< Previousla sabiduría y la generosidad necesarias para, al fin, reconciliarnos amparados por la libertad. URL:http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/cuba-hacia-donde-y-como/hay-que-concertar-alianzas-inimaginables Manuel Cuesta Morúa Disidente, portavoz del Arco Progresista Estamos ante una delegación gradual, más que provisional. Para alguien que ha demostrado una voluntad tan fuerte de poder, no es fácil renunciar a sus atribu- ciones. Incluso en el caso de que se restableciera Fidel, ya nada volverá a ser como antes. Su capacidad disminuida no le permitirá gobernar al mismo ritmo. Su posible regreso no obstaculizaría la sucesión. En la reunión del Comité Cen- tral del 14 de junio, que restableció el Secretariado del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, Raúl afirmó que el pcces el único heredero de Fidel. Al mismo tiempo, el periódico Granmase esforzaba por construir una imagen positiva de Raúl, «el mejor intérprete» de su hermano. La única manera de institucionalizar políticamente «la Revolución» es pasarle el relevo al Partido. Aunque el pcces una máquina de burócratas que jamás han leído un libro de marxismo, algunos sectores debaten los medios de darle una consistencia ideológica, sobre un espectro que va del maoísmo al trotskismo, del modelo yugoslavo al «socialismo con rostro humano» de la Primavera de Praga. Los seis dirigentes en los que Fidel Castro delegó sus atribuciones son hom- bres de una lealtad a toda prueba. José Ramón Balaguer, José Ramón Machado Ventura y Esteban Lazo son viejos dirigentes del Partido. Los ministros Carlos Lage y Felipe Pérez Roque están encargados de la economía y de la diplomacia. En fin, Francisco Soberón sin duda conoce bien su oficio en el Banco Central. Pero la sucesión institucional reposa únicamente en Raúl. A Raúl se le asocia con el modelo chino y a Fidel, con el albanés. Raúl intro- dujo en las empresas militares el «perfeccionamiento empresarial», inspirado en los métodos de gestión capitalista, y traspuestos después a otros sectores econó- micos. La empresa Gaviota, que controla el turismo, es un poder aparte en la economía. Su frase: «los frijoles cuentan más que los cañones» expresa cierto pragmatismo. Él lanzó la «agricultura urbana», que autoriza una pequeña explo- tación de tres o cuatro personas cuya producción puede venderse en el mercado. No tener el carisma de Fidel podría ser una ventaja, pues deberá utilizar su capacidad de organizador eficaz para gobernar de manera más racional y desple- gar su sentido de la negociación tanto en el interior como en el exterior de Cuba. No creo que pueda mantener la alta tensión que implica la confrontación con Estados Unidos, alimentada por una retórica agresiva. La amenaza de una agresión estadounidense esgrimida por los oficiales no tiene ningún sustento, sobre todo ahora que ee. uu.está empantanado en otra parte. Fidel ha combinado el mito, la historia, el poder, la palabra y la represión. Con un liderazgo menos evidente, Raúl tendrá la tentación de inmovilizar y 168 ESPECIAL / ¿CUBA SIN FIDEL CASTRO? encuentro la opinión de...169 consolidar sus poderes, para no favorecer los intereses de Estados Unidos. Pero tiene un lenguaje menos belicoso. El 80 por ciento de los cubanos nació después de 1958, durante el actual régimen, y no tiene ninguna otra referencia. Pero la aspiración al cambio es real, aunque no encuentre medios de expresarse. Algunos quedarían satisfechos con que la tarjeta de racionamiento alcanzara para los productos que había antes de la crisis provocada por el hundimiento de la Unión Soviética, mientras que otros quisieran crear su pequeña empresa. Muchos desean poder elegir la educación que reciben sus hijos. No obstante, la mayoría vota con los pies y quiere emigrar, a falta de espe- ranza. En junio y julio, la red telefónica de la oficina de intereses de ee. uu.en La Habana estuvo inundada por medio millón de llamadas. En los últimos cua- tro meses, más de 20.000 cubanos han presentado una solicitud con miras a obtener la doble nacionalidad española. Los disidentes, por nuestra parte, debemos dar muestras de serenidad para desbaratar el resentimiento y el odio acumulado durante 47 años. Un conflicto civil tendría consecuencias imprevisibles, en detrimento de una transición pací- fica. En la oposición debemos buscar una plataforma