Detalle de la portada del álbum ‘EarthSeed’, de Nicole Mitchell

Nicole Mitchell (1967) es una compositora, escritora y flautista de inmenso talento y versatilidad. Ha liderado el Black Earth Ensemble desde 1998 y forma parte de la AACM (Association for the Advancement of Creative Musicians), organización de músicos fundada en Chicago en 1965. La AACM ha nucleado a grandes intérpretes de la música improvisada y experimental por décadas, incluyendo figuras como Muhal Richard Abrams, Anthony Braxton, Henry Threadgill, Wadada Leo Smith, George Lewis, Steve McCall y el Art Ensemble of Chicago (Roscoe Mitchell, Joseph Jarman, Malachi Favors, Don Moye, Lester Bowie). En 2009 Mitchell asumió el cargo de presidente de la junta de directores de la AACM. Después de vivir varios años en Chicago, ha sido profesora universitaria en California (2013-2019) y ahora en la Universidad de Pittsburgh.

Mitchell tiene más de veinticinco grabaciones bajo su nombre, en muchas ocasiones con su Black Earth Ensemble, una agrupación que varía de unos cinco a diez integrantes. Algunos músicos han sido bastante fijos en esta constelación fluctuante de artistas, como David Young o Ben LaMar Gay (trompeta), Tomeka Reid (cello, y líder de su propio grupo), David Boykin (saxo tenor), Renée Baker (violín), Justin Dillard (piano), Josh Abrams (bajo), Marcus Evans (batería), Avreaayl Ra (percusión) y Mankwe Ndosi (voz). La flautista también ha creado otros grupos como Ice Crystal, Sonic Projections, Frequency, Indigo Trio y Black Earth Strings. En par de ocasiones, ha incorporado al excelente pianista cubano Aruán Ortiz a su equipo. Ha grabado, además, con grandes intérpretes y compositores como Roscoe Mitchell, Matthew Shipp, Michel Edelin, Craig Taiborn y Anthony Davis.

Black Earth Ensemble y su último disco Earthseed están inspirados en la obra de ciencia ficción de Octavia Butler (1947-2006). La escritora ha sido una de las fuentes del afrofuturismo, un movimiento que abarca la literatura (Butler, Samuel R. Delany, Steven Barnes, Nalo Hopkinson), las artes visuales (Basquiat, Renée Cox, Nick Cave), el cómic (Spawn, Luke Cage, Black Panther) y la música (desde Sun Ra y Parliament Funkadelic hasta Tricky y Janelle Monae, entre otros). El afrofuturismo es una estética cultural, una filosofía de la ciencia y de la historia que explora las imbricaciones de la cultura afrodiaspórica con la tecnología, en muchos casos sondeando mundos alternativos de resistencia y/o liberación.

EarthSeed es el tercer disco de Mitchell directamente inspirado en la obra de Octavia Butler, autora favorita de su madre. Los otros dos son Xenogenesis Suite (2008) e Intergalactic Beings (2014). En EarthSeed acompañan a la compositora la violinista Zara Zaharieva, Ben LaMar Gay (trompeta), Reid (cello), Ra (percusión) y Julian Otis (voz) y como colaboradora especial Lisa E. Harris (vocales, theremin, equipo electrónico), la cantante y artista de performance. Las letras fueron escritas y compuestas por Mitchell y Harris. La obra fue un encargo del Art Institute de Chicago y se estrenó allí en el septuagésimo cumpleaños de Butler (2017).

EarthSeed alude a una serie de dos novelas que publicó Butler: Parábola del sembrador (1993) y Parábola de los talentos (1998). El neologismo earthseed es el nombre de una religión creada por el personaje Lauren Oya Olamina que se fundamenta en el cambio: “Dios es poder / infinito / irresistible / inexorable / indiferente / Y aun así Dios es flexible—astuto / maestro / caos / arcilla / Dios existe para ser moldeado / Dios es cambio.” Para crear esta religión, Butler combinó elementos de muchas religiones distintas (Budismo, Ifá, Taoísmo) y modeló los escritos sagrados en la forma de los trozos poéticos del Tao Te Ching. Dichos escritos se recopilaron en un libro que se llama EarthSeed: The Books of the Living. Los textos y poemas del disco se inspiran en estos textos derivados de la novela, pero no los citan directamente.

El disco tiene once composiciones, ocho de ellas con letra; aunque las once tienen un componente vocal. Por ejemplo, la primera pista “Evernascence / Evanescence” es con voz (Harris) y Mitchell en flauta. La voz de Harris emite sonidos, silbidos, respiraciones, susurros, pero no pronuncia palabras inteligibles; mientras tanto, la flauta va trazando líneas largas en forma de espiral. Crea una sensación de espacio abierto, una atmósfera donde podemos deambular pausadamente. El disco usa la voz de Harris como un instrumento total que va desde gruñidos, risa y gorjeos hasta vuelos operáticos.

