David Huerta

¿Cómo hablar de un libro que nos gusta si no es desde el placer? Si ese libro es además luminoso en su estilo, sagacísimo en su mirada y amistosamente humilde como Las hojas sobre poesía, de David Huerta, me imagino dos caminos.

Ambos conducen (¿quizá?) al mismo destino, pero por diferentes rutas. El primero llega irremediablemente en línea recta a la meta; si nuestras lecturas son pocas, la experiencia no pasará de ser reflejo de limitaciones y soledades. Algo así como:

Las hojas sobre poesía (2020), de David Huerta, es un volumen de ensayos varios “de luciente oficio” que tienen en común el interés sobre el universo poético, “aun a pesar de las tinieblas y aun a pesar de las estrellas”. En 33 textos de extensión varia el autor, “midiendo la espesura”, pasa revista a Dante, Góngora y Cervantes, así como a no pocos problemas de traducción, análisis retórico, hermenéutico y estilístico. De tal manera que “con pie ya más seguro”, el lector transita de la mano del autor lo mismo por una traducción de Dante publicada en 1428 que por un monóstico de Gorostiza como si de “un agradable risco se tratara”. Grande empresa es mudar “inexpugnable muro” que es Comedia por “estación florida”. El origen del libro está en “Aguas aéreas”, columna mensual que el autor sostuvo con “suave estilo y sonora pluma” durante diez años (2007-2017) y que Cataria ediciones tuvo a bien darle “gallarda y civil magnificencia” en 2020.[1]

El otro sendero al que aludía antes lo puedo describir como la ruta del que camina el bosque, no sólo para llegar al río a beber de su agua clara, sino también para descubrir nuevos caminos, aunque ello le lleve a hacer pausas, detenerse, regresar sobre sus propios pasos y paladear el trayecto. Una lectura de hipérbaton frente a la anterior: la del grado cero.

Aquí abro un paréntesis, no sólo es digno y grato el contenido (los contenidos) de cada uno de los treinta y tres ensayos del volumen, sino también su lenguaje; por eso mientras se lee el libro parece que el camino es sencillo, pero ahora cuando escribo esto y lo pienso me transporto irremediablemente en anástrofe vehículo. Es decir: Las hojas sobre poesía me llevan a exclamar: es un gusto que “en una de fregar cayó caldera” con esto de la poesía, porque ese caer en las figuras del poema es hacerlo de la mano de un maestro de la lengua.

De Saint-John Perse a López Velarde, de Dante a Zurita, del siglo XV al romanticismo inglés, David Huerta y su manera de pensar la poesía preparan el viaje fantástico, por ejemplo, al pensar el Eliot del “wilderness of mirrors” del “Gerontion” a la luz de un seperespía de los Estados Unidos: James Jesus Angleton (1917-1987), quien, además de ser experto en “labores de inteligencia y contrainteligencia”, citaba frecuentemente el verso del poeta norteamericano para referir la labor de los dobles o triples agentes durante la Guerra Fría. Fueron personas envueltas en una “selva de espejos”.

El ensayo al que me refiero lleva por título “En la selva de espejos”, e inicia con otro aguijón para los que amamos los detalles. La cita de Carlos Pellicer que retoma Juan José Arreola en su Confabulario como epígrafe, pero en una variante que no resta poesía y que sí añade angustia. La cita de Pellicer es: “mudo espío/ mientras alguien inmóvil y voraz me observa”; la frase que retoma Arreola al inicio de su libro es: “mudo espío/ mientras alguien voraz a mí me observa”. Más allá de la formulación en un perfecto endecasílabo melódico (de acentos en el tercero, sexto y décimo tiempo), la supresión del adjetivo inmóvil en la frase del jalisciense, por supuesto, permite que esa voracidad, antes quieta, sea susceptible de atacar.

De Pellicer a Arreola, del espía estadounidense y miembro de la CIA a Eliot, del “wilderness of mirrors” al Páramo de sueños, de Alí Chumacero… y así hasta llegar a 1984 cuando de pronto el poeta mexicano es detenido por agentes rusos. Cito: “No estaba yo nervioso; pero al paso de los minutos me fui angustiando, pues ¿cómo no? La frase más temida por cualquier mexicano (“Joven, nos va a tener que acompañar”) me fue dicha a miles de kilómetros de mi país por un par de circunspectos agentes secretos de una poderosa nación extranjera”. (139) No me imagino cómo será escuchar en ruso, de boca de un sujeto de dos metros, la invitación cortés e ineludible a ser preso en un país ajeno, pero ahora ya sé cómo David Huerta, sin que nos diéramos cuenta, nos transportó en la lectura atenta del verso de Pellicer que habla de la voracidad de quien observa al que espía mudo para cerrar con una crítica severa al papel de la CIA y ligarlo todo con la denuncia de Orhan Pamuk, Premio Nobel de Literatura 2006, a la matanza de armenios a manos de sus coterráneos.

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No es este el cauce de todo el libro. “En la selva de los espejos” es un ejemplo de cómo la literatura conduce también a la política, a mirar el mundo voraz sin quedarnos mudos. A lo largo de sus potentes y rapidísimas 250 páginas, Huerta dibuja con trazo amable senderos que conectan la memoria con la cita, la edición con el tratadista, el comentario con la agudeza, la poesía con la difusión…

El amable laberinto de luminosas ventanas, Las hojas sobre poesía, de David Huerta, es y será ese volumen que acompañe al lector que se sienta atraído a la poesía. Cierro este pequeño apunte pensando que se trata, sobre todo, de un libro para aprender, uno como el de Antonio Gómez Robelo sobre Dante del que nuestro autor refiere: “sin tecnicismos estériles, ni teorías inútiles, gracias a la sola fuerza del conocimiento metódico, a la exploración de las fuentes […] al ejercicio del gusto”… y yo añadiría: y gracias al alto amor que le tiene David Huerta a la poesía.


Notas:

Una versión de este texto se leyó en la presentación del libro Las hojas sobre poesía el día 26 de marzo de 2021.

 [1] Como puede notarse, incorporé citas de Luis de Góngora en este párrafo para homenajear la lectura que David Huerta hace del cordobés.

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ISRAEL RAMÍREZ
Israel Ramírez. Doctor en Letras Mexicanas por la UNAM y profesor-investigador de El Colegio de San Luis. Coeditó los volúmenes Los raros. Autores y géneros excluidos en la literatura hispánica (COLSAN, 2020) y Estudios de literatura mexicana del siglo XX. Homenaje a Samuel Gordon (Universidad Iberoamericana / COLSAN, 2020). Es miembro fundador del Seminario de Investigación en Poesía Mexicana Contemporánea, que coordinó de 2009 a 2011. Dirige el Fondo Digital Ramón López Velarde.

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