La celebración del Inti Raymi (Fiesta del Sol) se celebra cada año del 21 al 24 de junio en territorios de Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina, Colombia y Chile, donde todavía persisten comunidades de legado incaico. La festividad conmemora el regreso del Tayta Inti (Padre Sol), hecho que marca la entrada a un nuevo año para los pueblos indígenas.
“Se trata de una celebración sin fronteras, como lo fue en su momento la comunidad Inca”, explica en su página web el Parlamento Andino. La finalidad de la fiesta es venerar al Sol y agradecer a la tierra madre por su fertilidad.
La Fiesta del Sol data de la época anterior a la conquista española, durante la cual continuó realizándose a escondidas, apunta la misma fuente. A esta acudían los gobernantes más importantes del imperio inca, poniendo en paro cualquier otra actividad. “La última en presencia de un emperador inca, Wawa Inti, fue en 1535 y un año después sucede la Conquista que reprimió este tipo de tradiciones”.
En el territorio de Salta, norte de Argentina, por ejemplo, “la historia marca que desde la llegada de la colonia a estas tierras [la Iglesia Católica] se encargó de invisibilizar una de las festividades más importantes para las poblaciones indígenas”, recordó el diario Página 12.
Para aclarar en qué consiste esta festividad y su relevancia para los pueblos indígenas, el diario argentino entrevistó a varios integrantes de esas poblaciones. “Según la cosmovisión kolla, la ceremonia del Inti Raymi es una jornada de reflexión, donde se hacen lecturas y se contemplan los procesos nocturnos que se ven en esas horas. «Es una mirada de producción de cambios climáticos», destacó López, quien vive en la localidad de Iruya. Reiteró que al ser una celebración que se fusionó en gran medida con el catolicismo, son muchas las personas que no están atentas a esos cambios climáticos que pueden verse y analizarse en la noche del 21”.
Una de las entrevistadas por Página 12 llamó la atención sobre cómo la historia de colonización cambió la espiritualidad intrínseca de esta festividad por la religiosidad de la Iglesia Católica. “Para Adelina López, la invisibilización que se logró de esta festividad andina en Salta, representa «seguir arrancándonos de nuestras raíces y de nuestra forma de cultura». Porque «el sol tiene que ver con nuestra espiritualidad, que nos han sacado, y nos pusieron la religión»”.
“El día principal de la celebración es el 21 de junio, fecha en la que el sol se encuentra más cercano a la tierra provocando el día más corto y la noche más larga”, los cuales se viven en cada provincia de Ecuador de forma distinta, explica por su parte el periódico regional Los Andes. Cada pueblo indígena sigue sus propias costumbres, aunque todos los rituales y ceremonias tienen en común que giran en torno al Sol.
En Cusco, centro del imperio inca, capital del Tahuantinsuyo, una versión contemporánea de esa celebración es la más importante del Perú. Atrae a miles de turistas, y toma cuerpo en varios espacios: el templo del Coricancha, la Plaza de Armas y la fortaleza de Sacsayhuaman. Luego de siglos sin poder celebrarse en todo su esplendor el Inti Raymi fue declarado en 2001 Patrimonio Cultural de la Nación y Acto Oficial y Principal Ceremonia Ritual de Identidad Nacional, según la Ley 27431.