Odin Teatret: los actores de la ferocidad y el artesano

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Mr. Peanut en el Puente de Brooklyn, Nueva York, 1984 (Foto Tony D’Urso)

Era el 2016 y Nuevo Vedado cuando en la penumbra de un salón, bajo un cono de luz, el público vio los ojos del suicida Primo Levi. Se trataba de la proyección en una pantalla de una foto de su rostro en blanco y negro. La imagen y su “intolerable” persistencia en el recuerdo provienen de la obra Memoria, llevada a escena en la sede del Teatro Buendía como parte de Odisea: Odin Teatret de vuelta a Cuba.

Tres años después, también en noviembre, regresan a Cuba Eugenio Barba y el Odin. Del 14 al 16 impartirán un programa de formación. El día 16, fecha en que La Habana arribará a sus 500 años de fundada, dirigida por Eugenio Barba a las 8:30 p.m. en la Sala Tito Junco del Centro Cultural Bertolt Brecht acontecerá la última función del espectáculo En el vientre de la ballena.

Para resumir esa intensidad llamada Odin Teatret, no hay mejor manera que echar mano de una fábula incluida en un plegable sobre el team work multinacional asentado en Holstebro, Dinamarca. En ella, tres viajeros que atravesaban un territorio desconocido advierten desde el fondo de un valle la presencia de un hombre en una elevación. Deben decidir qué hacer, pero no se ponen de acuerdo.

Uno cree que el individuo es un bandido que los atacaría y robaría. El otro lo supone un ermitaño. El tercero sugiere subir para ver quién es el sujeto. “Lo mismo sucede con el Odin Teatret: nuestra tarea es estar allí arriba” –dice el plegable.

El continuo ejercicio colectivo de “estar (siempre) allí arriba”, comienza en 1964 cuando Barba regresó a Oslo, Noruega, luego de tres años de estudio con Jerzy Grotowski. Tras volver de Polonia, nucleó a un grupo de jóvenes rechazados de la escuela estatal de teatro. Con la organización de programas de formación, el colectivo de actores ha convidado a otros a “subir la cuesta” en la que se han situado para observar, relacionar, entender.

Cuba ha estado en la ruta del team work teatral. Talleres y puestas en escena dan fe de ello. Con entrada libre, el programa de formación titulado A la sombra de la ceiba, que transcurrirá del 14 al 16 de noviembre, constituye otro reencuentro del Odin con actores, críticos, dramaturgos y el público en general.

Siempre a las 10:00 a.m., las charlas y demostraciones acontecerán en la sede del grupo de teatro El Ciervo Encantado (calle 18, e/ Línea y 11, El Vedado).

El jueves 14 tendrá lugar La alfombra voladora, demostración con Julia Varley, que el 1ro de enero de 2021 asumirá la dirección del Odin Teatret tras el retiro de su director Eugenio Barba. El viernes 15 la actriz Roberta Carreri impartirá la clase magistral La danza de las intenciones. El sábado 16, última jornada del programa de formación, Barba y los actores del Odin realizarán el encuentro-demostración de trabajos titulado El reflejo técnico del actor.

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Con el programa de formación los asistentes tendrán la oportunidad de adentrarse en el universo de un colectivo de actores que concibe el teatro no como “un mero edificio, sino un grupo de personas creando y definiendo su propio trabajo en relación con sus propias necesidades y creencias”. Justo en ese punto se cifra la singularidad y fuerza del Odin.

Desde sus inicios, el Odin Teatret se ha concentrado en el entrenamiento del actor y la creación del espectáculo. No es infrecuente que les tome más de dos años la preparación de las obras. También llevadas a escena en Cuba, Kaosmos, Mythos, La vida crónica, Judith, Itsi Bitsi, El Castillo de Holstebro y Memorias han sido representadas en más de 41 países de los cinco continentes.

En Memorias, se abría en abismo aquella mirada de Primo Levi, químico y escritor sobreviviente de los campos de exterminio nazi. Era una suerte de enorme interrogante que iluminaba, desde su oscuridad, a los capítulos de la vida de dos personajes de la obra.

