‘No creo en la poesía’, una antología bilingüe de Legna Rodríguez Iglesias, se presenta en Miami

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Legna Rodríguez Iglesias.
Legna Rodríguez Iglesias. Foto: Evelyn Sosa.

No creo en la poesía (2022), una antología bilingüe en español e italiano de la escritora cubana Legna Rodríguez Iglesias, tendrá su presentación el próximo miércoles 17 de mayo en la galería ID Art Lab de Miami, a las 7:00 de la tarde. Se reunirán en el evento el equipo de Alliteration Publishing, sello responsable de la edición, la poeta y narradora Reina María Rodríguez, encargada del prólogo que introduce el volumen, y la autora, para conversar sobre esta singular propuesta que difunde el trabajo de Rodríguez Iglesias en otra lengua y articula, a su vez, un vasto recorrido por toda su producción en verso.

Con traducción al italiano de Silvio Mignano, No creo en la poesía reúne textos de los cuadernos Chicle, Tregua fecunda, Hilo+Hilo, Dame spray, Título, Miami Century Fox y Mi pareja calva y yo vamos a tener un hijo, además de ocho poemas inéditos que dejan una imagen vívida del camino creativo transitado por la autora actualmente.

La publicación del libro llega al catálogo de Alliteration Publishing “como una oportunidad para cubrir los años de vacío del Premio Anual de Poesía Lugar Común”, confiesa la editorial en Instagram. El objetivo de este galardón, Lugar Común, que organiza el propio sello y la organización sin fines de lucro que lo impulsa, es difundir voces relevantes de diferentes comunidades a través de su traslación a otras lenguas, promover el intercambio cultural e impulsar la literatura.

La presentación de No creo en la poesía es el primer evento de su tipo para Rodríguez Iglesias en varios años. “Desde el inicio de la pandemia no publicaba ningún libro”, comentó la autora a Rialta Noticias. “Publiqué cuatro libros por aquellos días, pero la pandemia no me dejó presentarlos, ni la traducción al inglés de Mi novia preferida fue un bulldog francés, ni un libro de cuento editado en Chile, ni el cuaderno de poesía Título, traducido por Katherine M. Hedeen. Recibo con mucha gratitud el interés de Alliteration Publishing en mi poesía”.

Este proyecto de antología surgió en un momento significativo para la autora, durante su participación en un jamming poético vía zoom, organizado por unas poetas venezolanas, una lectura colectiva donde “los poemas se encadenaban al seguir hilos temáticos e intuitivos en tiempo real”. Según recuerda, participaron Batina Barrios, directora editorial de Alliteration Publishing, y Silvio Mignano. “Durante aquella lectura experimentaba muchas emociones contradictorias”.

“Yo había participado recientemente en la Fiesta de la poesía de Nueva York y acababa de regresar de un viaje a Madrid donde presenté Chupar la piedra. Pero también por esos días –quiero decirlo de manera educada, aunque sería un eufemismo–, acababa de ser demandada. Por un lado, tenía la obligación de responder a esa demanda con la que no estaba de acuerdo, me querían quitar lo más preciado que puede tener una mujer y por otro tenía la alegría del amor, de la literatura y la poesía que me produjeron los dos viajes. Todo eso influyó en mi lectura y en la manera en que los presentes recibieron mis poemas. Pasado un breve tiempo de la lectura me contactó el equipo de Alliteratïon Publishing para hacerme la propuesta de este libro.”

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No creo en la poesía permite a los lectores recorrer cada uno de los perfiles expresivos y discursivos que distinguen la producción de Rodríguez Iglesias, los mismos que la colocan en una posición privilegiada dentro de la literatura cubana contemporánea. El paso de un libro a otro, a través de algunas de sus composiciones fundamentales, hasta arribar a los inéditos que cierran el volumen, deja apreciar los giros experimentados por su escritura. Es posible aquilatar el modo orgánico en que ciertas inquietudes temáticas como la Historia, la figura de la mujer, el sexo, la política, los conflictos generacionales, la emigración y la maternidad se han ido superponiendo/abriendo paso con el tiempo.

