Un mapa de las exposiciones de Ana Mendieta en 2020

0
‘Volcán’, Ana Mendieta, 1979 (FOTO Galerie Lelong & Co.)

Irrigation Veins o Venas de riego es el nombre que cobija una de las últimas expos de Ana Mendieta (La Habana, 1948 – New York, 1985). Como en un relicario, la galería neoyorkina Lelong & Co., en colaboración con P.P.O.W. Gallery, ha seleccionado obras suyas y de Carolee Shneemann (Pensilvania, 1939 – New Paltz, 2019), gestadas entre 1966 y 1983, para exhibirlas online desde el pasado 30 de abril y hasta el 30 de mayo de 2020.

Desde que en 1986, apenas a un año de la muerte de Mendieta, Carolee Shneemann inscribiera su nombre junto al de ella, con los doce trípticos de Hand / Heart, una historia de trasvases corporales y estéticos, de fluidos y reivindicaciones feministas ha corrido entre las dos, como entre vasos capilares más que comunicantes. La expo Irrigation Veins explora pues “las historias paralelas, las iconografías y las afinidades compartidas” de ambas –al decir de medios como ArtForum–, y propone un maridaje que fluye con total naturalidad entre quienes coincidieron no sólo por sus visualidades y su mística telúrica, sino por sus indagaciones sobre sí mismas, sobre la sexualidad y el género, a través de la performance y de un cine de visos documentales o autobiográficos.

Desde 1991, la obra de Ana Mendieta es representada por Lelong & Co. Mas, se ha dicho que Shneemann, quien fue correpresentada por la galería par de años antes de morir y quien se desenvolvió durante su vida como artista multidisciplinaria atravesada por corrientes como Fluxus, Neo-Dada o la Beat Generation, había deseado y propuesto personalmente esta muestra a dúo con Mendieta. No es de extrañar, siendo que la cubanoamericana fue, a fin de cuentas, una de sus correligionarias en terrenos como el happening, el earth-body y el historical art –como le gustaba etiquetarse a la propia Shneemann– y siendo que la obra de ambas rompió de suyo el marco de la pintura clásica, de modo que ha de ser vista en concomitancia con lo antropológico y los rituales del drama –en el sentido antiguo.

Primitivismo y fertilidad femeninas han sido instrumentalizados y resemantizados para hablar de la violencia de género y de la lucha contra los estereotipos que nos enclaustran todavía por mujeres como Hannah Höch (con Aus der Sammlung: Aus einem Ethnographischen Museum / De un museo etnográfico, 1929), Louise Bourgeois, las Guerrilla Girls o las propias Mendieta y Schneemann –al decir de la ensayista Estela Ocampo–. De hecho, dos obras que dialogan en Lelong & Co. son el video silente Volcán (1979), de Ana Mendieta, y Study for Up To and Including Her Limits (1973), de Carolee Schneemann, instalaciones que confirman el estrecho lazo de las creadoras con la tierra y su esgrimir del cuerpo como agente activo y espacio político de liberación contra las estructuras y los tabúes, las represiones y las fisuras de las retóricas del poder. Una defensa la suya que le habla al feminismo, sí, pero también a otras porfías campales por los derechos civiles y por la existencia fragmentaria, inacabada y contradictoria de los individuos.

Tal cual lo recuenta Art Like You, Schneemann y Mendieta se conocieron en el New York de los setenta, teniendo ya cada una parte de su trayectoria trazada. Dos cuerpos y dos matrices mentales que, desde entonces, coincidieron en publicaciones y exposiciones. Salones como A.I.R. Gallery o Franklin Furnace Archive se interesaron en obras suyas a finales de esa década y principios de la siguiente. Sus intereses por la renovación de la vida y por la temporalidad, así como sus búsquedas tras los arquetipos perdidos, se entrelazan y también equidistan en lo que se expone y queda por navegar al espectador. Shneemann alguna vez afirmó que la invocación de la filogenia en ambas pasaba por la recapitulación de lo mitológico, por habitar energéticamente momentos y espacios de apertura vital.

Por otro lado, tras una ausencia de más de 20 años de la obra de Ana Mendieta en la palestra española, se inauguró el pasado febrero Tropic-Ana en los predios de Nogueras Blanchard, y su clausura ocurrió en abril. Curada por el artista cubano Wilfredo Prieto, en colaboración con Raquel Cecilia Mendieta, Tropic-Ana reunió dibujos, filmes e incluso postales de la creadora. Raquel Cecilia Mendieta, quien es la principal conocedora y encargada del estate de Ana Mendieta, es autora de Whispering Cave, un road trip sobre las incursiones en el land art de su tía, a principios de los ochenta y en las cuevas de Escaleras de Jaruco (Cuba). La exhibición de ese material se planeó el 13 de febrero, en paralelo con Tropic-Ana, en el Círculo de Bellas Artes madrileño. Ahora mismo –de cumplirse lo que han referido medios como El País–, la sobrina trabaja en otra película sobre la vida y la obra de Mendieta.

