El videoclip musical Virgen mambisa (exiliada) –dirigido por el realizador cubano Eliecer Jiménez Almeida, y con las interpretaciones de Haydée Milanés, Pavel Urkiza (también arreglos), Alfredo Triff (violín) y la Coral Cubana– fue presentado este miércoles 6 de diciembre en la Ermita de la Caridad, en la ciudad de Miami.
Uno de los objetivos de esta producción –que rescata en su totalidad la letra del canto original compuesto por Rogelio Zelada– era “unir […] elementos de un discurso mucho más grande, un discurso nacional, de una interpretación nacional de lo que es nuestra fe”, confesó el propio Jiménez Almeida en el making of, también exhibido durante la velada.
Durante el acto de presentación del material, con la presencia del padre José Joaquín Espino, rector del Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad, el cineasta cubano no solo agradeció “su generosidad y su talento” a quienes colaboraron en el video, sino que, antes de finalizar, hizo notar que el título, Virgen mambisa (exiliada), resalta el lugar donde fue realizado.
“Estrofas de la canción «Virgen mambisa» han sido censuradas en Cuba durante décadas. El exilio de Miami la devuelve íntegra, e invita a cantarle sin temor a nuestra Cachita”, se lee al inicio del making of y al final del videoclip.
Por su parte, Haydée Milanés aseguró que cantó “con muchísimo amor, con muchísima devoción, y también con los mismos deseos de libertad para Cuba y la comprensión y el amor para todos los cubanos”.
“Es una canción muy amorosa, que llama al amor, que llama a la unidad, que llama a la compasión, también, y que llama a la libertad”, se la escucha decir entonces en el making of.
A su vez, Pavel Urkiza explica ahí su búsqueda de “un arreglo que estuviera conectado con ese lamento afro [del] que habla el maestro Rogelio Zelada, y llevarlo un poco a la actualidad”.
De ahí los tambores batá que, apunta el músico, aportan “esa otra parte de la religiosidad [afro]cubana”, y por supuesto el violín, un instrumento europeo, pero “que también se utiliza en esas prácticas sincréticas de la música cubana”.
Alfredo Triff subraya asimismo “esa comunión tan particular entre el violín y la percusión cubana: le decían toques de violín”, y agrega: El contenido de esa música es tan poderoso… Parece que a los santos les encanta”.
En el making of Virgen mambisa (exiliada), Triff se muestra, de hecho, encantado de haber trabajado “con amigos que admiro y aprecio, haciendo una música linda, una música espiritual”.
Finalmente, Jiménez Almeida describe un impulso no solo de índole espiritual, sino más bien ético, político como motivación para realizar esta pieza: “El simple hecho de que la Ermita exista es la respuesta al gran silencio que ha tenido que hacer el pueblo cubano por la represión del régimen”, dice. “Entonces, cómo no lanzarme a esta experiencia, sabiendo que vamos a tener la posibilidad de abrir un camino y una nueva voz sobre la Virgen de La Caridad”.
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