Conversación con Samuel Riera y Derbis Campos sobre la última exposición de Art Brut Proyect Cuba

Art Brut Proyect Cuba, iniciativa independiente que explora y fomenta el Art Brut y el Outsider Art en el país caribeño, inauguró recientemente una singular exposición, bajo el título Visiones contemporáneas dentro del Arte Cubano. La muestra, consumada con el apoyo de la Embajada Noruega en Cuba, abrió al público el sábado 17 de diciembre de 2022 en Riera Studio, la sede capitalina del proyecto, que aglutinó esta vez a un grupo de nuevos artistas incorporados a la nómina de esa aventura dirigida por Samuel Riera y Derbis Campos.

Riera y Campos llevan alrededor de una década trabajando con el firme propósito de visibilizar y posicionar en el paisaje cultural cubano la producción de creadores marginados por el mainstream artístico. La condición marginal de los artistas de su nómina está condicionada por alguna disonancia funcional, psicológica, económica, incluso cívica, que los distancia de las rígidas y excluyentes normas, no ya de los circuitos elitistas del arte, sino del orden social. La sistematicidad y el rigor con que Art Brut Proyect Cuba ha contribuido al desarrollo del potencial inventivo y la capacidad dialógica latente en las obras de sus artistas, ha resultado en un merecido reconocimiento internacional: el pasado 11 de febrero del presente año, esta plataforma pasó a ser miembro de la European Outsider Art Association.

La nueva exposición abierta en La Habana vuelve a confirmar que Art Brut Proyect Cuba constituye uno de los empeños independientes más vitales del panorama cultural cubano. Y no sólo por la importancia de su labor social y antropológica, y su significativa radiografía de la experiencia nacional del Art Brut y el Outsider Art. Más que nada por la brillantez con que ha sabido defender la osadía estética de sus creadores y la lucidez con que ha interrogado a la institución arte en la isla.

La curadora y crítica de arte Yenisel Osuna, colaboradora habitual de Art Brut Proyect Cuba, y responsable de las palabras incluidas en el catálogo de la muestra, me explica que la exposición, en un principio, nació con el objetivo de presentar a “los artistas nuevos que han ido incorporándose durante los últimos meses a la colección”. Mas destaca que “con el título, se insiste en una idea/intención mucho mayor, y tiene que ver con detenernos frente a estas creaciones, no mirándolas como Art Brut u Outsider Art, sino sencillamente como arte. Un arte provocador, que nos remueve, choca, lleva a preguntas, provoca curiosidad, uno que nos anima a develar cada una de las capas que lo conforman (estéticas, biográficas, humanas, sociopolíticas…) O sea, un tipo de arte que conecta con el espectador, de muchas maneras (poderosas), que es algo que se ha ido perdiendo desde hace tiempo dentro de los ámbitos del arte profesional y sus circuitos de exhibición. ¿Debido al agotamiento de los recursos expresivos?, ¿de las constricciones mismas del mercado?, ¿de la cerrazón de las escuelas?”

Osuna pone énfasis en la palabra contemporáneo “porque, aunque parezca un absurdo discutir en estos tiempos qué entra o no en esa categoría, tratándose de Art Brut o de Outsider Art, ha habido una tendencia histórica a separar estas expresiones del resto de las corrientes artísticas contemporáneas. Incluso Dubuffet, el creador de la categoría, quiso convertir el Art Brut en una especie de guetto, mantenerlo aislado, «incontaminado», «puro», y bajo este pensamiento fueron surgiendo espacios cada vez más cerrados, ensimismados, que si bien ganaron en especialización, también fueron volviéndose dogmáticos e institucionalizando un tipo de arte que siempre ha dejado claro que sólo funciona bajo sus propias reglas. Por tanto, mencionar lo contemporáneo aquí, debe mirarse como un gesto de apertura y de integración, una integración que al mismo tiempo nos lleva a interrogarnos sobre otras producciones, sobre su sinceridad y capacidad de ruptura”.

Ni los objetos producidos por estos artistas al margen, ni sus personalidades, encajan en el modelo de arte y en la figura de artista diseñados por el mainstream. Entre los mayores méritos de la empresa de Riera y Campos está haber trascendido los cercos de lo tenido por Art Brut y Outsider Art para avistar, defender, asesorar y reconocer un conjunto de experiencias creativas relegadas a la periferia de los circuitos instituidos, de las que emergen fértiles modelos creativos y reveladoras visiones del mundo. El brío patente en las obras que integran la exposición, y la concepción misma del proyecto, motivan una serie de preguntas acerca del diseño institucional de arte, del sistema de organizaciones culturales cubanas, y del estado de la realidad actual del país. De ningún modo estas obras se agotan en su remisión a un imaginario personal.

