La ciudadela de Machu Picchu, enclave sagrado del imperio inca, y hoy el principal sitio arqueológico de Perú, se habría establecido hacia 1420, casi dos décadas antes de lo que pensaban hasta hace muy poco los expertos. Un avanzado estudio de datación llevado a cabo por científicos estadounidenses de la Universidad de Yale así lo indica, y viene a confirmar lo planteado en 2020 por arqueólogos peruanos que emplearon la técnica de radiocarbono para analizar restos de ceniza y semillas del lugar.
El hallazgo del equipo científico norteamericano –dirigido por el profesor Richard Burger y publicado en la revista Antiquity (peer-reviewed)– ha conseguido repercusión mundial en las últimas dos semanas puesto que coloca en entredicho los registros coloniales y, en consecuencia, la historiografía basada en ellos acerca de la época prehispánica, al menos en lo que concierne al Tahuantinsuyo.
“Los resultados sugieren que la discusión sobre el desarrollo del imperio inca basado principalmente en registros coloniales requiere revisión”, afirmó Burger en declaraciones recogidas por el diario británico The Guardian. “Los métodos modernos de radiocarbono proporcionan una mejor base para comprender la cronología inca que los registros históricos contradictorios”.
Tal inexactitud cronológica estaría dada por la incapacidad de los europeos del siglo XVI para descifrar cabalmente el modelo quechua de registro de información, los quipus (un sistema de nudos).
El estudio de Burger y su equipo consistió en una espectrometría de masas con acelerador (AMS, por sus siglas en inglés) aplicada sobre 26 restos humanos de Machu Picchu que se encontraban en la Universidad de Yale desde la expedición de Hiram Bingham –considerado el “descubridor” de la ciudad perdida de los incas (1911)– hasta principios de la década anterior, cuando el gobierno peruano logró repatriar más de cuatro mil 800 piezas conservadas en el centro de altos estudios norteamericano.
Los datos sugieren que el sitio de Machu Picchu, a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, fue explotado continuamente entre 1420 –y probablemente antes– y 1530. Hasta el momento, los historiadores trabajaban con la hipótesis –basada en los relatos españoles del siglo XVI– de que su construcción era posterior a 1438.
Burger afirmó que “intentos anteriores” no habían arrojado resultados suficientemente confiables, por lo que, subrayó: “Este es el primer estudio basado en evidencia científica que proporciona una estimación de la fundación de Machu Picchu y la duración de su ocupación”.
Sin embargo, el arqueólogo José Bastante Abuhadba, jefe del Parque Arqueológico y Santuario Histórico de Machu Picchu (Cusco, sur de Perú), reivindicó la precedencia de la investigación publicada en 2020 en una revista de la Universidad de Arizona, Estados Unidos.
“Con respecto a los fechados de los colegas norteamericanos, estamos contentos que sus resultados sean bastante similares a los nuestros: lo más temprano que habíamos obtenido para el caso de la construcción inca de Machu Picchu era 1420”, manifestó Bastante, de acuerdo con el diario español El País.
El experto peruano explicó que el complejo arqueológico abarca 37 mil hectáreas, de las cuales apenas diez son visitables por los visitantes (51 mil 868 en julio): “No sólo está la llacta [ciudadela en lengua quechua], hay 60 monumentos arqueológicos en el parque Machu Picchu y las investigaciones interdisciplinarias son permanentes, trabajamos de manera ininterrumpida”, aseguró.
“En el conjunto arqueológico de Choquesusuy, ubicado en el área, hemos fechado restos del año 1380”, agregó Bastante. “Igual, se requiere mucho más fechados, obviamente controlados y corregidos”.
Las piezas pertenecientes a la colección de Bingham, que durante décadas se guardaron en Yale y ahora son custodiadas por la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, fueron declaradas en 2019 patrimonio cultural de Perú.