Tema: Roberto Friol
La poesía es un misterio, un misterio que tiene que ver con los ojos y el corazón de la vida, con los oídos y la mente de la vida, y sobre todo con la voz.
En Friol no hay ciudad, no hay urbe, sino solo cuerpo, Dios y escritura, con sus correspondientes correlatos.
Epitafio del fuego
Quién sopla el fuego de los huesos,
quien lo hace chisporrotear
sobre el abismo de cada uno,
destrabando las piedras del alma,
echándolas a rodar
hacia la nada?
Del invierno de Dios
El arca del verano, su memoria,
dónde están, ahora que la nevada,
el granizo serio y rojo descienden
sobre cuanto esperó.
La lámpara
detrás del vidrio es...
Retrato como eco
¿En qué escondrijo de ti gesticula la noche?
¿Quién te enseñó a crearte
disfraces y verdades como ropas de tu acontecer?
¿Por qué mano transcurres
al tacto azogado de la permanencia?
¿Qué ases que no sea quietud,
estruendo, quietud, estruendo?
Mazmorras de ignorarte,
mina de bajar a buscarte.
Cada vez más profundo descender
y hallar el estupor...
La poesía de Roberto Friol tiene un impulso hacia el lenguaje original que se anuncia en ciertas formas arquetípicas que sostienen la intensidad retórica.
Por IBRAHIM HERNÁNDEZ ORAMASI
No sin un punto de hastío, como quien profana por diversión tumbas olvidadas, hurgo en viejas antologías de poesía cubana con un propósito definido. Comienzo por Mapa imaginario…, de Rolando Sánchez Mejías: su despliegue algo aparatoso de un manual de instrucciones de lectura, en tono y...