De: Lizabel Mónica <[email protected]>
Fecha: Viernes, 3 de agosto de 2007 a las 6:12 PM
Para: José Kozer <[email protected]>

Hola querido Kozer, aquí le adjunto el “cómo quedaría”.

Dígame usted.

Un beso,
Liz

*  *  *

De: José Kozer <[email protected]>
Fecha: Viernes, 03 de agosto de 2007 a las 7:19 PM
Para: Lizabel Mónica <[email protected]>

Querida Liz:

Te la devoraste. Eres el genio de la diagramación, nihil obstat y yo feliz, besos.

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José

*  *  *

De: Lizabel Mónica <[email protected]>
Fecha: Sábado, 4 de agosto de 2007 a las 1:51 AM
Para: José Kozer <[email protected]>

Me alegra haya quedado satisfecho.

Feliz viaje para usted y Guadalupe.

Un beso,
Liz

*  *  *

De: José Kozer <[email protected]>
Fecha: Sábado, 4 de agosto de 2007 a las 8:38 AM
Para: Lizabel Mónica <[email protected]>

Una cosilla, Liz:

Ayer empecé a releer el primer poema (el Yeats), rara vez releo algo mío publicado, me trae extrañeza: por un lado, disfrutaba de mi propia desfachatez, por otro, de repente me di cuenta que ese poema debe ser de los poquísimos que en un trabajo ya tan extenso contiene una mala palabra, qué cosa: y ahora va a salir en Cuba. Besos.

JK

*  *  *

De: Lizabel Mónica <[email protected]>
Fecha: Sábado, 4 de agosto de 2007 a las 8:20 PM
Para: José Kozer <[email protected]>

Me gustaron muchos los tres poemas, y este donde aparece la frase tan común por acá (“es de pinga”) emana una frescura dentro de la que la palabra queda perfectamente ubicada, fluida y natural al contexto. Por otra parte, no sé si hemos comentado ya por esta vía de la pacatería nacional en las revistas, y en la literatura y la vida cultural en general. La música, con Habana Abierta en los años 90, escapó un poco de ello. Luego, nuestra pequeñita muestra de “realismo sucio” en narrativa, que en algunos autores quedó relegado mientras maduraban (biológicamente hablando), y en otros se dejaba llevar completamente hacia el estropicio literario que suele ser la inserción en el mercado editorial español… Ahora tenemos algunos autores, y sigo hablando de narrativa, que hacen uso de cierto coloquialismo, de a poco entremezclado con un barroco despampanante en el que el anterior no sólo se pierde sino que termina siendo esa mala versión del ajiaco cubano, donde todos los ingredientes “pasados por agua”, quizás demasiado, vienen siendo lo mismo sin ser nada. En poesía, ni hablar; por acá lo que suele publicarse es, a mi criterio, infame, anacrónico, pero además, muy malo. Se reproduce el estilo culterano de citar a filósofos o grandes personalidades dentro de los poemas y escribir de “temas humanos profundos”. ¿Resultado?: tremenda caca. Una legión de autores laureados y publicados que no atisban a escribir por el placer de escribir y de buscarse/encontrarse en la escritura, sino que buscan repetir una fórmula de lo que es “el buen escribir”, andando demasiado lejos, por ende, de la literatura y lo que puede llamarse la experiencia literaria. Bueno, en mi opinión, salvo la excepción de Reina María Rodríguez, por ejemplo, y Juan Carlos Flores, la cosa por aquí no solo no anda muy bien, sino que no anda.

Su escritura será bienvenida, y espero convulsione a unos cuantos, y sea tan bienvenida como para mí para algunos de nosotros. Algo que pienso intentar con esta revista es que tenga mayor circulación que Cacharro(s), para lo cual he decidido cambiar su frecuencia a semestral. En esos seis meses, además de estar recopilando y trabajando con las colaboraciones del próximo archivo, me ocuparé de presentarla en todo lugar que me sea posible, tanto oficial como extraoficial, y de divulgarla al por mayor. Por otra parte, estará para llevar a cabo el puente –otro de los objetivos de Desliz— entre cubanos que están dentro y cubanos que habitan fuera, así como entre cubanos y extranjeros en general, el blog de Desliz online (para que los cubanos de dentro participen en este habrá que idear una manera alternativa, puesto que muy pocos por acá poseen Internet).

Veremos cómo ocurre todo, aún en proceso.

