Glenda León en solitario en la galería neoyorquina Bienvenu Steinberg & Partner

La galería neoyorquina Bienvenu Steinberg & Partner ha organizado la muestra en solitario Cada forma es una forma del tiempo (Every Shape is a Shape of Time) de la artista conceptual cubana Glenda León. Desde el 26 de mayo hasta el 30 de junio, el espacio reunirá obras fechadas por la artista hace apenas un mes, otras realizadas durante las últimas dos décadas, y además piezas tempranas nunca antes exhibidas.

“Es interesante destacar que la curadoría ofrece un recorrido muy selectivo, aunque se toman obras desde el inicio de mi carrera hasta ahora, el corpus no es extenso como el de una retrospectiva. Con la exposición, la galerista Josee Bienvenu se planteó dar una idea de mi trabajo a lo largo de los últimos veintidós años. La verdad que los trabajos seleccionados pueden ser un buen punto de referencia para localizar elementos que me han interesado desde el principio. Una de las piezas que se incluyó sólo la había exhibido en mi primera muestra personal, la instalación de los jabones, que se llama Las formas del instante”, comentó Glenda León a Rialta Noticias.

Para construir esa obra temprana en la que pueden verse unos jabones en la pared, Glenda León “convenció a los trabajadores de una fábrica de jabón de La Habana para que le dieran una caja de pastillas del producto, y luego, en una inusual transacción que invertía la lógica económica, pidió a sus amigos y familiares que cambiaran los jabones nuevos por usados”, revela la nota curatorial, que destaca, además, el contexto de escasez económica en el cual fue pensada y consumada esta obra. “Más de un centenar de pastillas de jabón erosionadas están instaladas en una disposición cuadriculada en la pared. Al principio, predomina la variación de formas y colores suaves; al leerlo más de cerca, uno se encuentra con delicados dibujos abstractos hechos con pelo incrustado en el jabón”.

Hermoso Punto Azul (estudio) (1999-2000) es la pieza que inaugura la muestra y pertenece a una serie muy significativa en el recorrido de Glenda León, sobre todo porque ayuda a entender la relación de la artista con la política cubana. La obra dialoga con los mensajes “revolucionarios” que abundan en casi cada calle de la isla. Los tres dípticos que la componen están formados por dos fotografías. En la segunda de ellas la artista sitúa el hermoso punto azul al que el título de la obra alude, que en realidad es una minúscula flor enfocada por la cámara de León, recortada sobre un fondo nebuloso en el que puede entreverse algún tosco mensaje de propaganda. Y en la primera parte de la pieza, Glenda León muestra, con total nitidez, la foto original, que ella intervino, con el mensaje “revolucionario”.

Esta es una de las primeras obras en la carrera de Glenda León y, según adelanta la galería neoyorquina, está inspirada en el siguiente fragmento de la novela La inmortalidad de Milan Kundera: “Se decía a sí misma que cuando el ataque de la fealdad se volvía completamente insoportable, iba a una floristería y compraba una flor No Me Olvides, una sólo No Me Olvides, un tallo delgado con flores azules en miniatura. Salía a la calle sosteniendo la flor ante sus ojos, mirándola tenazmente para ver sólo ese único y hermoso punto azul, para verla como la última cosa que quería conservar para sí misma de un mundo que había dejado de amar”.

Desde los inicios de una trayectoria que ya puede calificarse de extensa, la curadoría de Every Shape is a Shape of Time traza un arco hasta el presente mostrando los diferentes recursos a los que la artista ha recurrido. A partir de instalaciones, videos, fotografías, bordado, pintura, acuarela y dibujo, la exhibición ofrece una evaluación bastante completa de los diferentes modos en que el pensamiento crítico de Glenda León ha intervenido nuestra contemporaneidad.

En la obra Cielo prohibido, por ejemplo, la artista reproduce “la estructura molecular de las drogas ilegales en un mapa estelar”, con hilo plateado bordeado en terciopelo, para cuestionar “la clasificación de ciertas drogas como ilegales” frente a “otras aparentemente más peligrosas” que continúan siendo aceptadas por la sociedad. Dentro de esa misma serie, en Inversion III (un vídeo de 2016), “la artista raspa meticulosamente un billete de dólar y fuma sus restos”, aludiendo a “nuestra adicción moderna a hacer dinero”, explica la galería.

“El público que visite esta exposición podrá ver de manera sintética lo que ha sido mi recorrido hasta la actualidad”, dijo la artista. “Para mí ha sido muy significativo reconstruir obras que hice tanto tiempo atrás; en la de los jabones, por ejemplo, la mitad de los jabones ya no existía, aunque sí pude recuperar algunos de esa época”.

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“Hace diez años exactamente yo inauguraba mi primera exposición personal en Nueva York con la galería Magnan Metz. Es significativo para mí volver ahora a una ciudad que es tan importante para el mundo del arte y hacerlo, además, con una galería suficientemente establecida, que tiene bastante prestigio entre comisarios y directores de museos en este país y fuera también”, agregó.

Glenda León nació en La Habana en 1976. Actualmente vive entre su ciudad de origen y Madrid. Su obra se encuentra en las colecciones permanentes del Centro George Pompidou, París; PAMM, Miami; The Hammer Museum, Los Ángeles; Museo de Bellas Artes, Houston; Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana; Museo de Arte Contemporáneo de Montreal, Montreal y Art Gallery of Ontario (AGO), Toronto.