común, que contemple el rechazo a la injerencia de ee. uu.y la suspensión del bloqueo económico. Cuba tiene necesidad de un proyecto nacional que abarque a todos los ciudadanos. URL:http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/cuba-hacia-donde-y-como/raul-no-sera-gorbachov-pero-podria-ser-andropov Juan Antonio Blanco Director para la Cooperación Internacional de Human Rights Internet (HRI) No sería nada sorprendente que un anciano de 80 años tenga que enfrentar que- brantos importantes de salud que, a esa edad, pueden devenir fatales. Tampoco sería extraño que un jefe de Estado sea sustituido por su segundo en la cadena de mando según las leyes vigentes si se ve incapacitado. Lo que hace inusual el caso de Fidel Castro es que: a] lleva casi medio siglo en el poder sin cederlo ni compartirlo; b] no ha permitido que sean las institu- ciones y leyes vigentes, incluida la Constitución, las que se hagan cargo de la situación, sino que decidió «proclamar» directamente el traspaso de sus cargos con un conjunto de claras limitaciones respecto a la temporalidad —palabra repetida seis veces en una página—; c] el secreto de Estado que rodea la evolu- ción de su salud. Por lo tanto, si alguien es culpable de desatar rumores y espe- culaciones no es otro que el octogenario caudillo cubano. Fidel Castro no ha querido que ésta sea una sucesión. Ha traspasado —tem- poralmente— cargos, no el poder. Lo que desea es que su hermano administre el statu quo, bajo orientaciones precisas y con personas escogidas por él, hasta que la evolución de su salud tenga un desenlace definitivo. Lo que a duras penas ha hecho es encargar a Raúl la administración de las políticas en curso. Lo obli- ga a hacerlo con un conjunto de personas que él mismo ha decidido y por ESPECIAL / ¿CUBA SIN FIDEL CASTRO? encuentro la opinión de...medio de mecanismos que mantienen su estilo unipersonal, extrainstitucional y centralizado de toma de decisiones. No le permite ser un líder con legitimidad suficiente para ser respetado por interlocutores nacionales y extranjeros, ni le permite tomar los cursos de acción que considere apropiados. Es por ello que Fidel Castro apenas ha nombrado un administrador provisio- nal del país, no a un sucesor. Si en lugar de fallecer, su convalecencia se prolon- gase —con apenas una recuperación que le permitiese seguir interfiriendo en la política nacional para congelar el statu quo—, se abriría un período de mayor incertidumbre e inestabilidad que cualquier otro en los últimos 48 años. Mi segunda observación es que la cúpula dirigente cubana viene dando cla- ras señales de lo que siempre ha querido ocultar con tanto afán: la existencia de desconfianza, ambiciones y recelos que se incuban en su interior, y que también reflejan diferentes tendencias y corrientes de opinión. Raúl Castro parece inclinado por ahora a aceptar su limitado papel de admi- nistrador hasta que se clarifique el pronóstico médico. Pero, ¿por cuánto tiempo? Para que Raúl Castro pueda consolidarse como sucesor tendría que anunciar, a la mayor brevedad, medidas y cambios sustantivos, capaces de hacer renacer alguna expectativa de mejoramiento a corto plazo de la cotidianidad en la socie- dad cubana, así como una apertura hacia un pluralismo de ideas, tanto políticas como económicas —conjuntamente con reglas de juego y garantías claras y esta- bles—, para todos los actores y nacionales (residentes en la Isla y otros países). Paradójicamente, sólo el cambio puede traer estabilidad. A mayor cambio, mayor estabilidad. Raúl Castro —de decidirse a ello— podría ser el líder de una corta sucesión que haga las aperturas necesarias para un suave aterrizaje de la nación en la transición hacia un sistema de democracia participativa con merca- do social, al que aspira la mayoría de la población y que permitiría avanzar hacia un futuro promisorio sin excluir a ningún sector o persona. Raúl Castro puede dejar un legado similar al de Jaruzelski o al de Ceausescu, según la actitud que adopte ante la inevitabilidad de la dialéctica histórica. Como hizo Jaruzelski en Polonia, podría encabezar una sucesión que llegara a pactar el inicio de la transición pacífica hacia un Estado independiente, sobera- no, democrático y de Derecho, con plena vigencia de todos los derechos huma- nos. Ese sería el camino de la necesaria reconciliación nacional. Pero