Colegas y lectores lamentaron este viernes la muerte de la escritora cubana Polina Martínez Shviétsova (1976-2023), quien falleció la víspera durante una intervención quirúrgica, según versiones periodísticas en medios independientes.
Hija de padre cubano y madre lituana, Martínez Shviétsova fue poeta y narradora. Se le recuerda especialmente como ganadora en 2008 del Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar, con el relato “Skizein (Decálogo del año cero)”, que encabezó luego un volumen homónimo de Letras Cubanas que incluyó cuatro menciones de dicha edición del lauro.
La despidieron en redes sociales escritores, editores y promotores culturales cubanos como Mercedes Melo Pereira, Otilio Carvajal, Miladis Hernández Acosta, Yuray Tolentino, Herbert Toranzo, Julio Mitjans Cabrera, Luis Alfredo Vaillant, Luis Eligio Omni y Enrique del Risco.
“Y tuvimos una Polina en nuestra generación”, escribió Vaillant en Facebook. “Escritora enigmática, diferente, polisémica, expansiva, ruso-cubana. Un triste adiós para Polina Martínez Shvietsova, la rusa, de todos”.
Por su parte, Tolentino la recordó en estos términos: “«La Poli» fue una mujer de mundo, recuerdo que una vez me dijo que podía ganar concursos pero no superar el examen de redacción y estilo. Tú sola ganaste un lugar de honor en la literatura cubana”.
Melo Pereira lo hizo “releyendo” un poema de Martínez Shviétsova, cuyo primer verso interroga: “¿Cuál de aquellos muros es la muerte?”. Y sobre el final: “Por qué no me quedo en la página ausente/ su diáfana carencia inmortal/ y la pureza de mi derrota”.
La narradora y poeta, nacida en Camagüey, se licenció en Bibliotecología y se graduó en 2002 del Centro de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso”, en La Habana.
Vivió en el pueblo de Violeta, en Ciego de Ávila, donde se integró al taller literario local y a la Asociación Hermanos Saíz (AHS), que agrupa a jóvenes creadores a lo largo de la isla. También laboró como asesora literaria en Santa Cruz del Norte (actual provincia de Mayabeque).
Su obra incluye los poemarios Gotas de fuego (2004) y Tao del azar (2005), así como el libro de cuentos Hechos con Metálica (2008), aparecidos gracias a Editorial Unicornio.
Además del Cortázar, mereció en 2005 la beca de creación Archipiélago 19, de la AHS, y un año después el Premio de Cuento de la revista La Gaceta de Cuba.
Compiló también el volumen Mi abuelo murió leyendo a Pushkin. Antología de escritores cubano-(post)soviéticos (2005-2015), con edición crítica de Carlos Muguiro Altuna.
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