Judith Butler, una de las voces más prestigiosas de la filosofía contemporánea, fue investida por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con un doctorado Honoris Causa, la mayor distinción concedida por este centro de altos estudios.
El acto de entrega tuvo lugar el jueves 17 de noviembre de 2022 en el Palacio de la Memoria de la capital, donde fueron distinguidos con el título honorífico otras once personalidades –seis de ellas de México, cuyos trabajos han impactado significativamente disímiles ámbitos del saber y la creación artística.
Butler es una referencia esencial para los estudios de género, el feminismo, la ética y la filosofía política contemporáneas, campos del conocimiento que cada día cobran más importancia ante los desafíos enfrentados por el mundo actual. Su producción teórica ha iluminado, durante varias décadas, los principios de la teoría cuir.
El impacto inmediato del fundacional volumen El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad, aparecido originalmente en 1990, expandió muchos campos del saber. Este título, y otros que vendrían luego —Cuerpos que importan. Sobre los límites discursivos del cuerpo (1993), Mecanismos psíquicos del poder: Teorías sobre la sujeción (1997), Vida precaria: El poder del duelo y la violencia (2004), por sólo mencionar algunos–, han suscitado debates radicales lo mismo en los estudios sobre la sexualidad que en la ontología; la influencia de su obra va desde la creación literaria y el pensamiento crítico hasta el activismo social.
De manera que la resonancia de la filósofa no acaba en el ámbito académico. Butler ha desplegado un relevante activismo cívico que ha dado todavía más valor a su quehacer teórico. Cualquier gratitud que se rinda al trabajo emprendido por esta mujer, es también un reconocimiento a los movimientos sociales que luchan en el presente por un nuevo orden democrático. Resulta un reconocimiento a esos individuos, colectivos, instituciones que, acodados en su pensamiento, batallan a favor de la emancipación de las comunidades LGBTIQ+, y todos aquellos sujetos con vidas precarias, víctimas de un orden social excluyente.
No deja de ser sintomático que, con el título de la UNAM, sean ya seis los Honoris Causa recibidos por Butler en el subcontinente, cifra indicativa de su influencia, como mínimo, en el ámbito académico de la región. La Universidad Veracruzana y de Guadalajara, en México, así como las de Costa Rica, Buenos Aire y Chile, honraron con anterioridad a la profesora, en un similar llamado de atención a la pertinencia de su producción teórica en nuestros contextos sociales y políticos.
Alrededor de un centenar de investigadoras de la UNAM firmaron una carta abierta para celebrar el otorgamiento del grado honorífico a Butler, y para subrayar el relieve de sus aportes al terreno científico de este prestigioso centro de altos estudios. “Las reflexiones teórico-críticas de Judith Butler […] enriquecen la comprensión de la construcción de la identidad y de la subjetividad generizada, las formas de control, marginalización y violencia que produce un orden sociocultural basado en la heteronorma, así como los alcances patriarcalistas en la precarización y las violencias políticas contemporáneas”, destacaron, entre otras, Alejandra Tapia, Ana Barahona, Ana Buquet, Silvia Torre-Peimbert y Alicia Ziccardi.
En el marco del otorgamiento del título, la destacada filósofa dictó una conferencia en el auditorio de la Escuela de Medicina de Ciudad de México, en la que reflexionó precisamente sobre la necesidad urgente de contrarrestar el ascenso de movimientos que hoy ponen en peligro las conquistas alcanzadas a favor de las minorías.
La intervención, que rescató ciertas ideas de la pensadora alemana Hannah Arendt, abogó por la promoción de acciones colectivas y la creación de bienes comunes, como gesto de enfrentamiento a la embestida creciente de feminicidios, violencia de género, y políticas conservadoras de odio que atentan contra todos esos cuerpos demandantes de reconocimiento.
Leer a Butler en América Latina hoy es apostar por un pensamiento alternativo capaz de trasgredir la anatomía del poder, las estructuras jurídico-políticas, que excluyen y mantienen en una continua y sistémica vulnerabilidad a tantos individuos cuyas vidas merecen ser vividas con dignidad. Cuando la UNAM distingue a Butler admite la idoneidad de su pensamiento para los retos locales que se presentan. La práctica intelectual y la labor teórica de esta filósofa han ensanchado el cerco que ordena la producción de saber en América Latina, ha secundado a los colectivos feministas y las organizaciones de género, y ha favorecido la articulación de una escena cuir más militante y consciente. Mujeres, homosexuales, trans, todas aquellas subjetividades y cuerpos víctimas del prejuicio, la discriminación, el abuso, la patologización, tienen en la palabra de Butler un arma para su mejor realización existencial en el mundo.