si en las nuevas circunstancias prefiriese atrincherarse, como Ceausescu en Rumanía, podría llevar al país a una confrontación de incalculables consecuencias. Esa es la opción a la que Fidel Castro lo empuja con su Proclama. Lo desea atrinche- rado en el camino del desastre. En estas todavía inciertas y precarias circunstancias, toda acción o llamado a la confrontación es irresponsable. La oposición, la disiden- cia, el exilio y, sobre todo, la inmensa masa de ciudadanos y funcionarios silenciosos pero insatisfechos, deben procurar espacios de expresión y diálogo con todo cubano que esté dispuesto a cooperar en abrir un nuevo y más promisorio capítulo, no vio- lento, a la historia nacional. No debemos quedar como rehenes del odio sembrado todos estos años. Fidel Castro se reirá de nosotros desde su lecho o su tumba. URL:http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/cuba-hacia-donde-y-como/solo-el-cambio-puede-traer-estabilidad 170 ESPECIAL / ¿CUBA SIN FIDEL CASTRO? encuentro la opinión de...171 Carlos Alberto Montaner Escritor y periodista, presidente de la Unión Liberal Cubana y vicepresidente de la Internacional Liberal Con 80 años, enfermo, y cercana su muerte, lo esencial no es cuándo desapare- cerá Fidel Castro, sino qué sucederá a partir de ese momento. Fidel Castro ha aplastado con su enorme peso todas las instituciones del país. La clase dirigente está totalmente desmoralizada y secretamente desea cambios profundos. El colectivismo autoritario ha hundido a Cuba en la miseria. Los logros de la Revolución se han convertido en la prueba condenatoria más severa contra el sistema y en una fuente de frustración. No hay persona más inconforme y deseosa de cambios que un ingeniero, una médico o un maestro innecesariamente condenados a la pobreza y a la falta de esperanzas. Los cubanos (incluidos los castristas) no ignoran que todo el Este de Europa es hoy más feliz y próspero de lo que era antes de 1989, dato que se comprueba en el escaso respaldo electoral de los viejos estalinistas. También saben que chi- nos y vietnamitas se alejan rápidamente de las supersticiones marxistas y resuci- tan el mercado y la propiedad privada. Hay vida más allá del comunismo. Los revolucionarios cubanos no sólo tie- nen todos los incentivos para cambiar, sino, además, han aprendido que los vie- jos comunistas, si no han sido responsables de crímenes horrendos, pueden reci- clarse dentro de formaciones políticas democráticas, como ha sucedido en Polonia, Eslovenia o Rusia, y permanecer o reconquistar el poder por la vía de las urnas y el apoyo popular, siempre que respeten las libertades. Ya saben que el fin de la dictadura no significa una catástrofe personal para ellos, sino el inicio de una nueva y promisoria etapa. Existe una oposición democrática dentro y fuera de Cuba con la cual pactar la transición. Con los años, el dolor y la experiencia, dentro y fuera de Cuba se ha forjado una oposición democrática que, una vez desaparecido Fidel Castro, está dispuesta a propiciar una transición pacífica hacia la libertad, pactando las condiciones y los plazos con los sectores reformistas del Gobierno. URL:http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/cuba-hacia-donde-y-como/dos-transiciones-por-delante Ana Julia Faya Analista de la Fundación Canadiense para las Américas ( FOCAL ) Éste es el momento para que Estados Unidos le dé un vuelco a su política hacia Cuba. Es el momento para que resulte efectivo su más reciente «Compromiso con el Pueblo Cubano» de llevar a la Isla por caminos democráticos. El informe al presidente de la Comisión para la Ayuda a una Cuba Libre se da de bruces con las recientes declaraciones del presidente George W. Bush y de la secretaria de Estado Condoleezza Rice, en las cuales se trata de evitar una desestabilización ESPECIAL / ¿CUBA SIN FIDEL CASTRO? encuentro la opinión de...en la Isla que provoque un éxodo masivo y le presente a ee. uu.una amenaza a su seguridad nacional. Han dado seguridades de que no van a invadir, algo que desde hace tiempo muchos sabemos o sospechamos, pero que ignoran amplios sectores de la población cubana, sometida al aparato propagandístico del régimen. Para el régimen cubano bajo Fidel Castro o bajo Raúl Castro —sea este últi- mo provisional o en plena sucesión—, la figura política del enemigo, el «blo- queo» y la invasión han