La espina

no creo
no creo desde que abro los ojos
hasta cerrarlos

no creo desde una orilla
hasta la otra
de mi vida

no creo
con la misma profundidad
con que mi madre
creía

no creo
al comer pan
al beber agua
al amar un cuerpo

no creo
en sus templos
en sus curas en sus signos

no creo
al pasar por la calle de una ciudad
por el campo
bajo la lluvia en el aire
dentro del resplandor
de la anunciación

leo sus parábolas
rectas como la espiga del trigo
y evoco a un dios
que no sabía reír

pienso
en un dios
pequeño y sangrante
que yace
en los blancos lienzos de la infancia

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pienso
en una espina que desgarra
nuestros ojos nuestras bocas
ahora
y en la hora de la muerte

Cuento sobre las viejas feas

me gustan las viejas
las viejas feas
malignas
ellas: sal de la tierra
no les da asco la basura
humana

son ellas que conocen el revés
de la medalla
del amor
de la fe

las viejas
vienen y van
mientras los dictadores
se hacen los graciosos
mostrando sus manos en sangre

las viejas feas se levantan
junto con el sol
compran carne frutas pan
lavan hacen la cocina
se quedan en las calles con brazos cruzados
y se callan

las viejas
son inmortales

Hamlet se agita dentro de su red
Fausto hace un juego vil y ridículo
Raskolnikov bate con su hacha
las viejas son
irrebatibles
sonríen levemente

muere el dios
las viejas se levantan sin hacerle caso
cada día
compran pan vino pescado
se muere la civilización
las viejas se levantan junto con el sol
abren las ventanas

tiran la basura
se muere el hombre
las viejas
lavan al difunto
entierran a sus muertos
siembran flores
sobre sus tumbas

me gustan las viejas
las viejas feas
malignas

creen en la vida eterna
ellas: sal de la tierra
corteza del árbol
mirando con sus ojos de humildes bestias

cobardía y heroísmo
grandeza y mezquindad
a todo le dan una dimensión

conforme a las exigencias del día
de su día cotidiano

sus hijos descubren América
perecen en las Termópilas
crucificados se desangran
conquistan el Cosmos

las viejas salen a las calles
junto con el sol compran leche
pan carne todavía falta pimienta
para el guiso
las viejas abren las ventanas

sólo los tontos se ríen
de las viejas
de las viejas feas
malignas

porque ellas son mujeres
hermosas
las buenas viejas hermosas

como huevos
secretos sin misterio
bolas rodando incansablemente

las viejas son
momias
como de gatos sagrados

pequeñas
todas arrugadas
y cada día más secas
manantiales frutas
o gordas
budas ensimismadas

cuando mueren
se les escapa
una pobre lágrima juntándose
con una sonrisa feliz
de jovenzuela

Traducción de Krystyna Rodowska

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