El escritor cubano Carlos Manuel Álvarez (Cárdenas, 1989) presentará este jueves 6 de mayo Falsa guerra, su segunda novela, en conversación con los también escritores Paula Vázquez y Carlos Pardo, según anunció el propio autor en sus redes sociales. La cita telemática, auspiciada por la Editorial Sexto Piso y la librería con sede en Barcelona Lata Peinada, será a las 6:30 de la tarde hora de España (12 y media del mediodía hora de Cuba) y se podrá seguir a través del canal de YouTube de la editorial.
Álvarez, quien ya había publicado antes en Sexto Piso el libro de crónicas La tribu. Retratos de Cuba y su primera novela Los caídos, explora con Falsa guerra, a través de historias intercaladas de emigrados cubanos de diferentes orígenes y naturalezas, ese lugar de paso entre el tiempo congelado de Cuba que no termina de quedarse atrás y el tiempo líquido del mundo contemporáneo que no termina de asimilarse, donde transcurre la psiquis del exilio cubano de nueva oleada.
Al respecto, en una entrevista para El País, ha comentado: “Hoy no es el mismo que en los años sesenta o en los setenta. Sales del socialismo real y ya no caes en el mundo estructurado de la Guerra Fría, sino en el mundo neoliberal. El exilio que cuenta esta novela me parece que no está siquiera tipificado todavía. Los que salimos ya no estamos anclados al exilio histórico, a sus estamentos, a su manera de entender lo que dejaron atrás. Hay mucha gente de mi generación que ya no está pagando estos peajes ni estas deudas sentimentales a conceptos como patria, país o casa”.
Uno de los periodistas independientes de Cuba más reconocidos en el ámbito hispanoamericano y fundador de la revista literaria y de periodismo narrativo El Estornudo, Carlos Manuel Álvarez resultó ganador en marzo pasado del prestigioso Premio Don Quijote de Periodismo y la revista Granta acaba de incluirlo en su lista de los 25 narradores más destacados en lengua española menores de 35 años.
En noviembre de 2020 fue perseguido, interrogado y acosado por la Seguridad del Estado cubana por su cobertura y participación en la huelga de San Isidro, que tuvo lugar cuando un grupo de artistas y activistas pro derechos humanos, ante el acoso de la maquinaria represiva del Estado y en protesta por la encarcelación arbitraria del rapero Denis Solís, decidieron acuartelarse en una casa de La Habana Vieja, levantando una ola de solidaridad y apoyo dentro del campo cultural cubano y latinoamericano.