La galería de arte contemporáneo David Zwirner presenta en su sede de Nueva York, hasta el 25 de febrero próximo, la exposición Felix Gonzalez-Torres. Se trata de la segunda muestra individual del trabajo de Gonzalez-Torres en dicho espacio desde que se anunciara su unión con Andrea Rosen Gallery para representar el patrimonio del artista de origen cubano.
La exposición, abierta el jueves pasado, contará “con cuatro instalaciones importantes, dos de las cuales nunca se han realizado de la manera prevista por Gonzalez-Torres antes de su prematura muerte en 1996 debido a complicaciones relacionadas con sida”, indica la nota de prensa publicada por la galería.
Se incluye Sin título (Opinión pública) (1991), una obra realizada con caramelos y prestada en esta ocasión por el Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York. Construida con un “peso ideal” de 700 libras, esta se considera una de las piezas de golosinas más grandes de Gonzalez-Torres, aunque también puede cambiar la escala, la forma y el número de dulces. Además, la audiencia misma tiene ahora la posibilidad de modificarla una y otra vez.
Compuesta por un “suministro infinito” de caramelos negros en envoltorios transparentes, Sin título (Opinión pública) (1991) tiene una apariencia que combina, metafóricamente, el agua clara de las piscinas y las imágenes en blanco y negro de las vallas publicitarias, lo que otorga, según la curaduría, “afinidades adicionales a su presentación en conjunto”.
“Sin título (Opinión pública)”, declaran asimismo los organizadores, “puede entenderse y experimentarse de múltiples maneras. Su forma y título pueden evocar la diversidad de puntos de vista que comprende cualquier noción de «público», o la profusión de información dentro de un ciclo de noticias interminable, tan relevante hoy como lo era cuando se hizo el trabajo. La obra sigue respondiendo continuamente a su presente. Si bien esta obra resuena con Sin título y Sin título (Sagitario), ya que estas tres obras aclaran la notable capacidad del artista para evocar lo personal en lo monumental y lo sublime en lo discreto, su forma distinta de compromiso contrasta con la experiencia de esas obras. La presentación de las piezas una al lado de la otra destaca el interés de Gonzalez-Torres en cambiar las ideas de lo que puede percibirse como permanente y lo que puede percibirse como maleable”.
Otra de las creaciones que se podrá ver en la Gran Manzana es Sin título (Retrato de los Magoons) (1993), uno de los retratos de palabras de Gonzalez-Torres. De acuerdo con la nota de prensa, la presentación de tres versiones destaca su capacidad de existir en más de un lugar a la vez. Además, se subraya que en el centro de esas piezas está la intención del artista cubanoamericano de “que cada manifestación sea una oportunidad para una nueva versión, en la que se podría agregar, quitar, cambiar o reorganizar contenido, es decir, ser perpetuamente mutable”.
A través de esta especial selección de obras y del formato distintivo en que se muestran, la exhibición neoyorquina brinda –en palabras de sus comisarios– “enfoques nuevos y reconcebidos para comprender y experimentar el arte de Gonzalez-Torres. En particular, las dos obras a gran escala que nunca antes se habían visto tal como fueron concebidas originalmente por el artista arrojarán luz sobre la evolución de los motivos clave y las líneas conceptuales que animaron la práctica de Gonzalez-Torres”.
Igualmente, sostienen que, mirada en conjunto, “la exposición subraya las metodologías en constante cambio que González-Torres utilizó para inspirar un compromiso con las formas en que el cambio y el cuestionamiento fomentan el significado”.
Felix Gonzalez-Torres nació en Guáimaro, Cuba, el 26 de noviembre de 1957. Se refirió a sí mismo como estadounidense. Vivió y trabajó en la ciudad de Nueva York entre 1979 y 1995.
Comenzó sus estudios de arte en la Universidad de Puerto Rico antes de mudarse a la gran urbe norteamericana, donde asistió al Programa de Estudios Independientes de Whitney (primero en 1981, y nuevamente en 1983). Recibió su BFA del Pratt Institute, Nueva York, en 1983, y su MFA del Centro Internacional de Fotografía y la Universidad de Nueva York, en 1987.
González-Torres murió en Miami el 6 de enero de 1996. Es hoy uno de los artistas de origen cubano con mayor reconocimiento internacional.