Ezequiel O. Suárez

Como casi siempre en la obra de Ezequiel, estos textos suyos –llamémosle así a falta de un término de mejor encaje– se hallan dentro de las cosas y fuera de todos los circuitos. Los circuitos conocidos, se entiende, los que estaban ya allí cuando nosotros llegamos. Su escritura se apropia de ese formato que el mundillo del arte ha reinventado para sí: el statement, y hace de la declaratoria gremial un ejercicio de lucidez. Textos cortos, en ocasiones de una sola línea, que ocurren dos, tres veces; muchas veces al interior de su propio tiempo. Lo conversacional, aquí, es más un efecto que una voluntad. En medio de la escritura la palabra sostiene la respiración, Ezequiel se detiene y, mientras aclara y corrige, se repliega, duda, insiste y retoma la marcha, los de este lado vemos, con absoluta transparencia, cuanto acontece en el centro de su sintaxis quebrada. La palabra que trastabilla se asienta, al fin, en la boca del lector. Y la muerde uno, y se queda con su sabor en el paladar. Un rato así, pongamos. O muchos días probablemente.

Cuba, un detalle, el arte y su séquito, un detalle. Referencias cruzadas, apuntes domésticos. Las fechas son apenas una posibilidad, tampoco hay que tomarlas al pie de la letra. Lo importante en estos textos se está debatiendo en los terrenos inefables de la poesía y el pensamiento sagaz. En el statement 14 dice: “El sol, en latas, cae. Vacías latas de zinc”.

Daleysi Moya

La mente subdesarrollada (descontento y retractación)

Es característico de la mente subdesarrollada estar plagada de prejuicios, y es una plaga del subdesarrollo ir por ahí pegado a los prejuicios. Esto, en nuestro medio (la avanzadilla en Cuba, ese apartado), es también un dogma, o válido, y lo puedes comprobar Aquí y Ahora; no sin esfuerzo, pues siempre se espera, al menos entre los artistas, una mayor amplitud de miras. A saber: menos tensión y miedo al otro. Pero no sucede así, lamentablemente, y ocurre muy poco: la relajación. ¡Pues claro! Y es que, como estos artistas nacieron y se formaron en el subdesarrollo… Amén de que algunos de ellos, en alguna o varias intervenciones, se hayan presentado al Primero de los Mundos, no importa, el implante del Tercero es para siempre y fijo.

Para poner un ejemplo: alguien tuvo, en determinada estación de su vida, una crisis nerviosa, incluso dos. Pues bien, esa persona está LOCA (o LOCAS, que pasó dos veces). Aún más: esa persona (o “personaje”, que así lo llaman) ya superó esas crisis, eventualmente; pero se comporta raro, le ha dado por la bebida. Eventualmente, se entiende. Pero no es ese estado (la embriaguez y otros) la causa de su extrañeza y mal comportamiento social; sino el hecho, incontestable para todos (una tabla en medio del mar sombrío, ¡qué hay que clasificar!), es un hecho para todos que esa persona está definitivamente perdida y LOCAS.

Y a esto no escapan los más jóvenes; es decir, a estas debilidades del carácter y casi horrenda desinformación. Casi, porque todo, o “casi” todo, en el subdesarrollo, transcurre a medias. Y, sobre todo, entre ellos (los juveniles), que no han salido todavía de ESTO, o únicamente a través del cine y algunas vistas por televisión, pequeñas vistas al Gran Comportamiento Inadaptado… Pues no conocen otra cosa que no sea un país profundamente en crisis y en vías de más y más subdesarrollo y mala programación. A medias, se entiende.

Pero también habría que alborotar aquí acerca de algo: la rigidez. Lo que así llaman. Pues en la mente subdesarrollada se asienta perfectamente. Lo mismo en aquellos que están a favor que contra lo establecido: los así llamados Disidentes (más o menos), muy rígidos, digamos; igual sus pares los Integrados (muy rígidos, más o menos).

