William Bronk
William Bronk

Presentación

William Bronk (1918-1999) fue un destacado poeta norteamericano que estudió en la Universidad de Harvard y participó en la Segunda Guerra Mundial. En palabras de Michael Heller, del New York Times Book Review, la poesía de Bronk “ofrece otra manera de ver nuestra humanidad común, no en una concurrencia imaginaria de conocimiento compartido, sino en nuestra necesidad de construir y reconstruir mundos, en nuestros intentos de apaciguar un hambre metafísica común”. En muchos de sus poemas pone en tela de juicio el conocimiento humano y sus límites, a la vez que juega con la distancia establecida por el hombre ante el mundo natural del cual, al parecer para Bronk, ya no forma parte. Todo esto escrito en un lenguaje, estructura y estilo aparentemente simple. También escribió Vectors and Smoothable Curves (1983), un libro que recoge ensayos escritos a lo largo de cuarenta años. En 1982 ganó el American Book Award por su libro Life Supports. Otros de sus títulos son Light and Dark (1956), That Beauty Still (1978), Death is the Place (1989), Some Words (1992), y The Mild Day (1993), de donde han sido tomados los poemas aquí traducidos.

Poemas de El día tranquilo

Safari

Es como ir a vivir a África
con animales a nuestro alrededor, animales
independientemente de nosotros y no nosotros la vida
del lugar como en este universo,
incluso en la tierra, las fuerzas son
que no vemos la forma en que los animales
podían ser vistos pero están alrededor y son
independientemente de nosotros que no somos la vida del lugar.
Asombrados, defendemos nuestro terreno extranjero. Observamos.

Pequeña caminata

Despierto de noche, camino en la oscuridad de la casa.
Los pies descalzos son silenciosos. Las habitaciones están imperturbables.
¿Cómo han sido los días y las noches de otros?
Creo, ahora, que no más que esto.

Solos

Solos, como parece que estamos a menudo,
podemos determinar partes de nuestras vidas y las vidas
de quienes nos rodean. Más que eso, decimos
cómo puede ser el mundo, cómo surgió
y por qué. Damos la verdad. Tan grandes somos.

Algo que no pretende contravenirnos,
algo que ni siquiera necesita saber que estamos allí,
al seguir sus propios procedimientos, lo barre
todo: lo que sea que hayamos hecho o dicho.
Nos barre. Estamos al lado del punto.

- Anuncio -Maestría Anfibia

No importa. Cerrados al lado. La seriedad
del deseo es una voz que nos canta y,
en su canto, humilla cualquier reclamo.

Verbal

Una persona es como la escena que ve:
justo allí y cree estar allí.
No es el nombre dado o el nombre hecho.
Ser es el verbo ser. El sustantivo pretende.

Buena historia

Las historias no son solo para ayudarnos a dormir
sino, más aún, para despertarnos fácilmente:
historias de dioses,
historias de ciencia,
todo porque
no se sabe.

Discrecional

Lo que mirabas entonces y ahora puede ser
lo mismo aunque lo que ves no lo sea. Dormidos,
podemos reconocer personas que conocemos
y lugares de momentos en que estamos despiertos. Es una vista diferente.
No lo sabíamos. No es que nos equivocáramos
en ninguno de los dos casos. Es que otras veces
dormidos, despiertos, nunca vemos lo que es.

Marco principal

La enorme complejidad de los detalles y los
elementos de diseño integrados en cada uno,
no solo de nosotros sino en todos los ejemplos de animales
y plantas, es lo que nos distrae y nos engaña,
incluso cuando su descubrimiento nos deleita.
En su derroche extravagante no parece haber
necesidad de nada de eso. Buscamos el uso
o la dirección como si debiera estar en todo esto.
La intención, si hay una, no está ahí.

La forma en que funciona

El mundo material es una forma —por lo demás
difícil, incluso imposible—
de hablar de algo que puede ser.
El mundo material lo hace más real para nosotros,
es un emblema, una especie de metáfora, podemos
ponerle nuestras manos encima y manipularlo.
Tenemos el big bang para lograrlo,
pero todo está ahí antes de eso.
Tiene que ser. ¿Y no lo estamos nosotros también?

Actos de devoción

El hecho de la devoción es más real que su verdad.

Buscamos una forma para nuestro deseo
que no tiene forma.
Qué hermosas son esas formas
que el deseo se hace a sí mismo.
Y cómo alaban
la belleza de nuestro deseo cuando tiene su forma.

Podríamos mentir en ellas eternamente si su alabanza fuera verdadera.

Tablas desnudas en el mundo

No más que nosotros tampoco lo es el resto de la vida
del mundo natural. Nos amamos como si lo fuéramos.
La tierra profunda y el cielo aún más profundo
son decorados que no se utilizan en el escenario de la vida.
Los actores y actrices no se ven ni se escuchan.
Sentados como testigos del poder de la vida. Asistimos.

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