Los domingos desde hace unos diez meses son diferentes para Limara Meneses (Villa Clara, 1988). La actriz de filmes como El Benny (2006), Camino al Edén (2007) o Chico y Rita (voz; 2010) ahora produce —junto a su esposo— y conduce un programa de entrevistas en línea con un nombre muy cubano y, a todas luces, insuperable en su honestidad: Ser mamá es de madre!
Cada semana, a través de Instagram, YouTube y podcast, Meneses conversa en un tono empático y relajado con otras actrices cubanas de dentro y fuera de la isla quienes no dudan en compartir sus vivencias —alegrías y tristezas, logros y fracasos— en el doble rol de madres y profesionales en un ámbito a menudo regido por la competencia y el exitismo.
Artistas tan aclamadas entre el público cubano como Susana Pérez y Luisa María Jiménez han sido las dos últimas invitadas en un proyecto que ya va por el capítulo 14 de su segunda temporada. También se han conectado con Ser mamá…, desde distintas coordenadas, otros importantes rostros de la escena cubana como Beatriz Valdés, Jacqueline Arenal, Tahimí Alvariño o Blanca Rosa Blanco. Y, por supuesto, actrices de la propia generación de la anfitriona: Yunet Guerra, Claudia Valdés, Aly Sánchez, Yuliet Cruz, Heydy González…
La experiencia de la emigración —reside en Atlanta, Estados Unidos—, la impronta de la actual pandemia y, sobre todo, la crianza de sus tres hijas se antojan circunstancias decisivas para emprender esta —aún nueva— etapa en la carrera y la vida de Limara Meneses.
¿Cuándo y cómo surge la idea de Ser mamá es de madre!, tu espacio en YouTube?
Ser mamá es de madre! surge justo el 12 de julio del 2020. El cómo, después de preguntármelo y hacer muchas tesis, pude llegar a la conclusión que fue por una acumulación, por un desborde y unos deseos inmensos de deconstruir imaginarios e historias perfectamente narradas. Además de una inconformidad con abordar las redes con un contenido vacío, desde mi punto de vista.
Claro que sin la experiencia de tener las niñas quizás no hubiese entendido o comprendido cómo llevar a cabo el proyecto.
Sin dudas, la pandemia detonó una nueva manera de crear y transmitir; no mirándolo en cuanto surgimiento de estos formatos (porque ya existían) sino que comenzamos a asumirlos, y es ahí donde comenzamos a colarnos los creadores.
La emigración es un factor determinante; es justamente el escenario donde se desarrollan las frustraciones de la actriz que decide ser madre y no encuentra un espacio en esa nueva realidad en la que decidió vivir y gestar.
Entonces, sin vacilar más, todos esos factores son determinantes y cruciales para que la actriz que soy diera una vuelta de hoja y construyera algo con todos ellos (los factores). Me instigaron a convertir mi realidad y mi experiencia en las herramientas perfectas para dar vida a lo que es hoy “Ser mamá es de madre!”
¿Cuáles son, en principio, los objetivos e intereses del espacio y cómo ha sido emprenderlo y realizarlo hasta el momento?
Es un proyecto que se ha creado para dar voz a las mujeres/madres profesionales. Enfocado, en sus inicios, a las actrices. Cómo influye la maternidad en su profesión: las pausas, las frustraciones o no, su evolución y desarrollo en el camino de gestar y luego de ser madres.
La maternidad vista desde la honestidad; la realidad de la gestación con sus luces y sombras. Con la idea de desmitificar las reglas impuestas por la sociedad y las que nos vamos poniendo nosotras mismas.
Sinceramente, sin el apoyo económico, técnico e investigativo de mi esposo se hubiera complicado todo. Él es quien se ha encargado de todo el concepto visual, automatización, e inversión en el equipamiento para que el show no se quedase solo en Instagram, sino que pudiera migrar a YouTube con la calidad con que hoy estamos saliendo. Me ha sido fácil porque hemos hecho equipo.
Él es quien lo produce y yo quien desarrolla todo el contenido.
¿Qué desafíos ha implicado para ti esta nueva forma de comunicación con el público (la plataforma, el formato de entrevistas a distancia, etc.)?

Cada día es un desafío. Desde cómo preparar cada episodio en medio de mi agitada vida maternal hasta aprender cómo comunicar, hacer investigaciones de temáticas sociales, conectar con el público desde esta nueva arista de comunicadora. Y sobre todo crecer orgánicamente, que es dificilísimo hoy día con un contenido como el que tengo. El hecho de que aparentemente sea solo para mujeres, que además por lo regular están dentro de una edad determinada, era algo a lo que sabía que me iba a enfrentar, y para mí ha sido muy importante romper esa idea que me preestablecí. Considero que poco a poco se está logrando, cada día más hombres y mujeres que no son madres se unen.
Otro desafío ha sido crear credibilidad y profesionalismo, y así poder invitar actrices sumamente respetadas y con una trayectoria importante tanto dentro como fuera de la isla.
