La investigación y propuesta curatorial Bajo los efectos del poder, una muestra del artista visual cubano Ricardo Miguel Hernández (La Habana, 1984), comisariada por Yenny Hernández Valdés, se expone desde el pasado 19 de agosto, y hasta el 19 de septiembre, en los predios virtuales de Sin Cinta Previa, archivo latino y queer dedicado a la proyección y discusión de experiencias audiovisuales, “polivocales” y “multiétnicas”, de artistas de la región latinoamericana.
Presentada por Terremoto, una revista y plataforma cultural dedicada al pensamiento crítico alrededor del arte contemporáneo que sucede en “las Américas”, la muestra, en su primera activación, concentra una trilogía de materiales audiovisuales agrupados bajo el título Nada nuevo bajo el sol (2015-2017) –disponibles para ver por tiempo limitado en la página de Vimeo de Sin Cinta Previa–, junto a una serie de tarjetas de lobby intervenidas con collages de fotografías de mediados del siglo pasado.
El proyecto multimedia Bajo los efectos del poder se configura, como señala la nota curatorial, “a través de la interdisciplinariedad y la versatilidad artísticas”. Su intención es narrativizar, con una predominancia intertextual de carácter expansivo, “las tensiones históricas y cotidianas que han padecido algunas sociedades y naciones víctimas –y a veces victimarias producto de las actitudes de sujetos con aires autoritarios– de despotismos, inconsistencias y distopías”.
“Precisamente –prosigue la nota– la referencia no está en el orden de comprender el entramado decolonial en la sociedad cubana en tanto desprendimiento del poder eurocéntrico que por años padeció; sino en mostrar de manera reflexiva y sugerente el resultado de escudriñar, de tocar zonas sensibles, de cuestionar el decursar de un proyecto social varado en la nostalgia, en el inmovilismo y la arbitrariedad: fenómenos visibles y experienciales en la sociedad cubana de hoy.”
Basadas en una concepción policéntrica, rizomática y flexible, las imágenes-collage construidas por Ricardo Miguel Hernández aspiran a un tipo de texto que borra las líneas de demarcación entre lo auténtico y lo no auténtico. Asimismo, Nada nuevo bajo el sol da lugar a un palimpsesto enorme de muchas capas. Cada capa es un atardecer, capturado desde un mismo punto, sobre La Habana. Atardecer sobre atardecer.
Ricardo Miguel Hernández estudió en la Cátedra Arte de Conducta –donde se graduó en 2009–, creada y dirigida por Tania Bruguera. Ha expuesto en países como Cuba, Estados Unidos, Italia, Alemania, República Checa, Brasil, Polonia y Eslovenia. En un ensayo publicado en Kolaj Magazine, revista canadiense dedicada a examinar el collage contemporáneo, la historiadora del arte Yenny Hernández Valdés explica:
“El documento que rastrea y selecciona Ricardo Miguel Hernández para una posterior factura artística presenta un tiempo compartido. Este constituye un material en el que se condensa la memoria de un sujeto anónimo, y luego evoluciona hacia otra dimensión significante toda vez que el artista la asume como material de trabajo. En la disyuntiva que se tensa entre la aleatoriedad de un documento fotográfico determinado como punto de partida para una nueva narración estética, y la sumatoria de diferentes historias.”
La muestra Bajo los efectos del poder estará compuesta por cuatro activaciones, la primera de ellas es la que puede verse en Sin Cinta Previa. Las otras tres, como informó Hernández Valdés a Rialta Noticias, se inaugurarán en la sede de Terremoto (Ciudad de México) y en la Fototeca de Cuba, el 2 y 16 de septiembre respectivamente, así como, con fecha aún por definir, en la galería El Lobi (Puerto Rico). Cada activación presentará obras independientes.
Este proyecto curatorial es el resultado de La Postal, un premio de curaduría expandida que organizó Terremoto y que obtuvo Yenny Hernández Valdés en octubre de 2020. La convocatoria del premio exhortaba a “artistas y curadores jóvenes a expandir la noción de archivo a nivel curatorial, así como facilitar la movilidad de agentes y documentos que no solo den cuenta de otras historias, sino que también desafían modelos expositivos normativos”.
La primera devolución en línea de Bajo los efectos del poder conforma un archivo exploratorio –provisional, fluido, relativista, múltiple– donde Ricardo Miguel espolea las arquitecturas de poder; arquitecturas que se expanden en redes de intermediación. Por eso sus imágenes son tan poéticas. Tanto para Ricardo Miguel, como para Nietzsche, la teoría del poder es poetológica. El poder es “poético”; engendra sentidos.
Bajo ese poder, bajo ese blindaje, Ricardo Miguel y Yenny Hernández horadan la deflagración.