La antología también permite observar la dinámica con que determinados códigos como el humor, el lenguaje popular, la abyección y la intertextualidad han ganado/perdido protagonismo en la obra de Rodríguez Iglesias y, sobre todo, la manera en que su uso del lenguaje se ha ido despojando o ha ido conquistando ciertas claves retóricas.

“Yo no seleccioné los poemas”, dice la autora a propósito del proceso de discriminación de los textos presentes en la antología. “El traductor y la editorial lo hicieron. Envié algunos de mis libros y algunos poemas inéditos. No envié todos mis libros publicados, excluí los peores, en mi opinión. No incluí Transtucé, que es un libro importante porque todo el libro es un solo poema, es como una sinfonía dividida en actos, y por eso decidí excluirlo. Me parecía que no tenía sentido escoger un poema de allí cuando necesitaba de los otros.”

“El traductor leyó, y supongo que escogió los poemas que podían traducirse mejor, o los que más le atrajeron. Sí hubo algunos que pedí sustituir. Yo quise respetar su selección, aunque después leyendo, me he dado cuenta de que no siempre están mis preferidos. Sí metí la mano en dos o tres poemas seleccionados por ellos que me gustaban menos que otros que consideraba que se debían incluir. En cada libro hay dos o tres poemas que son los poemas y esos no podían faltar. Del libro que habla de la experiencia del embarazo, por ejemplo, yo no quería que faltara “La barriga”, que es un poema que si lo hubiera escrito otra persona yo envidiaría. Ese poema es uno de mis mejores poemas y no formaba parte de la selección originalmente. Es gracioso porque de Hilo+Hilo escogieron los más bizarros. Debería leer esos en la presentación, para ver enrojecer al público con poemas escritos en el 2012.”

Legna Rodríguez Iglesias. Foto: Evelyn Sosa.
Legna Rodríguez Iglesias. Foto: Evelyn Sosa.

Los poemas inéditos de No creo en la poesía son de las propuestas más atractivas, porque entregan, sobre todo a quienes han seguido de cerca el trabajo de esta escritora, los signos de una renovación y la irrupción de una nueva sensibilidad en su estilo característico. Es notable el enriquecimiento que la voz de la autora experimenta de la mano de la libertad confesional y la iconoclasia retórica que le es propia.

“Mi poesía ha madurado, en el sentido lúdico, porque es imposible pasarse la vida jugando, en el poema quiero decir. Sin embargo me sigue gustando hablar de la fisiología, de la sexualidad y de la emoción como formas de pensamiento. En una época donde lo políticamente correcto es la ley, creo que mis poemas siguen transgrediendo cosas. Mis poemas, por ejemplo, hablan de un amor monógamo, y hoy no hay nada más transgresor que eso. Si antes dije que escribir era jugar, ahora digo que escribir es trabajar, limpiar zapatos, untar betún. Aunque, igual se me embarra la cara de betún y me da tremenda risa.”

“Los poemas hasta ahora inéditos compilados en la antología pertenecen a libros distintos. Varios están incluidos en un cuaderno que he enviado a muchos concursos y nunca gana. Poemas que escribí sacando pizzas más grandes que yo de un horno de Miami en el 2016. Otros son más recientes, donde ya aparece la figura del hijo junto a la figura de la mujer: dos figuras que me interesan mucho. Son poemas donde ensayo mi poética como escritora, una poética del orine y de la figura agachada. Orinar es un alivio.”

Residente en Miami hace varios años, Rodríguez Iglesias ha consumado una significativa producción para el paisaje literario cubano, en una medida considerable gracias a la singularidad de su imaginario. Galardonada con importantes reconocimientos como el Premio Iberoamericano de Cuentos Julio Cortázar (2011), el Casa de Las Américas de Teatro (2016) y el Centrifugados de Poesía Joven (2019, su obra rebasa el género de la poesía. También es autora, entre otros títulos, de las novelas Mi novia preferida fue un bulldog francés (Editorial Alfaguara, 2017), Mayonesa bien brillante (Hypermedia Ediciones, 2015) y Las analfabetas (Editorial Bokeh, 2015), así como de las colecciones de cuento No sabe/no contesta (Ediciones La Palma, 2015) y La mujer que compró el mundo (Editorial Los Libros de La Mujer Rota, 2017).

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