El cubano Carlos Mateu (La Habana, 1970), artista plástico e instructor de baile asentado en Nueva York, ha convidado para este viernes 10 de febrero al fotógrafo Juan Caballero y a Román Díaz & Ensemble a un evento único en el Teatro LATEA (Latin American Theater Experiment Associates), Centro Cultural Clemente Soto Vélez (107 Suffolk Street, NY NY 10002), en el Lower East Side de Manhattan.
La cita –fijada a las 7:00 p.m., hora local– incluye exhibición de arte, poesía y rumba en vivo (a cargo de Díaz), así como clase de salsa con el propio Mateu, según anuncian los organizadores.
Mateu define su estilo pictórico como “Pop Geometric”.
La exposición en The Clemente acercará a los neoyorquinos interesados unas pinturas que “fusionan elementos del cubismo con el realismo”. El procedimiento plástico de Mateu –apunta esa institución cultural– emplea “líneas rectas y perspectivas para crear un efecto geométrico y tridimensional, mientras deforman sutilmente las imágenes”.
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“Los colores intensos de acrílico se aplican en capas como serigrafía, creando divisiones limpias y precisas divisiones entre los tonos, aún más texturizados con pastel al óleo”, detalla el texto curatorial. “Su tema incorpora surrealismo y misticismo para reflejar la vida y las religiones afrocubanas, los recuerdos de Cuba, su vida en los Estados Unidos y su propia perspectiva creativa sobre el mundo que lo rodea”.
El ritmo de Román Díaz, percusionista y compositor, exintegrante de la agrupación cubana Yoruba Andabo y discípulo del legendario Pancho Quinto, será acaso, para muchos, el principal atractivo de la velada de este viernes.
Por su parte, Juan Caballero es un enamorado de la rumba, y se ha consagrado en las últimas décadas a registrar los avatares de esa forma irrepetible de la percusión, el canto y el baile afrocubanos, lo mismo en La Habana que en Miami o Nueva York.
Sus instantáneas de la rumba emigrada en Estados Unidos –señaladamente, la rumba del Central Park, en Nueva York– constituyen un gran testimonio de la perseverancia de una cultura en el exilio.
“En 2016 la rumba cubana fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Sin embargo, cuando se practica en la diáspora cubana de Nueva York o Miami, recibe otras connotaciones, evocando un anhelo por la patria perdida, además de crear una inmensa plataforma para que personas de América Latina y de diversos orígenes se reúnan en un espacio multicultural de interés comunitario”, se lee en el statement artísico de Caballero a propósito de su proyecto La Rumba Cubana Series.
“Rumba, Arte & Poesía”, prometen Mateu y sus invitados especiales para la tardenoche de este viernes en una esquina de Manhattan. ¿Qué puede salir mal?, cabría preguntarse.
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