Tema: escrituras del yo
Con esa ingratitud de querer siempre lo que nunca tuve, lo que nunca olí ni viví, pero que me permitiera, a la vez, guardar los sentimientos que tuve al imaginármelo.
La madre lo ve como su esposo. Hace una alusión sexual. Ante esas alusiones de la madre vuelve la imagen de la cucaracha boca arriba, muerta.
Me senté en un banquito cerca de la puerta del Ángel Caído y pensé que este es mi primer otoño en Madrid, mi primer bosque amarillo, mi primera ciudad encendida en Navidad.
Seis medallas de donante de sangre. De tres, cinco, diez, quince, veinte, veinticinco años de donante. Caben las seis dentro de mi puño.
El yo empleado por mí no constituye un medio para construirme una identidad a través del texto, sino de aprehender, en mi experiencia, los signos de una realidad familiar, social o pasional.
Doce apóstoles de piedra en una sala inferior, pertenecientes a fachadas que ya nadie recuerda de Notre Dame, comidos por los siglos, todos decapitados.
Esta conclusión la saqué ayer viendo una reunión del Consejo de Ministros. En vez de decir “todos a la plaza” parecían decir “todos a la gordura”.
El baúl que guardó con candados una gran parte de la historia nacional se abrió ante mí al realizar la primera lectura de ‘El reino de la infancia. Memorias de mi vida en Cuba’.
La historia literaria trae consigo pocos enigmas. Este es uno de ellos y Proust es su personaje principal. Se trata de un enigma de creación.
Los apasionados de las diferentes formas de lo autobiográfico en la literatura tienen ahora la oportunidad de asistir al curso que imparte el profesor y escritor argentino Alberto Giordano en la Universidad de Rosario, para la carrera de Letras de la Facultad de Humanidades y Artes, a través del...