El crítico cubano Andrés Isaac Santana presentará en Madrid su libro ‘Gramática de resistencia’

Gramática de resistencia, el título más reciente del crítico, curador y ensayista Andrés Isaac Santana, publicado por el sello español Aduana Vieja, se presentará en Madrid el sábado 26 de febrero en la sede de la editorial La Fábrica. En el encuentro se reunirán Taiyana Pimentel, directora de MARCO en Monterrey (México), Pablo León de la Barra, curador adjunto del Museo Guggenheim de Nueva York, y Cuauhtémoc Medina, catedrático de la Universidad Autónoma de México (UNAM), para discutir sobre la nueva propuesta del autor cubano, que servirá de pretexto para abordar también las particularidades de su trayectoria, su escritura y sus ideas.

El libro se ordena en dos secciones: Interpretaciones, escarceos y lances amatorios y Retrato de un crítico. Constituye una sistematización del pensamiento crítico y de la visión que tiene el autor sobre el paisaje actual de las artes visuales a través de un conjunto de textos realizados “en el rigor de la pandemia y durante los meses de encierro que resultaron de ella”. Rescatados de la inmediatez impuesta por la escritura periódica, los trabajos que integran el volumen conforman un corpus analítico y valorativo mediante el cual se divisa, en una suerte de plano general, algunos de los signos estéticos, intereses temáticos, preocupaciones estilísticas, voces emergentes, poéticas y síntomas epocales, que caracterizan nuestro tiempo.

Esta labor de compilación ha sido recurrente en la trayectoria de Isaac Santana, quien no sólo ha juntado sus propios ensayos en títulos anteriores, sino que ha antologado dos imprescindibles volúmenes para entender el devenir de la crítica sobre el arte nacional: Nosotros, los más infieles, dedicado a los críticos y ensayistas sobre artes visuales que emergieron durante la década del noventa, y Lenguaje sucio, continuación del empeño anterior que se extiende en su selección hasta el presente. Al ordenar las meditaciones del autor, Gramática de resistencia permite ahora divisar mejor la singularidad de su poética, y retener el nervio de su prosa, de su sensibilidad y reflexiones.

Dando cuenta de su compromiso intelectual con la creación, la segunda sección del libro tiene la especificidad de reunir “una selección de apuntes críticos y notas delirantes del autor publicados en su cuenta de Instagram. Lo que supone, sin duda alguna, otra forma de ejercitar y de entender la crítica de arte alejada del asentamiento en sus soportes tradicionales y desligada de los principios de jerarquía a los que siempre ha estado sometida”, como apunta el propio Isaac Santana. En efecto, Gramática de resistencia confirma otra vez la ductilidad de los registros en que el autor ha ejercido la crítica, que a la fecha ha llegado a ser una polifonía metodológica distintiva de su estilo, marcada además por un rigor gnoseológico o una notable responsabilidad comunicativa. Quizás lo más revelador de leer reunidos estos escritos tan personales, pensados directamente para una red social, es constatar que la crítica puntual, la nota de ocasión, las confesiones íntimas, también tienen contribuciones sustanciales que hacer al conocimiento.

“Uno pudiera pensar que las publicaciones en las redes sociales, por su naturaleza volátil y estilo perentorio, cumplen una misión efímera, destinada a disolverse en el éter, mutar quizás, como un semillero de ideas, en textos más ambiciosos, pero este es un medio cuya dinámica favorece al estilo de Andrés Isaac Santana, que puede permitirse flirteos y gravedades sentenciosas desde la comodidad de la primera persona, la voz que predomina incluso en sus ensayos y artículos más extensos, sin que provoque ninguna extrañeza”, comenta Joaquín Badajoz en el prefacio del libro.

El crítico, establecido como una de las voces más prolíficas e influyentes en el campo de las artes visuales cubanas, destaca por el carácter interpretativo de sus análisis y la personalidad de su escritura. El desborde de su prosa es resultado de un involucramiento sensual con el acto creativo. En Gramática de resistencia se muestra la zona más personal de su escritura. Los análisis, comentarios y valoraciones compilados son gestos subjetivos en los que este autor comparte sus emociones, o sea, su experiencia afectiva ante el hecho estético. Tal perspectiva explica por qué él mismo concibe su gramática, su actitud crítica y su voluntad estilística como “un acto de resistencia”.