Para indagar todavía más en estos y otros aspectos conversé detenidamente con Samuel Riera y Derbis Campos, quienes respondieron a algunas preguntas formuladas apenas salí de la muestra.

Es altamente significativo el valor cultural de Art Brut Proyect Cuba. ¿Quiénes son Samuel Riera y Derbis Campos? Me gustaría conocer a las personas que sacaron adelante un proyecto de tal naturaleza, así como saber qué circunstancias los motivó a emprenderlo.

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Samuel Riera se graduó en la Academia de Bellas Artes San Alejandro y durante 16 años ejerció como profesor de artes gráficas dentro de esa institución. Derbis Campos es graduado de Bioquímica de la Universidad de La Habana y durante más de 10 años ejerció como investigador en Bioquímica Clínica Genética y Nutrición. Como antecedente de trabajo en el campo del Art Brut y el Outsider Art, Samuel trabajó durante dos años en Venezuela en una fundación de atención social integral para personas con alto índice de drogadicción y sin hogar. Siendo parte de un grupo multidisciplinario, incluyendo psicólogos y psiquiatras, Samuel utilizó diferentes metodologías del arte como herramientas de apoyo terapéutico durante el proceso de rehabilitación de estas personas. A su regreso a Cuba, fundó en 2012 su estudio independiente de arte Riera Studio y un año después comenzó a trabajar con el proyecto Art Brut Project Cuba enfocado en la investigación y promoción del Art Brut y Outsider Art realizado por creadores cubanos. Justo iniciado el proyecto, se incorporó Derbis Campos, quien por esa época comenzaba su inclinación hacia el arte y la fotografía.

Quiénes son los artistas detrás de las obras. ¿De dónde proceden?, ¿cuál es su ámbito social?

Durante estos nueve años de trabajo de Art Brut Project Cuba hemos podido identificar y localizar a más de cincuenta artistas de diferentes provincias del país. Todos ellos son creadores que han venido desarrollando sus obras durante muchos años al margen de los circuitos del arte y frecuentemente subvalorados y marginados por las propias instituciones culturales, debido a su formación autodidacta y porque llevan adelante procesos de creación bajo estéticas completamente diferentes a las promovidas por este mainstream. Además, muchos de estos artistas son personas con diversidad funcional y neurodivergentes –términos que tratamos de incorporar en un lenguaje inclusivo por encima del de discapacidad mental o intelectual– por lo que no son valorados en nuestro ámbito social y artístico como reales artistas.

En la exhibición que tenemos abierta estamos mostrando una selección de obras de doce artistas, la mayoría de ellos de recién incorporación a Art Brut Project Cuba. Todos han estado trabajando durante estos años difíciles de crisis sanitaria para realizar esta muestra. Diez de ellos son de La Habana, uno de Santiago de Cuba y otro de Villa Clara. Sus ámbitos sociales son muy diversos, pero comparten las características que explicamos anteriormente en relación con la singularidad de sus procesos de creación.

Artistas como Lázaro Antonio Martínez Durán, Taimy Linares Rábago y Dianelis Massip López forman parte de nuestro estudio desde hace varios años, pero en esta ocasión hemos exhibido obras de artistas recién descubiertos que muestran una gran madurez y continuidad dentro de sus propios lenguajes de expresión artística. Artistas como Rosa María Barrios Hernández y Joel Pérez Meriño, por ejemplo, utilizan diferentes soportes y materiales, generalmente elementos recuperados que encuentran en sus ambientes o vecindarios.

Otros artistas como José Grau Brito, Máximo Martines Rondón –ambos con formación científica– y Luis Antonio Montes de Oca Bernal se enfocan principalmente en la expresión de rostros humanos y sus disímiles interacciones y representaciones de sentimientos y temores. Arturo Larrea Cárdenas, quien habita con su familia en una apartada zona rural de la provincia de Villa Clara, expresa sus constantes inquietudes con relación a la religión cristiana utilizando cualquier soporte que tiene a mano. Reyniel Quirce Hernández y Jesús Ávila Chávez, ambos de una formación personal y familiar completamente alejada del mundo del arte y la cultura, utilizan un lenguaje completamente no figurativo dentro de sus representaciones, incluso cuando dicen haber representado elementos como animales u objetos de la vida diaria. Por último, el trabajo de Dennis Yan Maza muestra gran complejidad dentro de las representaciones de diseños de maquinarias futuristas.

