de las causas de la caída en la producción agropecuaria. Mientras, la graduación masiva de trabajado- res sociales no dio los resultados esperados y se ha interrumpido su entrena- miento. Hay una severa escasez de maestros debido a los bajos salarios y los llamados «maestros emergentes» carecen del entrenamiento requerido. A pesar de que la población se duplicó entre 1959 y 2007 , el número de viviendas edificadas fue inferior a las destruidas por la falta de manteni- miento. Las unidades construidas por 1 . 000 habitantes cayeron, entre 1989 y 2003 - 2004 , de 6 a 1 , 4 , aumentando a 4 , 6 en 2007 . En 2008 se concluyeron 40 . 000 viviendas, incapaces de compensar las destruidas por los huracanes y el déficit habitacional es un 25 % mayor que en 1989 . El índice de pobreza en La Habanasubió del 6 al 20 % entre 1988 y 2002 . En 2007 , la asistencia social cubría al 5 , 3 % de la población total del país, pero en La Habana al menos el 20 % era pobre, y este índice es probable- mente mayor en el resto del país. La desigualdad aumentó un 64 % entre 1989 y 1999 . No hay cifras recientes. daño de los huracanes Los cuatro huracanes que azotaron a Cuba en 2008 (Fay, Gustav, Ike y Paloma) causaron pérdidas por us $ 9 . 722 millones de pesos. Destruyeron DOSSIER CUBA EN LA NUEVA GEOPOLÍTICA encuentroNext >