sido, son, armas poderosas para la preservación de su política doméstica. La noción de plaza sitiada ha sido manipulada para justificar la falta de libertad de prensa, de asociación, de movimiento, la represión contra disidentes, opositores, intelectuales, o de cualquiera que se ha atrevido a desviar- se de la línea oficial. Ha servido también para justificar sus desacertadas políticas económicas y de política exterior. Un cambio de política hacia Cuba que Estados Unidos iniciara, gradual y efec- tivo, le daría argumentos a los sectores en la Isla (dentro del régimen pero opues- tos al actual statu quo) para sacar sus ideas y propuestas de cambios. Apoyada por un grupo de países dispuestos a conformar un equipo negociador —Costa Rica, Canadá, España— con el amparo de la Organización de Estados Americanos, esa nueva política estadounidense hacia Cuba sería un golpe contundente al régimen cubano actual. Brindaría una oportunidad para que, sin esperar al falle- cimiento de Fidel Castro, el régimen imperante comience a ver hundirse buena parte de sus cimientos. URL:http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/cuba-hacia-donde-y-como/se-impone-levantar-el-embargo-a-la-creatividad- de-los-cubanos Carmelo Mesa-Lago Catedrático Distinguido Emérito de Economía de la Universidad de Pittsburgh Raúl Castro, o quien sea el sucesor, recibirá una economía que aún no ha recu- perado el nivel de 1989, la industria azucarera destruida, una deuda externa y déficit comercial récord, el proceso nefasto de recentralización económica y reducción del pequeñísimo sector privado, una caída en la inversión directa extranjera, y un valor de las exportaciones un 62 por ciento inferior al de 1989. Raúl, que se dice es más pragmático que Fidel, probablemente retornará a las reformas de mercado, la pregunta es la extensión que tendrán éstas: a] restable- cer la situación existente en 1996; b] aplicar el modelo de «mercado socialista» de China y Vietnam, y c] avanzar aún más, siguiendo el camino de países democráticos latinoamericanos con políticas económico-sociales exitosas (Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay). Es posible que el heredero comience con la primera alternativa, de manera cautelosa y, si todo marcha bien, se mueva a la segunda, pero es imposible que tome la tercera vía, que sería la ideal. URL:http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/cuba-hacia-donde-y-como/se-abre-una-oportunidad-unica 172 ESPECIAL / ¿CUBA SIN FIDEL CASTRO? encuentro la opinión de...173 Eloy Gutiérrez Menoyo Presidente del grupo opositor Cambio Cubano Estoy convencido de que si hoy se pudiera hacer una encuesta verdadera, el 90 por ciento de los cubanos está a favor de los cambios y las reformas, tanto en las más altas esferas del Gobierno como en la población más humilde. Pero este deseo se ve frenado por la intolerancia que el propio Fidel ha creado. La primeras medidas a adoptar serían en el orden económico y político. No pasos desestabilizadores, pero es que ahora no dar esos pasos de apertura es lo más desestabilizador, debido al ansia de cambio de la gente. Se impone levantar el embargo a la creatividad de los cubanos. No se puede seguir considerando que hacer negocios es delito. No hay que perseguir a un carpintero porque compra madera o barniz ilegalmente; lo que hay que hacer es vendérselo y permitir que trabaje. Es preferible que los cubanos puedan desarrollarse a traer los muebles de China. Luego, que paguen impues- tos o lo que haga falta. Ya que se habla tanto de José Martí, Martí dijo que un país de pequeños propietarios es un país rico. En Cuba la mayoría de la gente es nacionalista y pide cambios que no tengan nada que ver con el Gobierno norteamericano. La mejor forma de contribuir a la democratización de Cuba es que la disidencia dé una imagen de una indepen- dencia total, una imagen de una oposición civilizada. Hay que seguir insistiendo en que se le conceda un espacio legal a una oposi- ción independiente. El país y la democracia se hacen y se construyen desde la diversidad, no desde el totalitarismo. URL:http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/cuba-hacia-donde-y-como/se-impone-levantar-el-embargo-a-la-creatividad- de-los-cubanos José Hugo Fernández Periodista, Ciudad de La Habana De momento, hay tres indicios, claros como el agua clara, que la