Reinaldo Arenas tergiversa la esencia de mi reseña. Es posible condenar la persecución de los homosexuales y otras violaciones de los derechos humanos en Cuba y aun así encontrar que Conducta impropia es un documental insincero. Para lidiar brevemente con algunas de las cosas que dice: 1) Israel también tiene una política exterior en relación con el África negra y la América central. 2) Mi fuente es un artículo que aparece citado a pie de página de Lourdes Argüelles y B. Ruby Rich. Arenas ignora la segunda parte de la cita, que hace referencia a la “estratagema más rentable de chantaje” de la CIA. 3) Escribí que Valladares fue puesto en prisión por su papel durante el régimen de Batista y sus subsiguientes actividades contrarrevolucionarias. 4) Conducta impropia incluye 28 entrevistas. Mantengo mi comentario de que son abrumadoramente blancos y de clase media, y sugiero que esta es una de las razones por las que el documental ignora los innegables avances que Cuba ha hecho en temas de igualdad social desde el triunfo de la Revolución. 5) Afirmé que: “la única referencia histórica que permite el entrevistador Jiménez-Leal es a la Alemania nazi”. No encuentro que esto sea una analogía útil (en particular en un documental que ofrece tan pocos elementos contextuales), aunque Arenas, que ha dicho públicamente que Fidel Castro es una “estudioso y admirador” de Adolfo Hitler, parece pensar que sí.
* Traducción de Rialta Staff.
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