El proyecto fotográfico Proud Humans, del artista visual colombiano Juan Guillermo Escobar (alias Tigree) se presenta en el espacio independiente ONA Galería, con sede en la calle Oficios #307 B, entre Sol y Santa Clara, La Habana Vieja. La muestra, curada por Enzzo Hernández y Patricia García, se inauguró el pasado 1ro de julio y podrá visitarse, con cita previa, hasta principios de agosto.
El fotógrafo y director creativo Tigree llega a La Habana con 24 fotografías, todas documentan subalternidades queer que interpelan las normalizaciones patriarcales, heteronormativas y coloniales. Cuestionan, asimismo, las tecnologías del sistema patriarcal cuerpo-género; tecnologías de dominación y de reducción, a fin de cuentas.
Con estudios en el Saint Martins School of Art and Design de Londres y la Universidad de Miami, Tigree es hoy uno de los fotógrafos latinoamericanos más aclamados. Su exitosa carrera cuenta con exposiciones en medio mundo: París, Madrid, Londres, Düsseldorf, Bogotá, Miami, Ciudad de México, Nueva York… Aunque en un principio se concentró en la fotografía de moda, en algún punto desvió su atención a las identidades como formas que ejercen poder. Es así como ha llegado a fotografiar a parte de la comunidad transgénero de América Latina, sobre todo de México, Colombia y Nueva York.
Sus fotos de la comunidad reconfiguran la antigua epistemología de la diferencia sexual. Dejan ver las fuerzas performativas de los sujetos y también vuelven a revisar la historia del cuerpo abyecto y minoritario.
El curador Enzzo Hernández, en conversación con Rialta Noticias, explica: “Siguiendo la propuesta de Judith Butler, quien afirma que la identidad es performativa, y que a su vez se manifiesta en la performance de género, Tigree se convierte en un observador cautivo (y cautivado) por dicha performatividad, que parece imantar a los sujetos que retrata”.
Desde una posición discursiva contrahegemónica, y de cara a la subversión de todo el edificio binario que impone el sistema heterocentrado, Tigree se inserta en la cotidianidad de sus personajes. En sus fotografías parece que nada se le escapa. Ningún contorno, ninguna línea, ninguna sombra. Parte de su procedimiento se basa en una manera muy especial de leer los colores –como le hizo ver su profesora Peggy Nolan en sus años de estudiante. Colores cálidos y tropicales, casi siempre. Colores miamenses. Colores bogotanos. Colores malvas, verdes, rosados. Rosa coral.
“Cazadores de vampiros, dominatrices, hadas del bosque de Chapultepec, criaturas del «mal mundo», diabolezzas y animales sangrantes son algunos de los roles que encaran sus personajes, fotografiados en sus entornos cotidianos, en una suerte de realidad híbrida que viene y va de lo mundano a lo mitológico. La intención final del artista, además de su diálogo permanente con las disidencias sexuales y el cuerpo queer, sería, parafraseando a Paul B. Preciado, modificar los marcos de representación normativos, que hace que unos cuerpos sean sujetos de la representación y otros objetos subalternos”, enfatiza Hernández.
ONA Galería es gestionada por Patricia García y Enzzo Hernández. Fundada el 23 de abril de 2017, la galería desarrolla un programa variado de exposiciones y eventos multidisciplinarios. De la misma manera, busca integrarse al contexto social donde se ubica, según indica su página web.
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Cobra especial relevancia que en un país como Cuba q ha perseguido, se ha burlado y deportado una comunidad por el hecho de ser, se presente una exposición tan vanguardista y contestaria de esta clase y calidad como la de Juangui o Tigree. Darle visibilidad a una comunidad tan oprimida es de por sí un fantástico logro. Palmas y solo éxitos. Con mucho amor por supuesto por todos sus ancestros tan cercanos a mi corazón.