efervescencia de estos días presenta ante los ojos de quienes estén dispuestos a mirarlos de frente. El primero es que, muy al contrario de lo que suele decirse, los cubanos de aden- tro (la mayor parte de los cubanos) han transparentado saber lo que quieren, por más que estén obligados a expresarlo por inferencia, mediante lo que no quieren: No quieren guerra. No quieren precipitaciones frustrantes. No quieren el desorden y el caos como alternativas tal vez más ágiles pero mucho más costosas para alcanzar lo que quieren. Conocen la opresión, el engaño y la miseria, los han sufrido durante demasiado tiempo. De modo que no quieren «cambios» que al final no reporten sino más de lo mismo. No quieren zánganos de la polí- tica. No quieren peloteras revanchistas. No quieren injerencia extranjera. No quieren nuevas frasecitas de tres por un centavo, ni arengas, ni apelaciones vacuas. En fin, no quieren otra cosa que no sea lo que más nos ha faltado a lo largo de toda la vida de casi todos los cubanos: tranquilidad y progreso. ESPECIAL / ¿CUBA SIN FIDEL CASTRO? encuentro la opinión de...Algunos, desde lejos, pueden juzgar críticamente a los de aquí por no querer lo que no quieren. Pueden considerarlos peleles o miedosos. Sus motivos ten- drán. También tienen razones para odiar, aunque no para proyectar gobiernos desde el odio y la sed de venganza. Pero, en cualquier caso, el hecho concreto es que muy poco les queda por hacer mientras lo que ellos quieran objete total o parcialmente lo que quieren los de aquí, que son mayoría. Por otra parte, en la esquina opuesta de quienes, desde lejos y a buen res- guardo, ensayan la ingenua pretensión de manejar el pataleo, los disidentes de la Isla están demostrando conocer cada micra del terreno que pisan y saber, serenos y atinados, lo que se traen entre manos. Es precisamente el segundo indicio que nos deja en claro el revuelo «noticioso» de estos días. Si tanto los enemigos como los amigos de la tiranía necesitaban una prueba, una más, de la madurez, la rectitud, la transparencia de intenciones y la plena inde- pendencia política de los opositores de adentro, aquí la tienen, servida en bandeja. Algo igualmente alentador sucede con respecto a los opositores cubanos que viven en el exterior. Y justo en tal dirección se localiza el tercero de los indicios que estamos recibiendo en estos días. Aunque últimamente resulta común percibir matices muy marcados en los enfoques de las diferentes organizaciones y opositores activos del exilio. Aun cuando, por fortuna, han ido quedando atrás los tiempos en que, gracias a la propaganda del régimen y al propio proceder de muchos implicados, parecían ser sinónimos los términos «exiliado cubano», «contrarrevolucionario», «apátri- da»… es indiscutible que esta nueva coyuntura del traspaso ha servido para poner en limpio de una vez, en forma definitoria, la posición de cada cual. Y no sólo eso. En los días que corren quedó evidenciado también que el núme- ro de aquellos que desde el exilio aspiran sinceramente a un estatus de democracia y prosperidad para todos los cubanos, supera hoy con creces el de quienes aspiran, sobre todo, a vivir del cuento, buscando beneficios para sí mismos. Sopesadas las cosas mediante estos indicios, que están a simple tiro de ojo, no debiéramos perder el tiempo con planeos de aura tiñosa, ni reclamando boberías tales como que el traspasado se presente en televisión para que ofrezca pruebas del traspaso. El totalitarismo ya tiene lo suyo en Cuba, lo que le trae el tiempo, el implacable. «Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol», advierte el Eclesiastés. Y a nosotros sólo nos queda seguir preparán- donos y uniéndonos. Lo demás, todo lo demás, será lo de menos. URL:http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/cuba-hacia-donde-y-como/traspasados-por-el-traspaso/(gnews)/1155287040 174 ESPECIAL / ¿CUBA SIN FIDEL CASTRO? encuentro la opinión de...175 Nostálgico del comunismo, desconfiado de los intelectuales Alcibíades Hidalgo [Ex jefe de Despacho de Raúl Castro y ex diplomático] El hombre que ejerce hoy el poder en Cuba, y con el cual trabajé directamente por más de una década como jefe de su despacho político, es mal conocido fuera de la Isla, pero también una incógnita para la mayor parte del pueblo cubano, pese a su decisiva participación en la larga aventura de la