Hay en Memorias “dos historias con final feliz de los campos de exterminio en el corazón de Europa. El peso y la obligación de la memoria, el recuerdo de una tierra a la cual retornar y un extranjero que canta bajo un árbol y llora”.

Algunos sostienen que no, que Levi no atentó contra su vida. Sin embargo parece cierto el suicidio.

Entonces sobrecoge todavía más esa mirada que vio sucumbir a los hombres verdaderamente íntegros en la violencia del Konzentrationslager, en contraposición a lo sucedido con no pocos individuos capaces de comprender y asumir que delinquiendo aumentaban sus probabilidades de sobrevivir en los campos de exterminio.

¿Pero qué habrá visto Levi luego de sobrevivir a Auschwitz?

“¿Pueden los personajes del mito representar la Historia? ¿No es la Historia justamente lo contrario del mito? Pero por «Historia» podemos también entender el sentido inexorable del devenir, la Fuerza victoriosa sobre la Justicia, los ideales subvertidos, el triunfo recurrente de los sistemas que pisotean las utopías”: escribió Eugenio Barba en el texto “Los actores de la ferocidad” para el programa de Mythos.

Sí, son un colectivo de actores “creando y definiendo su propio trabajo en relación con sus propias necesidades y creencias”, dirigidos por un hombre que, cuando piensa y habla del texto teatral, habla y piensa el texto “a la manera de un artesano”. Cuando Barba acude a un texto lo hace tomando en cuenta “su valor etimológico: texto = tejido, textura (…), una obra literaria caracterizada por un alto grado de elaboración”.

El texto Antes la ley, de Franz Kafka, es el tejido utilizado como punto de partida para la obra En el vientre de la ballena. “La parábola del texto de Kafka Ante la ley cuenta acerca de un campesino que por sumisión y obediencia no osa atravesar la Puerta de la Ley” –revela el sitio web del Odin Teatret.

La obra “entreteje ansias metafísicas y nihilistas, tramas subterráneas y oscuras versiones apócrifas de libros sagrados. La desesperación se disfraza de esperanza, y el extremismo espiritual asume la apariencia de un escepticismo burlón. El espacio público del teatro se transforma en el paradójico espacio de una soledad compartida.”

El título hace referencia a versos del Evangelio según San Mateo: “Nuestra generación perversa y adúltera pide un signo. Pero ningún signo le será dado, a excepción del signo de Jonás.”

En el vientre de la ballena se presentará los días 13, 14, 15 y 16 de noviembre, a las 8:30 p.m. en la Sala Tito Junco.

Para el crítico Omar Valiño, el Centro Cultural Bertolt Brecht y su sala Tito Junco “es el espacio que [Barba y los actores del Odin] han tomado cuartel desde hace un cuarto de siglo cuando trajeron a esta capital su espectáculo Kaosmos”. Prefiero llamarlo “teatro de operaciones” de una odisea cubana que se ha extendido hasta la segunda década del nuevo siglo y milenio.

 

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Ahmel Echevarría (La Habana, 1974). Narrador cubano. Ha publicado los libros Inventario (Premio David 2004, cuento, Ediciones Unión, 2007), Esquirlas (Premio Pinos Nuevos 2005, novela, Editorial Letras Cubanas, 2006), Días de entrenamiento (Premio Franz Kafka de Novelas de Gaveta 2010), Búfalos camino al matadero (Premio José Soler Puig 2012, novela, Editorial Oriente, 2013), La noria (Premio de Novela Ítalo Calvino, 2012, Ediciones Unión, 2013; Premio de la Crítica Literaria de Cuba 2013), Insomnio –the fight club– (relatos, Letras Cubanas, 2015), y Caballo con arzones (Premio Alejo Carpentier de Novela 2017, Editorial Letras Cubanas, 2017; Premio de la Crítica Literaria de 2017).

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