
Por primera vez en solitario, el joven artista cubano Kmilo Morales (Holguín, 1990) ha inaugurado una exposición en Europa. El Centro de Arte Tomás y Valiente de Fuenlabrada, Madrid, acoge desde el pasado 5 de noviembre Las cuatro estaciones, exhibición conformada por cuatro dípticos, en rojo, azul, verde y amarillo.
Cada una de las piezas muestra la imagen original y lo que pudiera pensarse como su negativo, según explica sobre el método de pintura de Kmilo Morales el crítico de arte y curador de la exposición Luis Enrique Padrón: “Usando las manos cubre con acrílico uno de los lienzos y comienza a transponer pintura con el dedo índice de esta superficie embadurnada a la otra, que espera impoluta la fecundación. Para ello persigue un ritmo y orden extraídos de la caligrafía: las huellas se estructuran de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo.”
Cuando la pintura del lienzo original se seca, el proceso concluye. Agrega la nota curatorial: “El factor tiempo alcanza aquí su más clara personificación: todo el acto dura lo que tarda en secarse la pintura depositada en la tela. El artista encarna una suerte de danza en la cual la obsesión, el sacrificio, la fidelidad y el silencio juegan roles esenciales.”
Como puede verse, cada registro de pigmento realizado por el artista en los cuadros en negativo tiene una identidad e intensidad particulares que connotan diversos modos de expresión del cuerpo y la mente. La cantidad de pigmento que se logra trasladar de un cuadro a otro varía en cada díptico, de modo que el tiempo deja su huella indeleble sobre la vida de la pintura y sobre la capacidad de acción de quien ejecuta los cuadros. Así la introspección vuelve a estar en el origen, método y resultado de este trabajo de Kmilo Morales, quien alguna vez confesó que ha querido pintar como un monje rastrilla en la arena.
El Estudio Carlos Garaicoa recomendó por estos días, a propósito de la exposición, “la obra pictórica de Kmilo” en la que se combinan “algunas citas a la action painting de Pollock o las performances pictóricas de Ives Klein, y las pinturas llenas de juego y acción de los japoneses del grupo Gutai, para regalarnos unas piezas de una refinada depuración plástica, donde a través de un proceso de meditación, estas acciones son asimiladas y actualizadas desde una perspectiva contemporánea de nuestra cultura visual.”
Según la programación dada a conocer por el Centro de Arte de Fuenlabrada, la exposición estará disponible hasta el 25 de noviembre. Las cuatro estaciones se alojará pronto en la página web del centro, debido a que el recinto artístico madrileño continúa sin abrir al público por el momento, a causa de la pandemia mundial.
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