La Iberoamericana de Alcalá se desarrolla en la ciudad española de Alcalá de Henares hasta el 26 de noviembre. Con una nómina de 37 artistas de ocho países acoge la participación de cuatro creadoras cubanas: Alicia Rodríguez Alvisa, Adriana Arronte, Laura Lis y Yanelis Mora.
Bajo el eslogan general “Mujer y artes visuales del siglo XXI”, el curador madrileño Manuel Víctor del Campo Yllera se ha propuesto crear un multiespacio que emancipe el lugar de la mujer dentro las artes visuales sin dejar fuera sus contextos sociales.
Dentro de las actividades relacionadas con el 25 aniversario de la declaración de la Universidad de Alcalá como Patrimonio Mundial por la Unesco, la tercera edición de La Iberoamericana tiene a Ecuador como país invitado de honor y reúne 245 piezas en manifestaciones como pintura, escultura, fotografía, videoarte, instalaciones, arte gráfico y dibujo.
La ciudad natal de Cervantes acoge esta muestra en varios espacios, como el Museo Luis González Robles del Colegio Mayor de San Ildefonso, sede del Rectorado de la Universidad de Alcalá; la Sala de exposiciones de Caracciolos; el Museo de Arte Iberoamericano y el zaguán de entrada del Edificio Cisneros. Todo el evento expositivo se acompaña de debates, conciertos y una muestra de cine iberoamericano.
Las cuatro artistas cubanas presentes en esta edición comparten la necesidad de reivindicar una sensibilidad creadora. Alicia Rodríguez Alvisa, quien reside en Estados Unidos, expone varias fotografías que forman parte de la serie Estás ahí, que ya se pudieron ver en Espacio Copiloto, como parte de su primera exposición personal en Madrid, en junio pasado. Además, exhibe la videoinstalación A long Hug, donde cinco televisores fragmentan su cuerpo y lo muestran en estadios de vulnerabilidad.
En el trabajo de Rodríguez Alvisa se percibe un yo múltiple y nostálgico. En este sentido, ha declarado que la creación de estas imágenes le ha ayudado a sentirse “cuidada, acompañada y amada otra vez”.
En sus imágenes el cuerpo es una arquitectura “de lo propio y encuentro con lo otro –esa otra que también es”. Además, como declara la curadora Yudinela Ortega, “forma parte de una escenografía de la cotidianidad, de la vida no instagrameable con sus flecos y sus derivadas manías”.
Por su parte, Adriana Arronte muestra la serie Política de datos, en la que investiga los quiebres inherentes a la comunicación humana. En su trabajo explora con objetos como abrecartas antiguos, intervenidos con lacre, y alude a temas relacionados con la expropiación, los entornos mercantiles, los familiares y los tránsitos azarosos del mensaje.
Los estados débiles es una instalación en la que Arronte reflexiona sobre los estados del individuo y su relación con los estados políticos. Es un juego de debilidades en las que todos se atacan precisamente por sentirse débiles. Nociones como poder y soberanía se entrelazan para crear un dispositivo artístico. Los estados débiles son entornos cambiantes donde lo más débil es la seguridad.
Laura Lis llevó a La Iberoamericana varias piezas de su serie Votiva. Sus esculturas, realizadas en bronce con un baño de oro de 24 quilates, intentan deconstruir eso que conocemos como mujer. En este camino, enfatiza en el autoconocimiento como un mecanismo de poder y se apega a los ciclos “femeninos” y los transforma en ritual.
“Mi obra”, ha dicho Laura Lis a propósito de su participación en la cita complutense, “surge desde lo más profundo de mí. Cada pieza es una parte de mi vida, es una historia personal y, por ende, una historia humana. Con ellas pretendo reflejar situaciones donde las emociones y los sentimientos son los protagonistas que rigen nuestro comportamiento y nos llevan a tomar las decisiones del día a día”.
A su vez, Yanelis Mora despliega tres piezas que emplean la técnica de tela teñida sobre fiselina de papel. Sus telas son paisajes cocidos por la memoria. Sus paisajes son fragmentos de geometrías fractales. “Hoy más que nunca nosotras, las mujeres artistas, tenemos una encomienda: sacar adelante el sentido común. El arte no discrimina, por encima de todo es puro”, aseveró.
La Iberoamericana de Alcalá de Henares se fundó en 2020 como una plataforma de observación, análisis y reflexión sobre el papel que la mujer ha ocupado en los campos de las artes visuales.
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