De: Liz <[email protected]>
Fecha: Martes, 24 de julio de 2007 a las 6:24 PM
Para: Lorenzo García Vega <[email protected]>

Estimado Lorenzo:

Carlos M. Luis me dio su email, aunque lo tuve antes gracias a la experiencia de Cacharro(s) –luego lo perdí.

Le escribo porque quisiera invitarle a participar en el Archivo Digital Artístico-Literario Desliz, un proyecto muy personal, que confecciono enteramente por mi cuenta. Me complacería mucho recibir algo suyo.

La revista incluirá textos de todo tipo: narrativa, poesía, ambiguos, inclasificables, reseñas, entrevistas, ensayos, artículos (de cualquier tema), fotos, arte digital, videos de uno a tres minutos, archivos de música, partituras, archivos de voz –ya sean textos leídos u otros–, imágenes de pinturas o instalaciones, poesía visual y otros. Desliz constará de una frecuencia mensual, circulará por correo electrónico y tendrá un blog en Internet, desde donde se la podrá descargar. Aunque pretendo sea un archivo digital para aprovechar la flexibilidad del formato, haré una tirada simbólica de 20 ejemplares como mínimo, que, por supuesto, solo incluirá textos y algunas imágenes, según la calidad de la impresión.

En este primer número cuento con poemas de Kozer; Reina María Rodríguez me enviará algo de textos con fotos; y tengo de Juan Carlos Flores una colaboración que comprende textos, archivos de sonido y fotos. Le digo para que se vaya haciendo una idea de que contendrá desde textos a la manera convencional hasta híbridos que hagan confluir diferentes manifestaciones. Es un proyecto internacional y como tal incluye, por ejemplo, al poeta chileno Andrés Ajens, entre otros.

Me gustaría que se embullara con este nuevo proyecto. Si desea dirigirme alguna pregunta acerca del mismo, con mucho gusto le responderé.

Gracias de antemano por su tiempo y por su potencial participación en Desliz.

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Saludos cálidos desde La Habana,
Lizabel Mónica

*  *  *

De: Lorenzo García Vega <[email protected]>
Fecha: Viernes, 3 de agosto de 2007 las 8:53 PM
Para: Liz <[email protected]>

Querida Liz:

Aquí te van tres mini-cuentos. Espero que te sirvan. Perdona por mi demora en contestar.

Lorenzo

SIN SENTIDO

Infierno. No hay duda de que se trata del Infierno. El pájaro enfermo entra en la casa, y se pone, lentamente, muy lentamente, a volar dentro de ella. Arrastra el pájaro una pantalla que está embarrada con los restos de la comida que lo ha enfermado. ¡Se producirá la muerte! Se prepara para matarlo la cirujana fascista, la cual conducirá al pájaro hasta el quirófano tanático. Pero antes, la cirujana pronuncia un discurso nacionalista, donde repetidamente se cita a Unamuno. Es que el pájaro perteneció a un viejo del Home, a un viejo todo destartalado. Pues el pájaro entró, por una rendija, en el Home. Título de este mini-cuento sin sentido: El pájaro que en un quirófano asesinaron los fascistas. La cirujana, ya sí se sabe, no es otra que Juana la Loca.

O, más bien, diríamos que es Juana la Loca en película, protagonizada por Aurora Batista. Ya que hay dos discursos que los bibliófilos del Home interceptan: uno, explicito en su declaración desgarrada; el otro, como contrario y elíptico, pero con sinuosidades que lo acercan al primero. Los dos discursos son gemelos y, sin embargo, después de pronunciados, tienen que separarse, para así seguir sus rutas distintas.

“Sigue, pensador abracadabrante”, le dice el espíritu al mismísimo Telenuro Rising.

LA CONVICCIÓN SOBRE LOS FIELES DIFUNTOS

El personaje secundario logró, después de haber saltado sobre un pozo, que el fuego ardiera. Y entonces los viejos bibliófilos, al sentir en el patio del Home lo ardiente de ese fuego encendido por el personaje secundario, empezaron a ver visiones. Sencillo, muy sencillo: pues se abrió el Texto que contiene la historia del doctor Juan Fausto, y se produjo su transformación. Pues surgió el mismísimo mono grande y viejo que le había tendido la mano al doctor Juan Fausto, pero ahora tendiéndole la mano a los bibliófilos del Home. Así como, también, trasladando la gran niebla contenida en la historia de doctor Juan Fausto al patio del Home, al instante éste (o sea, el Home) se transformó en el Hospital donde estaría la abuela difunta de Telenuro Rising.

Pero, veamos las cosas con cuidado, sin precipitación.

¿Vuelven los muertos? ¿Por qué vuelven los muertos? Pero lo que sí se está acercando es la convicción de que los fieles difuntos pueden ser disparatados. O lo que sí se sabe es que hay noche cerrada, es decir, que la noche cerrada se cierne sobre el techo de este mini-cuento.

