La exposición Luminol, de la artista cubana Lorena Gutiérrez Camejo, se inauguró este jueves 12, en la apertura del Madrid Gallery Weekend (hasta el día 15 de septiembre). Curada por Aylet Ojeda, la muestra se presenta en el espacio de Pan American Art Projects como una apuesta “visceral y necesaria” cuyo fundamento son “los lenguajes sacramentales de la pintura abstracta y la instalación como proyectores de formas en la escena del crimen”.
Así lo pone en su statement artístico Gutiérrez Camejo: “En esta muestra interpelo nuevamente a la Historia, pero, en esta ocasión, lo hago como quien avanza en la oscuridad del espacio físico donde se ha cometido un delito”, asegura. “Intento ver lo específico más que lo general. / Intento ser tanto el narrador omnisciente como el personaje principal en la novela que aborda (y desborda) la narración que sucede en la Isla de siempre. / Intento hurgar en las causas y razones, más que en sus inevitables efectos”.
El denominador común de las siete obras expuestas en esta ocasión madrileña es la interpelación del poder y la relectura “crítica” de la historia. La artista se propone hacerlo, por supuesto, “con una visión que intenta ir más allá de las muy repetidas victorias”.
Luminol pretende revelar “evidencias”, o bien “iluminar la escena”, añade Gutiérrez Camejo, porque esta exposición –en un sentido más explícito– “discursa sobre temas como la censura, la consigna, la medalla, las relaciones de poder, la eterna amistad y el apoyo incondicional, la falacia del internacionalismo proletario y del Consejo de Ayuda Mutua Económica, el regreso de la armada soviética a la colonial bahía de bolsa, el Departamento Liberación colaborando con la guerrilla y el vuelo fatal de una pluma anónima desde una revista anónima”.
O sea, dice la artista: “Regreso a Cuba. / Cargo en la cuba el agua del río de Heráclito. / Cauta me sumerjo en el Cauto y me mojo. “También podría cargar la cuba con el agua de mar…”.
La primera de las obras expuestas, Pentagrama negro (concierto para muchas manos), consta de trece pinturas abstractas que se resuelven geométrica y caleidoscópicamente, cada una de ellas identificada con un músico cubano que sufrió censura y fue apartado de la escena musical en su país natal: a saber, Celia Cruz, Bola de Nieve, Ernesto Lecuona, Rita Montaner, Willi Chirino, Gloria Estefan, La Lupe, entre otros. Durante el opening de este jueves, se escucharon melodías de estos artistas interpretada por el musicólogo Tommy Meini, con arreglos de la clarinetista y saxofonista Arianna Mackenzie.
Las demás piezas también resultan elocuentísimas, incluso desde el título: La Revolución es una cosa abstracta, una apropiación pictórica de 48 sellos emitidos en el 50 aniversario del triunfo de la Revolución cubana; Leopoldo Ávila vive, donde se reescribe la frase presuntamente redactada con la propia sangre por un mártir llegado el momento de la muerte, y ahora así se nos informa que sigue vivo aquel “personaje siniestro” mencionado en el título, arquetipo enmascarado del censor en la isla; Aromas esclavos que regresan, donde se representa el perfume Moscú Rojo, contraparte soviética del célebre Chanel No. 5 durante la Guerra Fría.
También se muestran en Luminol las obras Turismo político, instalación que reúne en una mesa medio centenar de guías turísticas “entrelazadas con hilo de estambre con Cuba”, a la manera de una tela de araña; Lápices para escribir consignas, donde unos lápices amarillos de carpintería se exhiben en la pared “con punta roma de escribir, o haber escrito, la historia patria”, a la vez que reproducen, escritas en su propio cuerpo, una de tantas consignas del “acervo de lemas patrióticos”, y, por último, Máximo común divisor, cuya idea –según el catálogo– es “mostrar una instalación que incluya tanto una camisa militar verde olivo con muchas medallas colgadas en la solapa izquierda, como dicta el reglamento militar, y su expresión pictórica a partir de los códigos visuales del abstraccionismo geométrico”.
Graduada la Academia de Bellas Artes (2007) y del Instituto Superior de Arte en La Habana (2012), Lorena Gutiérrez Camejo (La Habana, 1987) ha expuesto su arte –pintura, fotografía, instalaciones, site specific, objetos… con acento en la crítica social y política– en galerías de Cuba y el extranjero como el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales o el Museo de Bellas Artes, en La Habana; el Centro Cultural del Banco Interamericano de Desarrollo en Washington; Kunst-Werke Institute en Berlín; el Museum of Art and Design en Miami, Florida. Asimismo, ha participado en exhibiciones en el Estudio Figueroa – Vives o la Embajada de Noruega en Cuba, así como en eventos colaterales de la XI y XII Bienal de La Habana.
Su trabajo ha sido mostrado y/o reseñado en revistas especializadas como ArtNexus, Monopol Magazin, Arte Cubano o Art Oncuba, y en importantes diarios generalistas como The Washington Post, The New York Timesy El Nuevo Herald.