Otras exhibiciones recientes en que Ana Mendieta expone o ha expuesto su corpus en el Nuevo Mundo y durante 2020, desplegando su teatro de operaciones simbólicas en varios puntos de ese territorio de los Estados Unidos al que quiso y no quiso pertenecer, son la personal Blood Inside Outside y tres colectivas: Red, Una revolución gráfica: Impresiones y dibujos en América Latina y Some Day is Now: Women Art & Social Change.

La primera acontece en Maryland, en el Museo de Arte de Baltimore (The Baltimore Museum of Art), institución que adquirió recientemente el video Blood Inside Outside (1975), que da nombre a la exhibición. La pieza fílmica comenzó a ser visionada desde el 1ro de marzo y continuará hasta el 28 de junio –siempre y cuando el centro reanude sus funciones, detenidas por la Covid-19–. Comisariada por la curadora asociada Leslie Cozzi, y como es ya costumbre al intentar mostrar el multifacético devenir de la artista, esta expo se hace acompañar de fotos y dibujos. Tanto las fotografías de la serie Body Tracks de Ana Mendieta, como los contornos abstractos de diosas paleolíticas, representadas sobre papel, hojas y cortezas de árbol, hacen por reconstruir la magia de un mundo de figuraciones de una artista que, en cópula con todo lo que la naturaleza nos da, empleó disímiles formatos y modos de documentación de la experiencia dolorosa que es (muchas veces) la vida, a la par que intentaba suturar la escisión y el desarraigo social que la embargaron en una autobiografía marcada por el exilio y los orfanatos.

- Anuncio -Maestría Anfibia

Red es una muestra colectiva recientemente clausurada y pertenece por igual a Galerie Lelong & Co. Estuvo online desde el 10 de abril hasta el 8 de mayo pasado e implicó veinticinco obras de artistas que exploraron esa tonalidad que tan cara fue a Mendieta, no sólo por la sangre o el hecho de (des)fallecer, sino en vísperas de la vitalidad y lo expresivo de cuerpos que quieren mantenerse a flote, encontrar su casa, despojarse de máscaras. Otros creadores exhibidos fueron Michelle Stuart, Jane Hammond, Kate Shepherd, Rosemary Laing… Las temáticas y los usos del rojo, así como los soportes fueron variadísimos, pero el color prevaleció allí en pos de hablar de lo corporal y lo emotivo, tanto como de la política, la cultura pop y la impronta de lo individual –según resumió la curaduría.

La tercera de estas exhibiciones comenzó el 14 de marzo de 2020 y su cierre está programado para el 2 de agosto de este año. De acuerdo con el Museo de Arte de Cleveland (The Cleveland Museum of Art), quien esté interesado en redescubrir la obra de la realizadora dentro del mapa de Una revolución gráfica: Impresiones y dibujos en América Latina, podrá sumergirse en la proyección del video Ochún (1981). El material documenta una escultura esculpida por Mendieta frente a la costa de Key Biscayne. Perteneciente a la serie Siluetas, la obra hibrida sangre, tierra, fuego, plumas y arena, una materia con la que la artista edifica dos crestas, en gesto simpatético que alude al estrecho de la Florida y a la santa patrona de Cuba –una deidad a la que se ataría luego con la muerte–. Con el mar de fondo que interconecta archipiélago y continente, la creadora reflexiona allí –como en otras zonas de su obra– sobre su deseo de entrar en comunión ora con lo natal ora con su “nuevo hogar”, en un viaje raigal que la fusione con la naturaleza y la deje trasmigrar de la lengua (de tierra) de partida a la de llegada…

La génesis de la ejecución de Ochún data de la década de los setenta, durante la cual ella filmó la mayoría de los más de 100 audiovisuales que se atesoran suyos, no hace mucho catalogados y digitalizados por Galerie Lelong & Co. No obstante, la pieza fue concluida por Ana Mendieta ya en los ochenta y se dice que es, por tanto, la única que grabó con medios modernos. Algunas zonas de esta colección de películas de Ana Mendieta han sido vistas en exposiciones no muy alejadas de la actualidad. En 2016, Galerie Lelong & Co. presentó Experimental and Interactive Films, con quince obras; y entre 2018 y 2019, en Jeu de Paume, en París, veinte filmes y numerosas fotografías fueron parte de Le temps et lʼhistoire me recouvrent, curada por Howard Oransky y Lynn Lukkas.

