El Slamdance Miami Film Festival, consagrado a los talentos emergentes del cine en el hemisferio, celebrará su primera edición del 28 al 30 de octubre en North Beach Banshell. La inauguración de un certamen de esta naturaleza, centrado en la producción fílmica de América Latina, el Caribe y sus diásporas en los Estados Unidos, fundamentalmente en Florida, es un suceso significativo. Todavía para los jóvenes cineastas del sur resulta engorroso encontrar cauces de financiamiento y espacios de legitimación.
La cita miamense es sólo una de las iniciativas emprendidas por Slamdance, organización sin fines de lucro interesada en la producción audiovisual independiente que suma ya tres festivales –Slamdance Joshua Tree y Slamdance en Park City (Utah) son celebraciones homólogas– enfocados en descubrir/potenciar las voces más prometedoras de las venideras generaciones cinematográficas. El primero de esos eventos nació en 1995 con la motivación de superar la dependencia de las grandes empresas productoras, y con el convencimiento de que el talento independiente y la audacia creativa serían capaces de modificar ciertos vectores de la industria.
“Slamdance Miami tiene como objetivo dar continuidad a los 25 años de historia de Slamdance en su propósito de proporcionar a los cineastas emergentes la plataforma que necesitan para desarrollar sus aspiraciones artísticas. En esta ocasión, la programación del festival es un esfuerzo totalmente colaborativo entre Slamdance, sus exalumnos y los propios líderes artísticos de Miami”, explica un comunicado de la organización en su sitio oficial.
La aparición de este evento también demuestra el prestigio alcanzado por el cine latinoamericano y caribeño. La producción fílmica de la región cuenta, cada vez más, con una mejor posición en los circuitos internacionales, sin que tal entrada a escenarios comerciales implique un extravío de la distinción estética que fija su singularidad cultural. En particular, la cinematografía latinoamericana ha generado fórmulas de registro y claves expresivas novedosas; ha experimentado con acentos dramatúrgicos y repertorios estilísticos… La osadía estética de los jóvenes directores del área está entregando a nuestro tiempo algunas de sus películas más incisivas y controversiales.
Con 18 películas, entre ficción y documental, el programa de esta primera edición del Slamdance Miami incluye realizadores de México, Argentina, Colombia, Republica Dominicana, Estados Unidos, Brasil, Guatemala y Guyana Francesa. “La única forma de representar verdaderamente a Miami es priorizar la inclusión cultural radical y su espíritu de rebelión esperanzadora. Slamdance Miami es una celebración distintiva de voces extraordinariamente singulares que indican la identidad cultural de Miami”, ha comentado Ron Baez, curador del festival, quien al hablar de la ciudad remite a una comunidad donde las voces latinas son cada vez más influyentes.
Cuatro títulos integran la selección de Largometrajes de Ficción: La muerte no existe y el amor tampoco(Fernando Salem; Argentina), ColoZio (Artemio Narro; México), Malpaso (Héctor M. Valdez; República Dominicana) y La frontera (David David; Colombia). Por su parte, el apartado de Documentales está conformado por Parkland Rising (Cheryl Horner McDonough; Estados Unidos) y La casa de Mama Icha(Oscar Molina; Estados Unidos-Colombia). La sección de Cortometrajes acoge las cintas Breastfeeding Bats(Gabriel Gomes; Brasil), El puente de los niños traviesos (Fabián León López; México), Echoes of the Volcano(Charles Fairbanks & Saúl Kak; Estados Unidos-México), Extracts (Sinai Sganzerla; Brasil), I See Colorful Mists (Pedro Jorge; Brasil), Lavosi (Mohammad Jastaniah, Gabriela Williams y Alejandro Vergara; Guatemala), Mi fango, mi cerro (Julia Mendoza Friedman; Estados Unidos), Paris is Here (Quentin Chantrel; Guayana Francesa), Steps Out of the Blue (Héctor David Rosales; Estados Unidos), Stunned, I Remain Alert(Henrique Amud; Brasil), Las ausencias (Hansel Porras García; Estados Unidos), La aguja y el tambor (Andrés Solís Barrios; México).
Será Malpaso la película responsable de inaugurar el festival. La obra del dominicano Valdez cuenta ya con un notable recorrido por algunos importantes certámenes cinematográficos. Además de una asombrosa –siendo ópera prima– candidatura a los Premios Goya de España, en el apartado de Mejor Película Iberoamericana, ha sido merecedor, entre otros, de los galardones a Mejor película, dirección y actor del Dominican Film Festival de Nueva York.
Malpaso narra los escollos atravesados por los hermanos Cándido y Braulio, habitantes de un pueblo situado en la frontera entre Haití y República Dominicana, una localidad golpeada no sólo por la pobreza extrema, sino también por agudos conflictos históricos. Después de la muerte de su abuelo, los huérfanos, uno hostigado por el color negro de su piel, el otro por su condición de albino, deben sobrevivir solos en un medio sumamente hostil.
La crítica ha celebrado, en particular, el admirable trabajo de fotografía en blanco y negro en este filme; un esfuerzo para testimoniar, desde lo específico audiovisual, la violencia y el infortunio que azotan ese contexto.
Tras la cita presencial, el Slamdance Miami Film Festival continuará con una versión en línea prevista del 31 de octubre al 7 de noviembre. Ambas variantes de la muestra se concretarán gracias al patrocinio conjunto de The Miami Film Commission, FilMiami, Miami Media and Film Market, O Cinema, Miami Club Rum, Faena y GMCVB.
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