Uno de los propósitos del proyecto es propiciar las condiciones óptimas para que estos individuos desarrollen sus potencialidades creativas. Pudieran explicar cuál es su metodología de trabajo. ¿Cómo llegan a los artistas?, ¿en qué consisten las dinámicas de asesoramiento que implementan?…

Las metodologías de trabajo son personalizadas y dependen de cada creador y de las condiciones en las que desarrollan sus procesos creativos. Lo más importante cuando identificamos a un nuevo potencial creador es aceptar su propia cosmovisión y expresión de sus mundos interiores. Tratamos de tener vinculación con diferentes especialistas clínicos como psicólogos y psiquiatras, y realizamos un intenso trabajo de pesquisa dentro de diversas instituciones de salud, de apoyo social y sobre todo dentro de los más disímiles ambientes urbanos y rurales.

Una vez identificado un creador y de acuerdo con sus características personales y en dependencia de sus procesos de creación, realizamos labores de promoción y apoyo a ese artista, incluido ayuda relacionada con los materiales de arte que necesite, si así lo requiere, porque lo principal es conservar sobre todo la autenticidad, originalidad y virginidad de su creación. También realizamos un intenso trabajo de sensibilización, en primer lugar, con las familias de cada uno de los artistas y luego a nivel de las comunidades donde viven, buscamos que los artistas reciban un adecuado reconocimiento.

Además de la muestra presentada ahora, ¿qué otras estrategias ponen en práctica para visibilizar y promover el trabajo de estos creadores?

Como parte del trabajo con cada uno de los artistas que integran Art Brut Project Cuba, se realiza una gran labor de promoción de sus obras y de sus procesos de creación mediante herramientas diversas, como la difusión de contenido en redes sociales, a través de medios de prensa internacionales e independientes cubanos. Además, para hacer posible una mayor difusión de las obras, desarrollamos colaboraciones con galerías, museos, atelieres e instituciones culturales especializadas en el Art Brut y Outsider Art en varios países.

Las obras llamaron mucho mi atención durante mi visita a la galería. ¿Explicarían un poco más el proceso de creación de estos artistas?

Cada uno de los artistas de Art Brut Project Cuba es completamente independiente en su proceso de creación. Una de las máximas que seguimos durante nuestro trabajo con ellos es que nosotros no tratamos de influir ni aportar herramientas estéticas a sus procesos autóctonos de trabajo, sólo les ofrecemos los materiales que necesiten y les brindamos herramientas de estímulo y confianza.

Nosotros propiciamos el espacio de trabajo acá en el estudio para aquellos artistas que pueden beneficiarse de un ambiente de comunicación y sociabilización interpersonal.

Como puede apreciarse en sus obras, los materiales que utilizan son muy diversos. Para estos artistas, el material por sí mismo no es lo más importante, sino la necesidad imperiosa que ellos sienten de comunicar todo su mundo interior, sus emociones, deseos, sueños y miedos; para muchos de ellos, la expresión artística es una la herramienta imprescindible de comunicación con los otros.

¿Qué motivó puntualmente esta exposición? ¿Qué proceso antecede a la presentación de estas obras?

Esta exhibición se organizó para exhibir, por primera vez, las obras de un grupo de artistas de recién incorporación al proyecto, a lo que sumamos otras obras de artistas que ya forman parte del proyecto, pero cuyos procesos de trabajo han alcanzado una madurez significativa en el último tiempo. Todos los creadores de la exposición han venido trabajando en estas obras durante mucho tiempo.

Advierto en Art Brut Project Cuba un invaluable potencial humano y un gesto social capaz de interrogar el presente. ¿Qué creen que estos artistas y su arte tienen que decir al estado del arte contemporáneo cubano?

El Art Brut y el Outsider Art siempre han tenido la capacidad de sorprender al espectador, tanto a los entendidos en el mundo del arte como a un público general. Son expresiones artísticas que captan la esencia de cada sociedad, porque trabajan sin tener en cuenta los intereses del mercado y las estéticas preponderantes que influyen y dictan los caminos dentro del arte contemporáneo. En la historia del arte, muchos artistas modernos y contemporáneos se han influenciado por las obras genuinas de estos artistas. El arte realizado por los creadores cubanos de Art Brut y Outsider Art es una expresión sincera de nuestra sociedad que debe ser tomada en cuenta también como parte del espectro visual del arte cubano y como parte del patrimonio cultural de nuestra nación. Corresponde al sistema y a las instituciones culturales de nuestro país ser más abiertas, inclusivas y respetuosas con respecto a este tipo de expresión y a sus creadores, necesitan abrir más puertas y oportunidades, no cerrarlas, como tradicionalmente ha ocurrido.