Entre esas de las que da noticias la propia Galerie Lelong & Co., la cuarta de las exposiciones en las que Ana Mendieta estará de cuerpo presente deberá abrir del 7 de agosto al 18 de octubre de este año. Tendrá sitio en la Galería de la familia Stitzer y conmemora el centenario del sufragio femenino estadounidense con obras que le hablan al empoderamiento social tanto como a la reivindicación de razas y etnias –según el Nuevo Museo de Arte Americano de Bretaña en Connecticut (New Britain Museum of American Art). Some Day is Now… involucra, como la doble cifra de este año fatídicamente memorable, a veinte artistas. Desde Jenny Holzer o Nancy Spero hasta Yoko Ono y la propia Guerrilla Girls, quienes se han expandido como sus vallas, y aun desde el anonimato, justo desde aquel 1985 en que la muerte segó la vida de Ana Mendieta en Greenwich Village.

Cierre o caída del telón que, sin embargo, no ha dejado trunco el viaje de las imágenes de la creadora, como ilustran estos botones de muestra. He dicho “floraciones” para hablar de la diseminación de su obra por museos, tanto como de su pervivencia en los imaginarios de otras, desde Tracey Emin hasta las cubanas Tania Bruguera o Alejandra Glez. Pienso al decirlo también en una de las tantas Siluetas sin nombre de Ana Mendieta, gestada sobre una tumba de piedra en México. Es la conocida como Imagen de Yagul: allí donde la artista, otra vez en escena, pasado ya un número de años mayor que el conteo de pisos que recorrió su cuerpo…, se siembra y se hace paisaje, se sigue haciendo floresta.

Ese retrato de quien afirmó que tenía “sed de ser” converge en sus emanaciones, acaso no tan sorpresivamente, con uno de los fragmentos reflexivos que Galerie Lelong & Co. ha compartido al reunirla con Carolee Schneemann –justo el que intitula la exposición–. “Mi arte se basa en la creencia en una energía universal que atraviesa todo ser y materia, todo espacio y tiempo. Mis obras son las venas de riego de este fluido universal –dice Ana Mendieta y es como si la viéramos confluir y afluir en Creek (1974), como una cáscara de nuez brotando en el lecho del río–. A través de ellas asciende la savia ancestral, las creencias originales, las acumulaciones primordiales, los impulsos inconscientes que animan el mundo”.

Colabora con nuestro trabajo
Somos una asociación civil de carácter no lucrativo, que tiene por objeto principal la promoción y fomento educativo, cultural y artístico. En Rialta nos esforzamos por trabajar con el mayor rigor profesional en la gestión, procesamiento, edición y publicación de los contenidos y la información. Todos nuestros contenidos web son de acceso libre y gratuito. Cualquier contribución es muy valiosa para nuestro futuro.
¿Quieres (y puedes) apoyarnos? Da clic aquí.
¿Tienes otras ideas para ayudarnos? Escríbenos al correo [email protected].
JAMILA MEDINA RÍOS
Jamila Medina Ríos en poesía: Huecos de araña (Premio David, 2008), Primaveras cortadas (México D. F., 2011), Del corazón de la col y otras mentiras (La Habana, 2013), Anémona (Santa Clara, 2013; Madrid, 2016), País de la siguaraya (Premio Nicolás Guillén, 2017), y las antologías Traffic Jam (San Juan, 2015), Para empinar un papalote (San José, 2015) y JamSession (Querétaro, 2017). Jamila Medina en narrativa: Ratas en la alta noche (México D.F., 2011) y Escritos en servilletas de papel (Holguín, 2011). Jamila M. Ríos (Holguín, 1981) en ensayo: Diseminaciones de Calvert Casey (Premio Alejo Carpentier, 2012), cuyos títulos ha reditado, compilado y prologado para Cuba y Argentina. J. Medina Ríos como editora y JMR para Rialta Magazine. Máster en Lingüística Aplicada con un estudio sobre la retórica revolucionaria en la obra de Nara Mansur; proyecta su doctorado sobre el ideario mambí en las artes y las letras cubanas. Nadadora, filóloga, ciclista, cometa viajera; aunque se preferiría paracaidista o espeleóloga. Integra el staff del proyecto Rialta.

Deja un comentario

Escriba su comentario...
Por favor, introduzca su nombre aquí