Surréalisme se titula la exposición que por estos días amplía la mirada del público, en el Centro Pompidou de París, sobre uno de los movimientos artísticos más relevantes de la historia y con mayor vigencia en el mundo actual. Uno de los objetivos curatoriales es dar visibilidad en esta muestra parisina a las mujeres surrealistas, así como también a figuras latinoamericanas y orientales que no fueron tan reconocidas como los grandes nombres del movimiento, casi todos hombres europeos.
Esta gran exhibición –inaugurada el pasado 4 de septiembre con motivo del centenario del Manifiesto surrealista, firmado por André Breton en 1924– estará abierta hasta enero de 2025.
Cerca del 40 por ciento de las figuras seleccionadas son mujeres. Entre ellas, ocupa mayor espacio Remedios Varo, española exiliada en México, y poco conocida en Francia. También aparecen piezas de la inglesa-mexicana Leonora Carrington, la alemana Unica Zürn o Ithell Colquhoun, británica nacida en la India colonial.
Entre los artistas de este lado del Atlántico incluidos en la muestra del Pompidou se encuentra el cubano Wifredo Lam, con un par de sus cuadros de junglas. De hecho, Latinoamérica está ampliamente representada en el centro parisino, con un total de 500 obras y documentos.
El surrealismo, ha señalado la comisaria Marie Sarré, “fue un movimiento internacional que se extendió por todo el mundo, libre de dogmas estéticos y formalismos. Fue un espacio de libertad y emancipación, una filosofía y una aventura humana abierta a todos aquellos que deseaban explorar una nueva relación con el mundo”.
La exposición tiene la forma de un laberinto, uno de los temas recurrentes de los surrealistas. Una de las secciones más impresionantes está dedicada a la figura del monstruo, símbolo de los males políticos y sociales de la época en que surgió este movimiento, justo después de la Primera Guerra Mundial.
En otra sala se muestra el manifiesto manuscrito por Breton, “comprado a sus herederos en 2019 por la Biblioteca Nacional de Francia y cedido ahora al Pompidou”, según informa El País.
La exposición del Pompidou intenta transmitir que el surrealismo no solo creció en Francia sino que viajó por muchos países del mundo, como Reino Unido, Bélgica, Suecia, Italia, España, Japón, Egipto o Latinoamérica.