Revolución Cubana, de la que es parte imprescindible. Su vida ha transcurrido paralela y a la sombra de su muy famoso hermano, al que ahora reemplaza, todavía de manera provisional. Durante 47 años, Raúl Castro ha sido el ministro, organizador y jefe de la más poderosa institución del país, las Fuerzas Armadas, además de sus otras posiciones determinantes en la cúpula del poder. Ese largo trayecto puede com- prenderse mejor si se tiene en cuenta que Neil Hosler McElroy, secretario de Defensa en la Administración de Dwight Eisenhower en el mismo año que Raúl Castro asumió su cargo, falleció hace ya 30 años. Cinco años menor que su hermano Fidel, compartieron en la infancia y ado- lescencia el inusual mundo rural de la familia Castro Ruz y los largos extraña- mientos en lejanos colegios religiosos adonde los enviara su padre, el terrate- niente gallego Ángel Castro Argüíz. A diferencia de Fidel, doctorado en leyes en la Universidad de La Habana, no concluyó estudios universitarios. Mientras su hermano se convertía en figura conocida en las bandas gangsteriles que dominaron la agitada política universi- taria a mediados del siglo xx, Raúl escogió una temprana afiliación comunista que lo llevó en 1953 a Austria y a países de la Europa del Este, en uno de sus escasos viajes fuera de Cuba. Tras el triunfo de 1959, tuvo un papel central, junto al Che Guevara, en la derivación hacia las ideas del comunismo de la joven Revolución. Reconocido, luego, por los dirigentes soviéticos como un hombre clave en las relaciones con Cuba y su difícil líder mercurial, fue protagonista de momentos cruciales de aquellas relaciones. Su encuentro en Moscú, por instrucciones de Fidel, con Nikita Jruschov ultimó los detalles del acuerdo para la instalación de cohetes con ojivas nucleares en Cuba que llevaría a la Crisis de Octubre en 1962. Durante los largos años en que, junto a su hermano, ha impuesto su poder sobre el resto de los cubanos, el menor de los Castro ha intentado contener den- tro de cánones institucionales el desbordado individualismo del Máximo Líder. Impulsó, bajo exigencias soviéticas, la llamada institucionalización del país, ESPECIAL / ¿CUBA SIN FIDEL CASTRO? encuentro ¿ QUIÉN ES RAÚL CASTRO?adoptada en 1975. Bajo su supervisión directa se inició, finalmente, tras dieci- siete años de Gobierno revolucionario, una organización del Estado y el Partido según moldes socialistas. Como ministro de las farrespaldó activamente la participación de tropas cubanas en las guerras de Angola y Etiopía, decididas, claro está, por Fidel. Fue también factor esencial en el regreso a Cuba de esas fuerzas, que llegaron a sumar cerca de 60.000 hombres, solamente en Angola. En casi cinco décadas, ha enfrentado múltiples contendientes por la prefe- rencia de Fidel, con quien mantiene una contradictoria relación de subordina- ción total y apoyo imprescindible, nublada por la indiferencia del hermano mayor. Su poder sobre las instituciones militares se hizo absoluto en 1989, tras el affairepor acusaciones de narcotráfico contra el general Arnaldo Ochoa y los gemelos La Guardia que terminaría ante un pelotón de fusilamiento. Sus hom- bres de mayor confianza, integrantes de la poderosa Contra Inteligencia Militar, encabezaron la virtual absorción del Ministerio del Interior, considerado hasta entonces por las Fuerzas Armadas como un peligroso rival potencial. Pragmático en temas económicos, adicto a los informes de los servicios secre- tos y a voluminosos expedientes sobre el resto de los dirigentes, desconfiado, como su hermano, de la cultura y los intelectuales, amante de sus cuatro hijos y siete nietos, despiadado en las decisiones en que se pone en juego la superviven- cia del régimen, nostálgico del comunismo soviético, inexperto en relaciones internacionales, aficionado impenitente al vodka y el dominó, y temido sin excepción entre la clase dirigente, el ministro, como se le llama respetuosamente en esos círculos, no es hombre que pueda describirse de una sola pieza. Ahora, y todavía en la misma oficina donde nos encontramos hace veinticin- co años —en la que suele pasearse alrededor de un monumental globo terráqueo semejante al que adornaba los despachos de los mariscales de la URSS— prota- goniza el primer episodio de la obra más difícil de su vida: intentar prolongar el castrismo sin Fidel. Le deseo, de todo