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Y es por ello que la mente subdesarrollada, o paralítica, cuando se encuentra con esos “dinámicos”, grotescos seres libres (el loco, el borracho, ni idea), pues no acepta, no puede aceptar tanta plasticidad, por decirlo de alguna manera, tanta subversión y compromiso. Compromiso con el Aquí y el Ahora. ¡Kemadera! Que así le llaman estas rígidas mentes del Sub al gran comportamiento inadaptado.

Y se apartan. Como que no están en situación. No es una situación cómoda para ellos. De más está decir que la mente subdesarrollada, a ambos lados del diferendo, siempre se cree correcta.

Invierno, 2014

Sobre “Bajo la influencia”

1) En los textos que siguen hay una intrusa. Digamos, uno. Alguien que, bajando del ático a la fuerza (su torre hacia el oeste) se ha internado en los jardines sudosos, hieráticos, de una hectárea más grande. Digamos, más grande. Para ser más exactos: en la Grande y Noble literatura, con sus escritores “calenticos” frente a la página blanca.

2) Tenemos el libro. Digamos, lo tenemos. Como a una puerca lo abrimos. Vemos que alguien ha irrumpido en el texto, alejándose del centro. Digamos, alejándose. Subrayando palabras, siguiendo un orden entre lineal y vesánico, entre vesánico y coloquial, ha introducido nuevos pasajes en el texto principal o limbo en calentamiento. Para decirlo de una vez: este procedimiento no pretende crear poesía (dar esa impresión). Son tan sólo líneas que ingresan.

Otoño, 2001

Statement 1

Este mundo debería ser llevado al cine. Seguro. Una muchacha me dijo: “Mirá, yo te ayudo, y entre los dos podemos llevarlo, tú lo coges por Vancouver (lo cogés al mundo por la escena de Vancouver) y yo por las islas”. Malvinas, se entiende. Claro, pero no se trata de eso. Yo me refería al cine. Y no quería hablar de esto, pero es IMPORTANTE: la comedia, todo eso, llama la atención. Los comisarios (los curators, como prefieras) siempre se fijan en ello. Les dices: “¡Fontana sicótica!”. En seguida saben de qué se trata: la comedia está presente ahí. Y más adelante, como a las cinco y media de la mañana, dices: “Las extensiones siempre hacen falta”. Lo entienden, pero perfecto. En fin, que hay otras cosas de comedia en este mundo y en otros que me propongo hacer (otros mundos que voy a hacer, si me preguntas), porque el artista siempre es incansable, igual que el público y el incansable lector… Pero ¿y los críticos? Los críticos son comediantes, y humanitarios (¡los galeristas, ok!). Igual las ricas y las ricas críticas y los coleccionistas de ArteOK.

Claro, no había árboles.

Mis instalaciones son muy buenas, in situ. Y mi Arte Digital y Video Hart, que es Nouveau. Aunque el arte digital no es tan nuevo… Que desde la época de las cavernas (las cavernas locas), hasta nuestros días actuales, lo digital aparece y reaparece en la escena del crimen. El escenario del crimen, ¡ok! Sí, que es muy interesante esto, y ya veo que los artistas somos cada vez más. Y desde los tiempos del 1er Crimen, y hasta hoy, no hemos parado de hacer arte y MÚSICA OK y ARTE MAÑANA y FOTOS ARGENTINAS. ¿Qué el Arte Encefálico interesa igual? A todos. Y entretiene igual. No tanto como la pintura (eso mismo), que es más espeluznante para mí. Gracias, igualmente para todos. Por ejemplo: este mundo debería ser llevado al cine, adaptado a la pantalla grande. La gente siempre se adapta. Como esas parejas que se acuestan juntos, pero duermen solos.

Me encanta el dinero, pero sin meterme en política.

Otoño, 2005

De la serie ʽDJ Pluvioʼ Ezequiel Suárez 2 | Rialta
De la serie ʽDJ Pluvioʼ, Ezequiel Suárez

Statement 2

Yo hago las cosas así. Sucias y pobres, estúpidas y enanas. Y es mi objetivo el molestarlos a ustedes en 1er lugar. A ustedes, que son todos, y casi todos, unos piti-piti del Sub y desinformadas.* ¿Esperaban ustedes otra cosa de mí? Eventualmente, eso sí. Y yo esperaba otra cosa de Uds. Eventualmente, se entiende. Que se cansa uno de ser molestado.

