Un ballet clásico musicalizado con heavy metal. Tal unión no parecía algo realizable hasta inicios de este mes, cuando la noticia acerca de una colaboración inédita entre el bailarían cubano Carlos Acosta y el legendario fundador del heavy metal Tony Iommi comenzó a circular en la prensa británica.
El ballet que ha creado Acosta tiene por nombre Black Sabbath, homónimo de la mítica banda, liderada por Iommi, que a finales de los sesenta dislocó para siempre la escena del rock mundial.
El espectáculo Black Sabbath incorporará ocho temas originales de la banda británica, adaptados para una función de ballet, e incluirá otros nuevos inspirados en la música del grupo. Se estrenará en septiembre en el Birmingham Hippodrome y podrá verse luego, en otoño, en el Teatro Real de Plymouth y en el Sadler’s Wells de Londres. Será ejecutado por los bailarines y los músicos del Birmingham Royal Ballet, que dirige Acosta.
Esta inesperada creación está compuesta en tres tiempos y contiene una trama que Iommi ha descrito en los términos de una historia de “pobreza a riqueza”. El músico espera que el espectáculo llame la atención de sus fans, así como de los fans del ballet, según ha declarado a medios ingleses.
Sobre este giro inesperado en la carrera del célebre bailarían cubano, él mismo dijo a la prensa que es seguidor de la banda heavy desde el año 2000. Además, aseguró: “Black Sabbath es probablemente la mayor exportación de Birmingham, la entidad cultural más famosa, e infame, que jamás haya surgido de la ciudad, así que me atrajo naturalmente la idea de una colaboración entre lo que la mayoría de la gente podría pensar que son los socios más improbables”.
“El entusiasmo de la banda por el proyecto es un gran respaldo. Confían en nosotros para ofrecer algo completamente nuevo y original, lo cual es una gran responsabilidad, pero estamos encantados de asumirla”, agregó Acosta.
El peculiar guitarrista, por su parte, muy a tono con su estilo fuera de toda norma, agregó: “Estoy deseando ver cómo se desarrolla todo esto. Los Black Sabbath siempre han sido innovadores y nunca han sido predecibles, ¡y no hay nada más impredecible que esto! Me he reunido con Carlos varias veces y su entusiasmo es contagioso”.
A cargo del diseño escenográfico y de vestuario ha estado el artista visual –también cubano– Alexandre Arrechea, integrante hasta 2003 de Los Carpinteros.
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