Reciba un beso y un abrazo,
Liz

*  *  *

De: José Kozer <[email protected]>
Fecha: Domingo, 5 de agosto de 2007 a las 8:44 AM
Para: Lizabel Mónica <[email protected]>

Liz:

Te cuento, anoche tuve un ataque de pánico insondable, y esta mañana, luego que Guada y yo nadamos la consuetudinaria hora matutina, me acicalé y abrí el cacharro: y ahí estabas tú, por partida doble, en solitario, dándome una mano amiga que me conmovió. Y te escribo al instante para darte las gracias por tus palabras, y sobre todo por hablar con tanta franqueza de una situación de la que tengo plena conciencia hace rato: estoy cien por cien de acuerdo contigo, en cuanto dices; y si en parte me da alegría lo que dices, esa alegría tiene que ver con el hecho que rescatas a dos personas que quiero y respeto mucho: Reina y Juan (parece el entronque de dos calles de la Habana Vieja). Hay otros escritores que aprecio, allá, acá “afuera”, y la lista no es demasiado larga pero sí, para mí, real. Soleida sería un ejemplo (allá), Saunders (acá).

Hay, amén de los intereses creados, de las mediocridades con ínfulas, mucha mitificación sobre lo cubano. Parece que somos el país más culto del mundo, el más arrollador y “genial”, el más productivo y diferente, cuando la pura verdad es que como siempre se trata de cuatro gatos haciendo algo que vale la pena, y que como luego suele suceder, cien años más tarde, son las joyas de la nación: estatua por aquí, nombre de calle acullá, homenaje de pacotilla con nietos y nietas de blanco en procesión ante autoridades, etc. Bah.

Esto es de ampanga: se trabaja, siempre, en solitario, a ciegas, y desde tal desconocimiento que lo mejor sería escribir y ducharse al instante, ponerse un supositorio, hacerse una lavativa. Ando frisando los 7000 poemas y no sé nada de poesía, no tengo certeza alguna de nada, no comprendo, no veo, no tengo visión ni mucho menos soy visionario, llega la mañana, querida amiga, y de pronto salta la liebre, estoy de nuevo escribiendo, escribí. Corregí, al día siguiente lo escrito: lo encarpeté, y ya se verá qué hay por la mañana, mañana.

Los días se suceden en solitario. Acá tengo la suerte de conversar por teléfono a diario con Pablo de Cuba, y con menos frecuencia con Lorenzo García Vega, cuya obra crece y crece, en solitario, y merece todos los reconocimientos. Mas la infamia a la que aludes no quiere que ciertas cosas se vean: y ellos son muchos mientras que Lorenzo, es pocos; y yo soy pocos también; y así todo. No me quejo, créeme: al contrario, me va bien, arreglé mi vida de modo tal que estoy en orden, pero se me fue el barco, la nave de los locos de una bohemia de camaraderías y risotadas, copas en alto y abrazos largos, eso se murió, para mí, hace rato. En su lugar, la casa, el amor profundo que nos une a Guadalupe y a mí, las hijas lejos, los buenos amigos en casa de la quimbamba. Y un buen día, la luz, esa ceniza.

Te agradezco tanto, Liz, tu compañía, ya nos vemos pronto, tu
José

*  *  *

De: Lizabel Mónica <[email protected]>
Fecha: Domingo,22 de julio de 2007 a las 10:43 AM
Para: José Kozer <[email protected]>

Soleida, cierto, una persona entrañable además… A Lorenzo le estimo mucho en cuanto al escritor que es, y también tengo de sus textos para este primer Desliz, puesto que, por mi parte, no dejaría de solicitarlo.

¿Sabe?, conocí a De Cuba por acá, cuando él trabajaba en Ediciones Unión, y yo en la revista Unión con Enrique Sainz –de secretaria ejecutiva, mientras hacía la Cacharro(s) de incógnito– y estábamos puerta con puerta. Cruzamos algunas palabras. Quizás me recuerde más de haberme contado una vez la entrevista que hubo de sostener en la UNEAC antes de que le dieran permiso para salir de viaje…

Tristes agencias aquí y allá, grises las cintas que engalanan, aterciopeladas y planchaditas, la caja-campo cultural de acá y acullá. Aún no logro preparar mi vida, aún mi vida es desorden incertidumbre de juventud y ansias de estadios futuros, pero esa vida que describe resuena en mí como añoranza. ¿Las camaraderías? Viene a bien tenerlas como frágiles en la manada de los escritores, por ejemplo, y en cualquier campo que devenga competitivo y por ende demasiado humano. La amistad puede encontrarse allí, pero son pocos los afines, en campos o sin ellos. Y a esos pocos hay que aferrarse, mientras nos lo permitan y nos lo permitamos. No obstante, si algún día logro cruzar esa frontera inviolable, me gustaría si es posible darle ese largo abrazo. Y reír, creo que será fácil sonreír con usted, ya que sus poemas están llenos de risas.

