A los 91 años, el escritor checo Milan Kundera ha recibido el premio literario Franz Kafka 2020, en reconocimiento a toda su trayectoria. “Su obra representa no sólo una contribución extraordinaria a la cultura checa […] sino que ha tenido un eco en la cultura europea y mundial, después de haberse vertido en más de cuarenta idiomas”, se puede leer en el acta del jurado.
El premio Franz Kafka se concede desde 2001 a escritores que trascienden más allá de las fronteras nacionales por la calidad estética de su obra, así como por su “carácter humanista” y su “contribución a la tolerancia cultural, nacional, lingüística y religiosa”, según lo estipulan los organizadores del galardón: la Sociedad Franz Kafka y la ciudad de Praga.
Está dotado de 10 000 dólares y una estatuilla en bronce que representa al autor de El proceso, realizada por el escultor Jaroslav Róna. El año pasado lo ganó el escritor francés Pierre Michon. Margaret Atwood (2017), Claudio Magris (2016), Peter Handke (2009), Ives Bonnefoy (2007) y Haruki Murakami (2006) son algunos otros de los autores premiados en ediciones anteriores.
Ahora lo ha ganado el autor de La broma (1967) –una novela que denunciaba la ausencia de humor en la vida totalitaria–, quien fue expulsado de la Checoslovaquia comunista en los años setenta, cuando el Gobierno le retiró la nacionalidad. Reside desde entonces en París, y es uno de los escritores checos más leídos mundialmente después de Kafka.
Pese a que su vida y su obra se encuentran fuertemente marcadas por la historia política (recordemos, por ejemplo, que tras los sucesos de la Primavera de Praga, en 1968, sus libros fueron prohibidos en Checoslovaquia), Milan Kundera ha manifestado su inconformidad frente a la reducción del arte y la literatura, suya o ajena, a lecturas políticas.
Pasados los ochenta, sus novelas La vida en otra parte (1972), La despedida (1973), El libro de la risa y el olvido (1979) y La insoportable levedad del ser (1984) lograron mayor alcance de lectores en todo el mundo, luego de las millonarias ventas del último de estos títulos, popularizado además por la versión cinematográfica de 1988 que dirigió Philip Kaufman.
En 2019, Milan Kundera aceptó nuevamente la nacionalidad checa que le ofreció Andrej Babis, actual ministro de la República Checa. Y en agosto de este año, se hizo público que el escritor decidió donar su archivo y biblioteca a Brno, su ciudad natal, lo que ha sido leído como parte de una reconciliación entre el escritor y su país de origen, al que no ha regresado en 23 años.
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