Yuli (2018), el largometraje biográfico sobre el bailarín y coreógrafo cubano Carlos Acosta (La Habana, 1973), será presentado en la noche de este sábado 15 de enero en el canal televisivo BBC Two del Reino Unido. Después de un amplio recorrido por los principales festivales del mundo, la película dirigida por la española Icíar Bollaín y escrita por el escocés Paul Laverty llega ahora a la segunda señal de la British Broadcasting Corporation (10:00 p.m., hora local).
Carlos Acosta, distinguido en Cuba con el Premio Nacional de Danza 2011 y con el título de Comendador de la Orden del Imperio Británico, anunció así la película en sus redes sociales: “Esta película cuenta la historia de mi juventud en un barrio desfavorecido de La Habana, y cómo me convertí en bailarín del Royal Ballet”.
“El proceso de hacer Yuli fue increíblemente emotivo para mí, y desde que salió la película en 2019 ha sido maravilloso ver cómo las personas responden a ella”, aseguró el también director de Acosta Danza, compañía fundada en 2015 en La Habana, y del Ballet Real de Birmingham, Reino Unido, desde enero de 2020.
Yuli, merecedora del premio a Mejor guion en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián en el País Vasco, y de varias nominaciones a los Premios Goya, es una coproducción de Alemania, Reino Unido, Cuba y España. El elenco de este drama biográfico está integrado, además, por Santiago Alfonso, Keyvin Martínez, Edison Manuel Olvera, Laura de la Uz, Mario Sergio Elías, Yailene Sierra, Andrea Doimeadiós, Yerlín Pérez y Héctor Noas.
La cinta es el noveno largometraje de la también actriz española Icíar Bollaín. La autora de Te doy mis ojos (2002), junto a su pareja, el guionista Paul Laverty, adaptaron la biografía de Carlos Acosta, No Way Home: A Cuban Dancer’s Story (Sin mirar atrás; 2007), aún no distribuida en Cuba.
Aunque hace varios años la presentación del volumen estuvo programada para el habitual Sábado del Libro, en la Calle de Madera de La Habana Vieja, el encuentro fue postergado indefinidamente. Se presumió entonces que la imposibilidad de dar a conocer dicha autobiografía en Cuba tuvo que ver con unas cáusticas declaraciones de Acosta sobre su recorrido como bailarín negro en el Ballet Nacional de Cuba, antes de convertirse en primera figura del Royal Ballet de Londres.
En una entrevista para El País, justo después del estreno del filme, Bollaín dijo: “De hecho la biografía de Carlos está en cajas y sin poder distribuirse en Cuba porque alguien ha interpretado que podría ofender a Alicia Alonso [fallecida en octubre de 2019]. Y eso no es así. Carlos no ha hecho un ajuste de cuentas con nadie, ni siquiera con su padre, y con él sí tenía muy buenos motivos. Es un libro sobre cómo reconciliarse con su pasado, con su familia. Y en ese sentido él es un hombre agradecido”.
Este proceso de reconciliación, de nostalgia y de “perdón” fue lo que modeló la película Yuli. En algo más de hora y media de puesta en pantalla, un niño aficionado al fútbol y al break dance sufre el autoritarismo de su padre, descendiente de esclavos, en un barrio marginal de La Habana. Su progenitor lo obligaba, incluso con golpes, a estudiar ballet. Finalmente, Carlos Acosta llegó a ser primer bailarín del English National Ballet, del Houston Ballet y del Royal Ballet, compañía que se convirtió en su “hogar”, según ha dicho en varias ocasiones.
No Way Home fue el primer libro publicado por el virtuoso bailarín cubano, quien años más tarde debutaría como novelista con Pigs Foot (2013).
Carlos Acosta estudió en la Escuela Nacional de Ballet de La Habana. A lo largo de su carrera, ganó varios de los más importantes reconocimientos que se otorgan en el ámbito de la danza, entre ellos, el Prix De Lausanne de 1990 y el Premio Benois de la Danse (2008). Desde Espartaco a Romeo, interpretó gran parte de los roles clásicos. Se retiró del ballet en 2016 y luego ha seguido interpretando piezas más apegadas a la danza contemporánea. Como coreógrafo, destacan sus versiones de Don Quijote y Carmen, y la obra Tocororo. Creó en 2017 la Carlos Acosta Dance Foundation, con el objetivo de ofrecer a bailarines jóvenes mayores posibilidades de crecimiento. En 2018 recibió además el Premio de la Coronación Reina Isabel II de la Royal Academy of Dance y, en 2020, el Premio Anual de la revista Dance Magazine, galardón que lo distingue como una de las figuras más influyentes de la danza mundial.