Es noche cerrada, se oye a un alguien, a un alguien que lo vuelve a decir

EL BAUTISMO DE UN OCULTISTA

«El hombre, aunque tiene una chispa divina, por estar manchado por el pecado mortal viene a ser como el que se ha caído en un pozo de guarapo, pero de guarapo sin sabor. Pero ¿cómo es el que se ha caído en un pozo de guarapo sin sabor? Nada le puede ser natural. Todo le brinca por los pelos. Está preso en una materia extraña, muy semejante al maní tostado, pero frío». Esto, en total estado de embriaguez lo dijo, gritando, el cura borracho, el Padre Rogelio Brígido Cairó, mientras, en su orinada parroquia (todas las paredes de su iglesia tenían las huellas de una meada), oficiaba en el bautismo del niño (y más tarde, al llegar a la adultez, ocultista) Telenuro Rising, celebrado en Calimete, el día 28 de marzo de 1928.

Un día, por cierto, el 28 de marzo de 1928, todo gris, tal como si lo cubriera un cielo de la puñeta, o lo que es lo mismo, un cielo ignescente, aunque ominoso, y con un fuego como de medio pelo.

Pero, las cosas son como son, tal como también lo dijo, al mirar fijamente las tetas de Carmita, la madrina del bautismo, el borracho -un cura inmutado, sin duda- Padre Rogelio Brígido Cairó. Y esto, por cierto, fue dicho en el mismo momento en que un médico visitante del pueblo, el doctor César Carbó, también borracho como una cuba, se metiera dentro de un confesionario, dispuesto a oficiar como sacerdote. Y, ¿qué más? Pues más nada. Ya que, lo que ocurrió en aquel bautismo innombrable, quedó en el recuerdo de los asistentes como si hubieran pasado una plancha (pero no caliente, sino fría – ¿pero, fría?, ¿una plancha fría?, ¿cómo pudo ser eso?-) por sus cabezas, por sus frentes, y hasta por sus cuellos. ¿Se quierecosa más rara?

(“Es inexplicable lo absurda que puede ser la vida”, se dijo a sí mismo, después de haber terminado la última página de su libro “Lincoln y Martí”, el historiador Emeterio S. Santovenia).

Pues quizás, en esta horrible Playa Albina donde vivo, si ya no está aquella memorable colchoneta tirada en un solar yermo que tan unida a mi vida llegó a estar, sí está hoy (junto a la visión del arbolito frente a mi ventana), en el patio de mi casa un montón de tierra con un pájaro muerto en la orilla derecha, por lo que esto, esto sólo, ha bastado para que el bautismo de Telenuro Rising, ocurrido, como ya se dijo, en 1928, se levantara de nuevo en un plano que bien pudiera ser considerado como un enloquecido plano.

*  *  *

De: Liz <[email protected]>
Fecha: Sábado, 4 de agosto de 2007 a las 1:51 AM
Para: Lorenzo García Vega <[email protected]>

Gracias muchas por estos minicuentos suyos, más que servirme, me honran.

Aquí va una muestra de cómo aparecerían en la revista. Espero no haberme equivocado en la edición.

Un beso,
Liz

*  *  *

De: Liz <[email protected]>
Fecha: Viernes, 10 de agosto de 2007 a las 4:57 AM
Para: Lorenzo García Vega <[email protected]>

Estimado Lorenzo:

Para Desliz necesito ajustar algunos detalles últimos en torno a su publicación:

  • una foto, personal o no, que puede ser de objeto o imagen que por algún motivo le interese colocar como presentación a sus textos (opcional)
  • dirección electrónica para ser contactado (opcional)
  • dirección web o link relacionado con el autor (opcional)
  • de dos a cuatro líneas de autopresentación, no necesariamente formales

Le leo en el módulo Ombligo.

Saludos afectuosos desde La Habana,
Liz

*  *  *

De: Lorenzo García Vega <[email protected]>
Fecha: Sábado, 11 de agosto de 2007 a las 8:39 AM
Para: Liz <[email protected]>

Querida liz,

Aquí van los datos que me pides:

Soy Lorenzo García Vega, y nací en Jagüey Grande (Cuba), el 12 de noviembre de 1926. Me he definido como escritor no-escritor, y ahora, en la Playa Albina, me siento como escritor fantasma. Fui Premio Nacional de Literatura en 1952 (algo de lo cual parece que muchos no quieren enterarse). Pero, sobre todo, soy el octogenario que aspira a ser considerado como el miembro más joven del llamado grupo de la Diáspora. Y también, por supuesto, tengo libros publicados, algunos de los cuales (¿algunos o todos?) confieso que son muy lindos.

*  *  *

De: Liz <[email protected]>
Fecha: Domingo, 12 de agosto de 2007 a la 3:42 AM
Para: Lorenzo García Vega <[email protected]>

Gracias, Lorenzo, por tales líneas de autopresentación, gracias por tal foto.

Le sigo informando acerca de los derroteros de nuestro Desliz.

Saludos,
Liz

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