La constancia de salir cada domingo en vivo durante dos horas en ocasiones —por ejemplo, las entrevistas con Susana Pérez, Jacqueline Arenal, Blanca Rosa Blanco—, siempre a las 4:00 p.m. del Este, es algo retador y desafiante a gran escala.
Y lo es también convencer a la audiencia para que me acoja lindo, desde la comunicadora que sigo descubriendo que vive en mí.
¿Por qué actrices cubanas como invitadas? Parece lícito suponer que, en principio, te interesa llegar, sobre todo, a una audiencia cubana (de fuera y dentro de la isla). ¿Se ampliará en algún momento el espectro de invitad@s? ¿Cómo concibes el futuro del espacio, su evolución?
¡Bueno! Parto de mis inquietudes como actriz, cubana y madre, de todo el conflicto que había en mi cabeza. De hecho, el primer programa fue un Live en Instagram con la actriz Yunet Guerra, radicada en Chile. La propia audiencia fue sugiriendo y haciendo peticiones. ¡Claro! Mi carrera como actriz —aun cuando se trataba de producciones españolas— fue en Cuba; mi mayor público es cubano. Y también, para ser sincera, se me hace más fácil llegar a las actrices cubanas.
Además, tenía muchos deseos de que se le comenzara a dar una connotación más alta a las mujeres cubanas: somos muy inteligentes, y no todas somos el estereotipo. Creo que la mejor manera de hacerlo era conversando con actrices cubanas con alto alcance y, entre medias, voy también visibilizando a algunas grandiosas actrices que no son conocidas a nivel masivo. En la segunda temporada hay tres actrices que no son cubanas (dos americanas de primera generación de emigrantes, y una colombiana).
No me quiero cerrar a la posibilidad de ampliar el espectro: hay bailarinas, músicos, directoras, artistas plásticas, diseñadoras, etc., y me interesa muchísimo saber qué pasa con ellas maternando y, a la vez, llevando adelante sus profesiones.
Me encantaría poder llevar el formato a un estudio y traer a mis invitadas. A veces tengo necesidad de un contacto visual, de un abrazo, de un silencio, de sentir la respiración de la otra persona y de generar una empatía mucho más profunda, que suele perderse mucho a través de pantallas. Ese es el futuro que deseo.
Es un espacio femenino. ¿En qué medida, en caso de concebirlo así, es también un espacio feminista?
Es un espacio femenino por género, porque quienes único podemos gestar, lactar y traer vida somos las féminas. Pero realmente es un espacio para todos, porque abordamos muchos temas, como el acompañamiento, el apoyo, las acciones que deben realizar las personas involucradas en la procreación y aquellas otras que de alguna forma también son parte de ese advenimiento.
El hecho de que sea feminista considero que viene dado por causalidad, porque vibra en esa honda, porque se crea una sinergia y una hermandad desde la compasión y la comprensión. Siempre enalteciendo la figura femenina (pero sin un activismo que pueda lacerar la figura masculina).
¿Cómo se inserta un proyecto como este en tu carrera como actriz? ¿Qué otras metas (artísticas o no) te planteas ahora, después de la maternidad?
Ser actriz me dio códigos de apreciación, me desarrolló la intuición, me ayudó a ser sutil, a escuchar los silencios y entender cuándo y cómo abordar una situación. Desarrollé la observación. Estos son elementos muy necesarios para entrevistar y para hacer sentir cómodo y seguro a quien te brinda lo más preciado que tiene, su tiempo, para que tú crees este show. Esa persona merece respeto y seguridad.
Ser mamá es de madre! se ha insertado en el mundo de la actriz que soy apropiándose de gran parte de mi carrera. Me queda muy poco tiempo para audicionar o preparar algún personaje, incluso los que me creo para mantenerme trabajando y no estar oxidada. Pero estoy feliz con esa inserción.
Quiero escribir un libro de entrevistas por temporadas del programa, y estoy preparando también un personaje, que ya existe y que amo, para grabar pequeñas cápsulas.
¿Por qué ser mamá es de madre?
“Es de madre” creo que es una frase clásica en el argot popular cubano; se dice tanto para lo bueno como para lo malo. Y en ella convergen mucho lo bueno y lo no tan bueno que es ser mamá.
A mí se me ocurrió que el programa se llamase “Ser mamá es…” Y así cada quien cerraba la frase con lo que para sí fuese ser madre.
Luego mi esposo me dijo: “… de madre”.
Cuando junté mi parte de oración con la de él pues surgió “SER MAMÁ ES DE MADRE”. Me pareció tan buena que la amé.
Colabora con nuestro trabajo Somos una asociación civil de carácter no lucrativo, que tiene por objeto principal la promoción y fomento educativo, cultural y artístico. En Rialta nos esforzamos por trabajar con el mayor rigor profesional en la gestión, procesamiento, edición y publicación de los contenidos y la información. Todos nuestros contenidos web son de acceso libre y gratuito. Cualquier contribución es muy valiosa para nuestro futuro. ¿Quieres (y puedes) apoyarnos? Da clic aquí. ¿Tienes otras ideas para ayudarnos? Escríbenos al correo [email protected]. |