Cristina, la poeta, la narradora, la ensayista. La feminista, la lesbiana, la insumisa. La traductora, la profesora, la periodista. La erótica, la sensible, la salvaje. La activista, la justa, la tan justa. Cristina, la única mujer vinculada al boom latinoamericano de la literatura. La que se fue exiliada a España, la que nunca volvió. Cristina, la que tiene dos patrias, dos tierras, dos vidas. Cristina Peri Rossi, la que es poesía, la que es libertad.
Nació en Montevideo en 1941 y pasó la infancia recorriendo bibliotecas. A los diez años leyó La madre, de Máximo Gorki, y entonces entendió, de manera súbita, la injusticia social. A los 13 leyó La balada del café triste, de Carson McCullers. Entonces entendió que las mujeres también podían escribir y que podían hacerlo bien. A los 16 fue a la Biblioteca Nacional y leyó El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, uno de los libros fundamentales del feminismo. Y entonces empezó a comprenderlo todo.
En 1960 entró al Instituto de Profesores Artigas para estudiar Literatura Comparada. Durante los próximos once años dio clases en diferentes instituciones. En el medio publicó su primer libro, Viviendo, en 1963. Era una recopilación de cuentos con protagonistas femeninas. En 1969 publicó Los museos abandonados y El libro de mis primos, su primera novela. Después siguieron títulos como Estado de exilio, Mi casa es la escritura, Estrategias del deseo, Habitaciones privadas, La insumisa y más. También empezó a escribir columnas para el semanario Marcha.
El 4 de octubre de 1972 Cristina se subió a un barco para irse a Barcelona. Estaba sola. Se iba sin querer irse: su obra y su manera de pensar contraria a una dictadura incipiente en Uruguay la ponían en peligro. Antes de que el barco partiera se asomó por la borda y miró hacia el puerto. Su hermana lloraba. Ella también lloró. “Yo huía para salvar el pellejo”, escribió en uno de sus libros. El viaje duró quince días. En ese tiempo líquido escribió La nave de los locos, una novela sobre los exilios. Vivió en Barcelona y en 1974 se exilió en París. Después volvió a España, donde obtuvo la nacionalidad.
Una vez dijo: “Cuando me preguntan por qué no vuelvo a vivir a Montevideo, yo respondo que es por nostalgia, porque sufrí una nostalgia muy grande durante trece años por no poder volver a Montevideo y ahora no estoy dispuesta a vivir con nostalgia de Barcelona. Por lo tanto, me he convertido en lo que nunca quise ser: alguien con dos patrias y con dos memorias”. Cristina Peri Rossi, la que es poesía, la que es libertad.
* Este texto fue publicado originalmente en Uruguayas rebeldes, Penguin Random House, Montevideo, 2021. Un libro que visibiliza la vida de las mujeres uruguayas que se animaron a romper esquemas.