Verano, 2019

* Sánchez Sánchez Suset ha utilizado las palabras delirio y delirante (términos en desuso) para estigmatizar mi trabajo con letreros. Y lo ha hecho MUY BIEN, como corresponde a todo gobierno de artistas (totalitario), de artistas y críticos y regímenes de artistas y gente reunida. Reunidos a pensar. Pero, ¿pensar por el día? Y no preguntarle a la almohada. No ver in situ. Y ver in situ es VER TODOS LOS DÍAS, VER TODAS LAS NOCHES, si pudieras. Ver las noches, muñeca. Ver por el día.

Statement 4 (por la central de las fotos)

No es arte, es Fotografías. Es ejemplos. Tomar una foto (o más fotos) es Fotografías, es ejemplos. Imprimir esa foto (no hacer nada con entusiasmo) es Fotografías, por ejemplo. No son emocionantes, no intelectuales estos ejemplos. Ninguna foto es emocionante, ni estos ejemplos… ¡Hola!, que aquí se trata de dejar sin trabajo a los fotógrafos locales, especialmente a la gorda adicta B. Muchos fotógrafos en esta sala, muchos ejemplos.

Invierno, 1970

Statement 5 (centro de la Tierra: la casa de Kurt Cobain)

No sé por qué pasa, pero entras a esta sala. Un sol alpino envuelve la entrada. Las tibias cortinas, pensativas también y dueñas de sí, se elevan de pronto rozando los muebles, se entrelazan y chocan formando en el medio un puño amarillo, ocre y rosado. Es un centro de la Tierra como otro cualquiera, dices. Insignificante y costoso, dices. Como esas mentes vacías y rubias que bailan.

Y ya sabemos que los cubanos lo complican todo.

Verano, 2016

Statement 6

Son tantos. Y todos creen que son ellos los duros.

Statement 7

Algo. Si no teníamos dinero. Las emociones eran tubos que apenas podíamos comprar. Algo, un sentimiento así.

Statement 8

Mis padres me golpeaban. En el techo, en la calle, cuando viajo a Roma.

Statement 9

No sé. Y tú, inclínate. Que aquí podría ser la poda de maestros. Mira la separación, la poda de maestros.

Statement 10

Mirá, los tronquitos hago girar. Con fuerza las piernas, los tronquitos otra vez.

Statement 11

En Bérgamo (cerrando los puños) a las italianas ponía debajo. Sus pubescencias de pesados ocres. Aquello, y lo pensé dos veces, se acentúa más.

Statement 12

Dejarlo atrás, este país de muertos.

Statement 13

Avanzas, y adelantarse es tu movimiento. Eso. Y que crujan los falos. Hay en el ambiente esa vulva.

Statement 14

El sol, en latas, cae. Vacías latas de zinc.

Statement 15

Aunque no se manifieste, la pulcritud mata el deseo. Crea “los complicados”.

Statement 16

Los brazos que necesitas, y remas hacia adentro. Los brazos que necesitas.

Statement 17

Señor, que a ese pasto he subido. Y desde allí, torpemente, he sido La Perfección. De hilo tan perfecto mi ojo naranja, el seso marrón.

Statement 18

En países viviera, en países que uno hace. Pero tantos edificios.

Statement 19

Te vienes con mi brazo de tierra.

Statement 20

Las situaciones avanzan. O mejor: busca esa forma que guardan en el féretro.

Statement 21

Los perros dejo que calmes, Eleanor. La ira en mí. Yo empujo la cabeza, y una cabeza llena las bolsas.

Statement 22

Una habitación (o pared) se ha enrojecido. Pues eso mismo hicieron ustedes: acabar como acabaron.

Statement 23

De un féretro emerges, y gris el conjunto. Una impresión el ano.

Statement 24

Calma. Que la pasión, en su vagina, no cedió. Ella dijo: “Es un descanso, un desarrollo, aquello que edifiqué”.

Statement 25

Veamos, esas muchachas que nunca tenemos que alimentar.