La segunda composición, “Whispering Flame”, combina segmentos cantados (con palabras) y otras vocalizadas (sin palabras). El cello cobra bastante protagonismo con un sonido que a veces parece un zumbido, en otros momentos como un serrucho; la trompeta y la flauta añaden unos toques espectrales. “Biotic Seeds”, por su parte, es una de las composiciones más logradas del disco, con Harris declamando el texto acompañada por Mitchell en flauta. La voz de Harris alterna con la voz masculina. En un momento Harris dice: “La crisis es nuestro maestro / …Abrace la crisis / Enfrente el caos / para obtener la fruta de aceptación / A la verdad / Servidores de la verdad / La verdad nos salva / Abrazamos la verdad.” En la parte donde se habla de “la verdad” el violín dibuja unos motivos emocionantes que subrayan el cambio del imperativo a lo declarativo. La letra de este tema sin duda evoca las ideas sobre el cambio de la novela de Butler. Para Mitchell, tal vez la centralidad del cambio en EarthSeed como religión tiene otra fuente: el célebre disco de Ornette Coleman, Change of the Century (1960), uno de los supremos ejemplos del free jazz, y Music of Changes (1951), de John Cage, inspirado en el I Ching, Libro de las Mutaciones, texto clásico del taoísmo termina con la siguiente frase: “Tus enemigos y tus redentores / están dentro de ti… Si escuchamos, escuchamos, escuchamos / podemos oír las lecciones / del silencio.” Esto recuerda el comentario del filósofo Mark C. Taylor: “Si escuchamos el silencio tal vez los dioses y con ellos, los mortales, renazcan.” “Biotic Seeds” no evoca el silencio, sino más bien lo ausculta, y nos deja en presencia de un silencio donde renacen dioses y mortales.

“Yes and Know”, un juego de palabras con “no” y “saber”, despliega las voces de Harris y Otis de una manera insistente pero lúdica. A la mitad hay un solo de flauta de Mitchell y su virtuosismo es innegable, aunque sea, en este sentido, la única muestra en el disco entero. Su flauta se oye en todas las composiciones, pero no cobra un protagonismo excesivo; Mitchell más bien se dedica a las tareas de dirección, composición y arreglo, y las cumple admirablemente.

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Lo valioso de las piezas de este disco estriba en que la música no está compuesta para acompañar el texto, pero tampoco el texto existe para iluminar la música. Un buen ejemplo de esto es “Moving Mirror”. Cello y violín se oyen al principio haciendo ruidos crujientes, como puertas en una película de suspenso; después las cuerdas van ascendiendo. En esta pieza las palabras son recitadas (no cantadas) y alternan la voz femenina y la masculina. La música no trata de crear espejismos, sino al contrario, pero sí se vale de repeticiones en algunos momentos, y no hay dudas de que los espejos repiten imágenes. No se trata aquí del caso de Jorge Luis Borges, quien abominaba los espejos por multiplicar el ser humano hasta el infinito; con Mitchell el texto gira alrededor de una serie de preguntas, algo misteriosas y tal vez sin respuestas. La pista termina con la siguiente: “Si tú devienes Otro / entonces ¿quién se hace espejo?” El texto se propone enfrentar los dualismos del ser. La música los suspende, los disuelve en el aire.

No obstante su referencia a la obra de Butler y las prédicas de su personaje, el rigor musical este disco de Nicole Mitchell es un reto. Algunas composiciones no tienen melodías identificables y aunque hay una dirección o un camino trazado por las autoras de los temas, la música va impulsada por constelaciones de sonidos, por grupos de tonos. Aun así, las disonancias no obstaculizan el goce y la comprensión de EarthSeed: este proyecto es enteramente absorbente y apasionante.


Personal: Nicole Mitchell (flauta, equipo electrónico, composición, texto); Lisa E. Harris (voz, equipo electrónico, theremin, composición, texto); Julian Otis (voz); Zara Zaharieva (violín); Tomeka Reid (cello); Ben LeMar Gay (trompeta, equipo electrónico); Avreaayl Ra (percusión).

Recomendaciones Adicionales: Para discos inspirados en la obra de Butler, recomiendo escuchar Xenogenesis Suite (2008) y Intergalactic Beings (2014). De Black Earth Ensemble, los dos previos y Mandorla Awakening II Emerging Worlds (2016); de Sonic Projections, The Secret Escapades of Velvet Anderson (2014); de Indigo Trio, The Ethiopian Princess Meets the Tantric Priest (2011) y, como solista, Engraved in the Wind (2013). Para los que buscan música de Mitchell con un swing más tradicional: ver Black Unstoppable (2007), que existe en CD y DVD.

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ALAN WEST-DURÁN
Alan West-Durán (La Habana, 1953). Poeta, ensayista, traductor y crítico. Ha publicado los poemarios Dar nombres a la lluvia (1994) y El tejido de Asterión (2000). De crítica literaria-cultural ha publicado Tropics of History: Cuba Imagined (1997) y Cuba A Cultural History (2017). Ha sido editor-en-jefe de African-Caribbeans: A Reference Guide (2003), Latino and Latina Writers (2004) y Cuba: A Reference Guide (2011). Ha traducido a Rosario Ferré, Alejo Carpentier, Luisa Capetillo, Nancy Morejón, y Nelly Richard. Es profesor en Northeastern University (Boston).

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