En colaboración con Terremoto La Postal de la Ciudad de México, la Fototeca de Cuba (Mercaderes 307, entre Muralla y Teniente Rey, La Habana Vieja) acoge en su sala Joaquín Blez, desde el 25 de septiembre hasta el próximo 24 de octubre, la exposición Historias polares del artista visual cubano Ricardo Miguel Hernández (1984). La muestra, comisariada por Yenny Hernández Valdés, es la tercera activación del proyecto curatorial Bajo los efectos del poder.
En septiembre de 2020, Terremoto, una revista y plataforma cultural dedicada al pensamiento crítico alrededor del arte contemporáneo en “las Américas”, lanzó una convocatoria para una edición especial de su programa expositivo Terremoto La Postal, con el objetivo de “repensar cómo mantener un diálogo activo considerando las problemáticas y limitaciones del presente pandémico”.
La curadora e investigadora cubana Yenny Hernández Valdés resultó entonces premiada por el proyecto multimedia, de curaduría expandida, Bajo los efectos del poder.
Justamente, la convocatoria exhortaba a “artistas y curadores jóvenes a expandir la noción de archivo a nivel curatorial, así como facilitar la movilidad de agentes y documentos que no sólo den cuenta de otras historias, sino que también desafían modelos expositivos normativos”.
Autor y comisaria explican en su statement que “Bajo los efectos del poder es una investigación y propuesta curatorial que se ancla en develar a través de la interdisciplinariedad y la versatilidad artística las tensiones históricas y cotidianas que han padecido algunas sociedades y naciones, víctimas –y a veces victimarias producto de las actitudes de sujetos con aires autoritarios– de despotismos, inconsistencias y distopías”. Y apuntan que “desde diferentes líneas se hace énfasis particular en la sociedad cubana”.
Asimismo, el texto advierte que en Historias polares, fragmento de Bajo los efectos del poder, “se compendia un vasto material de archivo encontrado, manipulado y re-construido”, con el objetivo de entremezclar “registros de realidades que se mueven entre lo ideológico, lo social, lo político, lo cultural, la intimidad, lo identitario, perfectamente engranados a partir de la recomposición metafórica a la que somete el artista estos residuos fotográficos”.
Historias polares presenta imágenes-collage residuales. Entre lo quebradizo y lo engarzado, configuran una narratividad que interpela la totalidad, la continuidad, el monolito a que aspira el poder. Modifica el relato autoritario. Lo destruye. Es una cuchilla afilada. Una cuchilla que tortura fotografías antiguas. Es decir: tortura la memoria, y la rehace.
Construidas desde la fragmentación, la escisión y la sutura, estos textos fotográficos –por llamarlos de alguna manera– no aspiran a establecer una cronología. Aspiran al caos. La caosmosis es su enfermedad. Son imágenes enfermas, en el sentido etimológico de la palabra: faltas de solidez. No interesa aquí totalizar, sino esa incertidumbre del temblor, de las ruinas, de lo carcomido.
En su primera activación (de cuatro), el proyecto Bajo los efectos del poder mostró en los predios virtuales del archivo Sin Cinta Previa una trilogía de materiales audiovisuales agrupados bajo el título Nada nuevo bajo el sol (2015-2017), junto a una serie de tarjetas de lobby intervenidas con collages de fotografías de mediados del siglo pasado.
De la misma manera, el pasado 9 de septiembre se inauguró en la sede de Terremoto Campo de batalla, una serie de fotografías analógicas, impresas digitalmente, que forman parte del cuerpo ensayístico de Viviendo con el enemigo (2006). Aquí las imágenes revelan una suerte de “zona bélica”, “vetusta, rancia, contaminada” a partir del registro documental de la campaña masiva de fumigación que lanzó el Gobierno cubano contra el mosquito Aedes aegypti, denominada “En lucha contra el enemigo”.
Tras Historias polares, la cuarta entrega de Bajo los efectos del poder tendrá lugar en noviembre próximo en la galería El Lobi de Puerto Rico, pero la fecha exacta está aún por definir.
Según informó la Fototeca de Cuba en sus redes sociales, debido a que se mantienen las medidas de prevención sanitarias, Historias polares podrá visitarse sólo los martes, miércoles y jueves entre las 10:30 a.m. y 1:00 p.m.
Ricardo Miguel Hernández se graduó en 2009 en la Cátedra Arte de Conducta, creada y dirigida por Tania Bruguera. Ha expuesto en Cuba, Estados Unidos, Italia, Alemania, República Checa, Brasil, Polonia y Eslovenia. En la canadiense Kolaj Magazine, Yenny Hernández describe su obra como “un material en el que se condensa la memoria de un sujeto anónimo”.
|
Colabora con nuestro trabajo Somos una asociación civil de carácter no lucrativo, que tiene por objeto principal la promoción y fomento educativo, cultural y artístico. En Rialta nos esforzamos por trabajar con el mayor rigor profesional en la gestión, procesamiento, edición y publicación de los contenidos y la información. Todos nuestros contenidos web son de acceso libre y gratuito. Cualquier contribución es muy valiosa para nuestro futuro. ¿Quieres (y puedes) apoyarnos? Da clic aquí. ¿Tienes otras ideas para ayudarnos? Escríbenos al correo [email protected]. |