Le agradezco también esta comunicación.

Llegue a usted este abrazo electrónico que quiere asemejar el abrazo físico,

Liz

*  *  *

De: José Kozer <[email protected]>
Fecha: Lunes, 6 de agosto de 2007 a las 2:49 PM
Lizabel Mónica <[email protected]>

Liz:

Queda en pie encontrarnos, no en el submundo, sino en tierra firme, y al ras: verás. Soy un viejo zahorí que intuye lo posible desde lo imposible, y auguro risa y largo vaso de cerveza negra, por ahí, y acullá, y en esta tu casa.

Vienen buenos tiempos para todos, el horóscopo general así lo indique, pese a los cataclismos financieros que sobrevendrán; eso, que no es lo de menos, tampoco es lo esencial.

Hoy le digo a Pablo de ti y se pondrá contento. Va beso y pronto, ya en Chile, donde pueda y como pueda, daré a conocer tu Desliz,

JK

*  *  *

De: Liz <[email protected]>
Fecha: Martes, 7 de agosto de 2007 a las 10:24 PM
Para: José Kozer <[email protected]>

Disculpe la demora en contestar este último mensaje suyo, estuve un día completo sin teléfono ni conexión a Internet por “reparaciones” de la compañía.

Agradezco su vaticinio, de seguro a cumplirse. No sé ni cómo ni cuándo, pero creo que sí, que algún día saldré a conocer personalmente a algunos de esos coterráneos y no coterráneos con los que comparto cosas de tal magnitud –de magnitudes vitales/personales hablo– como la escritura. Bienaventurado ese vaso de cerveza negra; si no negra, no suele gustarme. (Así que comprenderá que tomo poca cerveza por acá.) Soy un poco remilgada en materia de materias. No por antojo, sino porque me tomo muy a pecho cualquier experiencia; si no ha de ser medianamente buena a mis paladares (intelectuales y/o apelativos de mis sentidos corporales), paso.

Buenos augurios los de su horóscopo, ¿cuál consulta? Quizás sea el de la fe de las buenas cosas por dar fe a las cosas buenas. Si es este, es del mismo que el mío, o al menos se le acerca bastante.

Pablo ojalá me recuerde; para estas horas ya deben haber tenido esa conversación donde el ojalá hubiera o no de cumplir su función –también– de buen augurio. Digámoslo de nuevo y a todo: ojalá.

Cualquier difusión para Desliz ha de ser grata a los efectos, pues de ello depende ese puente que ansío entre el solitario islote y el resto de Latinoamérica, por ejemplo –el resto del mundo también, aunque, paradójicamente, Cuba está más al tanto (un más por demasiado menos…) de lo que pasa en Europa o USA, e incluso Asia, que a la Latinoamérica (¿)cercana(?)–. ¿Está escribiendo Pablo? Si es así, y desea participar en el Desliz, puede decirle usted que me envíe varios materiales para leer con este fin o dale mi dirección electrónica para que nos entendamos al respecto. Esto, además de mis saludos.

Y a propósito de Desliz hay unos detalles finales que quisiera consultar con usted. Pienso colocar, de quienes así lo deseen, una foto (de rostro o cuerpo completo, de grupo o de cosa de interés propia o no, pero de elección personal), dirección electrónica (alternativa para tales menesteres y/o personal), dirección web. Dígame usted cuál es su preferencia acerca de asuntos tales. También, de 2 a 4 líneas de presentación personal, no necesariamente formal, en la que puede poner usted lo que le plazca.

Mis besos lleguen a usted y a Guadalupe. Y mucha suerte –suele ser bueno conjurar a esta para quienes gustamos de frecuentar el horóscopo del optimismo–, y un abrazo intenso desde La Habana ya nocturna.

Liz

*  *  *

De: José Kozer <[email protected]>
Fecha: Miércoles, 8 de agosto de 2007 a las 10:09 AM
Para: Lizabel Mónica <[email protected]>

Liz:

Dejamos abiertas bebederas y comederas, al gusto.

Pablo llama de lunes a viernes a las 3:40 p.m., le doy esta tarde tu recado: se va a poner contento, te recuerda perfectamente, así me aseguró los otros días por teléfono.

Te anexo dos fotos, una de hace un año, otra del tiempo de la nana, con mamá. Espero se puedan abrir, no soy muy ducho a la hora de hacer estos envíos.

Ref. unas palabras tipo ficha:

José Kozer. La Habana, 1940. Vive en USA desde 1960 y lleva diez años de jubilosa jubilación. Su último libro espera sea durante muchos años su penúltimo.

Abrazos mil y hasta ahoritica, tu
JK

P.D.: Me dices si entró bien este material, please.

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