La historia del arte adquiere, muchas veces, el tono de una novela detectivesca, aunque no siempre hayan asesinatos y estafas millonarias de por medio, como en las novelas de Patricia Highsmith, y las tramas cierren con final feliz.
Un happy end justamente ha tenido el relato de suspenso generado por la desaparición durante décadas, de la escena pública, de uno de los objetos más desconcertantes del arte moderno: el gramófono surrealista con forma de mujer, nombrado Jamais (Nunca), que exhibiera el artista canario Óscar Domínguez en la Exposition International du Surréalisme en 1938.
Luego de que el gramófono mujer fuera la mayor atracción de aquella importante exposición onírica, donde incluso le restó protagonismo al Taxi lluvioso de Dalí, Jamais volvió a verse en Ámsterdam, el mismo año en otra muestra, y después se esfumó de la escena artística, como por arte de magia.
Pero pareciera que un mantra comienza a hablar: las obras de arte nunca mueren, a veces sólo se pierden en el tiempo y en algún cajón o almacén de alguna ciudad del mundo. Y ahí es donde sucede un cambio de registros y entra al primer plano de la historia el comisario. Gracias a la pesquisa incansable e intuitiva de Emmanuel Guigon, director del Museu Picasso, quien descubrió el paradero de la pieza el año pasado, Jamais vuelve a ser ahora el centro de las miradas del público y los expertos en una muestra inaugurada este 15 de julio, en el museo barcelonés.
Guigon, comisario de la exposición actual que lleva por título Jamais. Óscar Domínguez. Pablo Picasso, se topó el pasado año con dos fotografías inéditas de Nick de Morgoli, importante fotoperiodista de la época, donde aparecía el misterioso gramófono, en el estudio parisino de Picasso. Esa pieza erótica e irracional, con piernas de mujer en tacones y una mano, que funciona simbólicamente como la aguja sobre el disco, pero que en realidad acaricia unos senos o nalgas que se encuentran en el lugar del plato giratorio.
Meses después del encuentro con las fotos, Emmanuel Guigon, experto en la obra de Picasso, contactó a la hija de Jacqueline Picasso, quien le confirmaría que el famoso gramófono se guardaba en unos almacenes, según ha revelado Europa Press.
De acuerdo con las declaraciones del director del Museu Picasso, en rueda de prensa este martes, Óscar Domínguez habría regalado a Picasso su gramófono alrededor de 1945. La pieza escultórica tiene en su caja un motor que, se piensa, fue extraído de una máquina de coser, el cual permite poner en movimiento el plato del gramófono. Está hecha de madera, hierro y chapa metálica, y se encuentra cubierta de yeso y pintura.
En Jamais. Óscar Domínguez. Pablo Picasso se incluye la exhibición del gramófono restaurado, las fotos de gran personalidad sacadas por el francés Nick de Morgoli, quien publicara su trabajo en las mejores revisas y agencias desde la década del treinta y hasta los sesenta, y un grupo de imágenes de la Exposición Internacional de Surrealismo, aquel evento que organizaran Man Ray, André Breton, Marcel Duchamp, Salvador Dalí, Max Ernst y Paul Éluard.
La actual exhibición, curada también por Georges Sebbag, estará abierta hasta el 8 de noviembre de este año.