corazón, que no lo logre. URL:http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro_en_la_red/cuba/cuba-hacia-donde-y-como/nostalgico_del_comunismo_desconfiado_de_ los_intelectuales) Un posible Den Xiaoping Domingo Amuchástegui [Profesor de Estudios Sociales para el condado de Miami-Dade e investigador asociado del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami] Raúl Castro será el líder cubano que podrá levantar el veto a la política de reformas e iniciar los cambios necesarios dirigidos a transformar, ante todo, la economía cubana, orientándola hacia una economía socialista de mercado, en la que los prin- cipios capitalistas de organización administrativa y operatividad financiera se con- vertirían en la norma dominante en Cuba. De esta manera, «el otro bloqueo» impuesto en la dinámica económica y social del país por Fidel Castro cuando, 176 ESPECIAL / ¿CUBA SIN FIDEL CASTRO? encuentro ¿quién es raúl castro?177 después de la discusión de la nueva ley de inversiones en septiembre de 1995, anunció que «no se necesitaban más reformas ni cambios», pasaría a mejor vida. Debemos recordar que dos años más tarde, en 1997, después de que conclu- yera el V Congreso del Partido Comunista de Cuba (pcc) con la adopción de un programa económico de rescate y expansión del ritmo de las reformas, Fidel Castro se convirtió en el primer y único oponente a tal programa (conocido como Perfeccionamiento Empresarial), un conjunto de ideas y acciones que su hermano Raúl había estado promoviendo acertadamente luego del creciente deterioro de las relaciones con la Unión Soviética a partir de 1979. Tal como un alto oficial admitió a una analista francesa (Janette Habel; «Cuba entre pressions externes et blocages internes»; en Le Monde Diplomatique, juin, 2004), «Todo el mundo quiere cambios, excepto Fidel». Y esta línea de trabajo, inspirada y representada por Raúl, no es un secreto ni una tendencia oculta dentro de la estructura del poder y la clase política cubana, tanto de la civil como de la militar, además de tener un eco considerable entre vastas secciones de la población, lo que le asegura un amplio reconocimiento y apoyo de este último al nuevo líder. Fidel no ignora esas circunstancias y está muy al tanto de las expectativas que rodean su sustitución «provisional». Su papel al frente de la Revolución Cubana desde el primer día, su carisma excepcional y sus dotes de brillante orador, junto a otros significativos atributos como líder, han convertido a Fidel Castro en lo que ha sido y lo que aún es. Al mismo tiempo, su brillo ha dejado en un segundo plano el papel de su hermano Raúl hasta el día de hoy, cuando tanta gente está todavía tratando de adivinar quién es él realmente y cuál es el papel que pudiera jugar ahora. Estas líneas no tienen la intención de ser una biografía (para ese propósito deberá consultarse el controvertido libro After Fidel. The Inside Story of Castro’s Regime and Cuba’s Next Leader, de Brian Latell), sino brindar una perspectiva dife- rente del papel político jugado por Raúl Castro dentro de la Revolución Cubana y de su potencial como una alternativa de cambio dentro de la situación actual. ■ Es un excelente jefe guerrillero y organizador, algo que ha sido ampliamen- te reconocido aun por algunos de sus peores enemigos. ■ Al no tener los mismos rasgos de la personalidad de su hermano, Raúl sobre- sale en el trabajo en equipo y no como caudillo. Es un organizador brillante y sistemático, a quien le gusta ser asesorado por los más entendidos y que sabe escuchar los puntos de vista de los demás. Es consistente, realista y pragmático. ■ Cuando analizamos algunas de las más sólidas e influyentes instituciones de la sociedad cubana, tales como las far(Fuerzas Armadas Revolucionarias), el pccy el cuerpo parlamentario conocido como Poder Popular, debemos recordar que fueron iniciativas claves que provenían del propio Raúl, fomen- tadas, apoyadas y protegidas por él hasta el día de hoy. Y la mayoría del pue- blo está al tanto de esto. ■ Él ha sido durante décadas el «padrino» de la mayoría de los líderes de la ujcque fueron promovidos a posiciones altas dentro del Gobierno. Ha sido un consistente defensor de los líderes jóvenes y muchos de ellos se sienten muy ligados a él, tanto militares como civiles. ESPECIAL / ¿CUBA SIN FIDEL CASTRO? encuentro ¿quién es raúl castro?Next >