El arte de Mariano Rodríguez, maestro de la vanguardia artística cubana, se expone en Estados Unidos

El Pérez Art Museum Miami propone, a partir del próximo verano, una notable muestra retrospectiva de Mariano Rodríguez (1912-1990), figura señera de la plástica cubana en el siglo XX. Se trata de una versión, más compacta, de la exposición Mariano. Variaciones sobre un tema, acogida entre el 7 de septiembre y el 5 de diciembre de 2021 por el McMullen Museum of Art de Boston.

Por primera vez en los Estados Unidos, se presenta un repaso integral de la trayectoria de este maestro de la vanguardia artística en Cuba. Y ahora el recinto miamense anuncia que la exhibición se extenderá por algo más de un año, del 5 de agosto de 2022 al 22 de agosto de 2021.

La reciente primera entrega de Mariano. Variaciones sobre un tema articuló en la pinacoteca bostoniana una suerte de ensayo visual que ofrecía al espectador una comprensión detallada de las claves del pintor, cuya apuesta visual fue una de las más complejas, y que mejor enarboló el proyecto estético modernista, de cuantas emergieron durante la segunda generación vanguardista en la isla.

Comisariada por Elizabeth Thompson Goizueta, chief curater del McMullen Museum, Mariano. Variaciones sobre un tema reunió “más de 140 obras entre óleos, acuarelas y dibujos provenientes de importantes museos y colecciones privadas”. El diseño curatorial organizó la muestra cronológicamente: “México: la primera etapa, 1930”; “La Escuela de París en la ciudad de Nueva York, década del 40”; “Arte no objetivo de Nueva York, década del 50”; “Las pinturas negras y lo grotesco, años 60”, y “Cuba: lo sensual y lo idealista: 1960-1980”. Este recorrido hacía posible una lectura transparente de la evolución artística de Mariano, desde los años formativos en México, donde se vio fuertemente influenciado por la escuela muralista, pasando por la poética informalista y la abstracción, hasta desembocar en su reencuentro con la figuración.

Quizás el mérito más significativo de la exposición estuvo en entregar un estudio acabado en torno a los códigos estéticos y el repertorio temático de Mariano. Incluyó además documentación sobre el entorno social en que el maestro cubano concibió su arte, a fin de escozar el diálogo que mantuvo con su tiempo histórico. …Variaciones sobre un tema iluminó también a los espectadores norteamericanos acerca de los múltiples mecanismos constructivos del autor: la compleja relación entre la base eminentemente dibujística de su pintura y la estridencia de sus manchas de color; su tendencia a la síntesis de las figuras, resueltas paradójicamente en gestos y posiciones violentos; o la densidad casi barroca de las composiciones, a las que imprimía una fuerte carga alegórica.

Muchos otros aspectos esenciales de Mariano fueron atendidos: su apelación a lo grotesco, los vínculos en su obra entre un imaginario estrictamente cubano y recursos estilísticos propios de otras tradiciones artísticas internacionales, o la recurrencia de determinadas figuras en su iconografía (el campesino, las mujeres, el gallo, las frutas, las masas). Perteneciente a la segunda generación de vanguardia, Mariano esgrafió en su obra un mapa posible de la identidad nacional, pero su visualidad era autosuficiente, menos deudora de la anécdota, a diferencia del primer grupo de autores vanguardistas isleños. A través de estos motivos, elaborados desde orientaciones estéticas diversas a las que siempre imprimió, sin embargo, un aliento autoral propio, consiguió ser resueltamente moderno y cubano.  En …Variaciones sobre un tema fue posible apreciar ese camino, que llevó al maestro al hallazgo del gallo como síntesis y emblema de la cultura nacional.

En el 2013, durante su investigación para una exposición de Wifredo Lam, Elizabeth Thompson Goizueta visitó el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, donde pudo apreciar la colección permanente de Mariano Rodríguez. “La lealtad de Mariano a la Revolución cubana limitó la exposición de sus obras en los Estados Unidos, donde principalmente se exhibieron las creadas antes de 1959, cuando formaba parte de la vanguardia cubana. Esta exposición expande ampliamente el corpus conocido del artista. Demuestra cómo su dedicación a «lo cubano», combinada con la evolución de sus intereses estilísticos a partir de influencias de otras partes del mundo, lo reposicionaron como un pintor de resonancia universal”, se explica en la página oficial del McMullen Museum of Art.

Fruto de una minuciosa investigación, esta retrospectiva ha aportado también un catálogo razonado bilingüe que repasa la biografía y la obra del creador. Nutrido con ensayos de Roberto Cobas, curador de la colección de arte de vanguardia del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba; la investigadora Beatriz Gago, y Alejandro de la Fuente, profesor de la Universidad de Harvard, el volumen analiza el itinerario creativo de Mariano desde varias perspectivas. Se atiende desde su repertorio tropológico y sus idilios con la escena política de los años cuarenta en Cuba hasta su desempeño plástico e intelectual en la época revolucionaria. Además, se recogen en el libro un conjunto de fotografías, bocetos y documentos escasamente conocidos, que abrirán nuevos caminos de indagación sobre el autor. En su mayoría, estos materiales fueron proporcionados por la Fundación Mariano Rodríguez, a la que el museo estadounidense y la propia curadora agradecen un acceso total a sus archivos.

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Patrocinada por el Boston College y los sponsors del McMullen Museum, …Variaciones sobre un tema mostró a un artista universal. Mariano visitó con plenitud y frescura tendencias muy disímiles, y con su pulso autoral las supo integrar en la búsqueda de lo cubano. Esta exposición fue una demostración de esa aventura, del surgimiento y la consagración de una poética, y sus variaciones.