Raúl Roa: “Mella, Martínez Villena y Pablo de la Torriente Brau, sirven de bandera y de tribuna a la revolución” [Fragmento]

Martínez Villena, poeta antológico y héroe popular

Rubén Martínez Villena, el otro protagonista a que he de referirme, como saben ustedes, nació a la vida en pañales de seda, fue un típico pequeñoburgués. Se educó de una manera apropiada, aunque en colegio público, y adquirió una cultura muy rica. Sin duda alguna, su sensibilidad fina pudo depurarse mediante la lectura, pero siempre tuvo una intuición extraña de que aquella no era su vida. Creyó en un principio que su vida era ser poeta.

Y efectivamente, le dio rienda suelta a su vocación y escribió versos prodigiosos. En la historia literaria de Cuba, quedarán indelebles algunos poemas de Rubén Martínez Villena. Y, por cierto, que el otro día, en un periódico nuestro, que dedicó todo un cuaderno a revivir la vida, la figura y la obra de Rubén Martínez Villena, me encontré con que un escritor, que pertenece al género epiceno, tuvo la osadía de decir que Rubén Martínez Villena era un poeta que había agotado la cursilería.

Ese escritor que pertenece al género epiceno se llama Virgilio Piñera. No tiene que ver nada con Virgilio, el gran poeta latino, por supuesto. Pero se llama Virgilio Piñera y tuvo la osadía de decir que el poeta Rubén Martínez Villena había fatigado la cursilería. Estas cosas no se pueden permitir, ni se pueden tolerar.

Porque este señor, este escritor ambidextro que pertenece al género epiceno, no pudo siquiera sacarle la punta a los lápices con que Rubén Martínez Villena escribió sus poemas.

A nuestros héroes populares, compañeros, tenemos que defenderlos; tenemos que defenderlos irreductiblemente y no podemos permitir que so pretextos, de más o menos ejercicios retóricos, se diga de ellos cosas que van enredezadas [sic] a menoscabarlos y disminuirlos, como en este caso.