Statement 26

Realidad eres tú con las manos grandes.

Statement 27

Caliente traigo una niña. Pero una niña ya no atrae. Y excreta tengo.

De la serie ʽDJ Pluvioʼ Ezequiel Suárez | Rialta
De la serie ʽDJ Pluvioʼ, Ezequiel Suárez

Las soledades

Judd (el escultor Donald Judd) veía la pintura como un error: “Esas superficies rectangulares situadas planas sobre la pared”, decía. Pero he ahí la belleza de la pintura, ¿o no?, su accesibilidad y precipitación, pero detenida, su “estar puesta”. Fácil. Y no hay que voltearse para ver nada, una ventaja. Por otro lado, el Sr Judd (de quien no debemos renegar los partidarios de la pintura, sea rectangular, cuadrada o redonda como un Bosco) sí vislumbró algo –y no poca cosa, da vértigo– en otros terrenos, su objeto de estudio y materia, digamos, lo escultórico: “Encontrar una forma que no sea ni geométrica ni orgánica, eso sí sería un gran descubrimiento”.

Pero hablemos aquí de Catherzina Badach, la pintora polaco-cubana Badach, y occidental. ¿Qué hay? Pintura. Y está puesta. Porque de lo que se trata es del toque. Del toque, Maestro. No música, ¿o la prefieres? Del toque de la mano (esa extensión, pero ¿y el pincel?), del toque de la mano sobre una tela… Y las manos, ya se sabe, se quiebran entre sí, absolutamente. Pero nunca, no creo, las manos de esta polaca, empeñada, digamos, en buscar soluciones para su cuadro. Y cada movimiento de la mano, y cada arrepentimiento de una y de la otra, en su segundo, es una solución para el fondo. Y el fondo, o cuestión de fondo, como quieras (en pintura), no es el contenido o carta, sino el toque, Maestro.

Que la mano dirigida, allí en su taller, llegue hasta nosotros y atravesando yardas. Hasta nosotros y al vulgo. Que llegue al fin y nos alegre, que nos alegre o turbe. Aunque nada turbulento es arte, o no sé. Y esta pintora es alegre, su toque lo es. Vaya, un Persuasivo más, otro Angélico.

Ya, que el urbanismo. Y las vitrinas, vaya, la luz del trópico. Interiores y exteriores. Las soledades.

Las fotos del Sí

No. Esa palabra. Es la palabra preferida de los cubanos, la instantánea. Muy rápida esa palabra, claro. Si buscabas algo, la respuesta es No. “A Paseo, ve a Paseo”, nos dicen. La instantánea.

Aun así, y a cambio, hay otro No, un No otro: “No, ni pinga, ve tú con tu familia”. Un no cívico, ciudadano, el simple derecho. Una negación que aparece (cuando aparece, digamos) y es poco seguida y desaparece. Que la continuidad, la coherencia, no es un bien por aquí, eso ya lo sabíamos. Los bienes son comestibles: lo que nos dan y nos buscamos. Y no hay tiempo que perder (mira ese culo) en formar algo en los astilleros. Los astilleros famosos.

Pero aquí están las fotos de Leandro Feal Bonachea, las tomadas en Cuba. Fotos del Sí, diríamos. De la afirmación, no del asentimiento alegre y servil: “Sí, voy a Paseo”. O algo así y de ese tipo. De la afirmación, claro. Documentos de un país otro, más relajado, pujante (incluso), menos rígido en su apartado (apartado del mundo, se entiende, del mundo “como es”). Un país con luz propia, ¿sabías?, aun así. Una luz que Leandro Feal Bonachea ha pintado (y Juan Luis Pintado es su mejor retrato) y despintado buscando una irradiación más suave, más amable o amada, como prefieras. Que en definitiva es su país también, y su derecho.

En estas fotos es otra la agitación. No es política, parece. Son sólo muchachos y muchachas. Y el party. En otros registros, personas del común. Pero, sobre todo, la mirada (“la fijeza”, vaya, el Lezama) está en los jóvenes: avistamientos de una Cuba mejor, de esperanzas en esta y otra y una próxima juventud, la que se queda.

2014

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