Patrimonio cultural de Ucrania bajo amenaza ante la embestida rusa

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Catedral de Santa Sofía (patrimonio de la Humanidad) en Kiev, Ucrania.

La invasión rusa a Ucrania ha hecho peligrar bienes patrimoniales y propiedades de alto valor para la cultura ucraniana. Las consecuencias humanitarias del conflicto constituyen su saldo más alarmante, mas el enfrentamiento bélico no ha dejado de suscitar continuos llamados de atención, aunque en segundo plano, sobre la necesidad de resguardar y preservar los monumentos, inmuebles y demás representaciones de importancia histórica o artística de Ucrania, que la embestida rusa pudiera afectar.

Representantes de varias instituciones y personalidades prestigiosas a nivel global han levantado su voz para solicitar la salvaguardia de las instalaciones históricas y el patrimonio cultural del país europeo. Ucrania cuenta con una serie de edificaciones y propiedades milenarias que no sólo constituyen una relevante herencia para la memoria y las tradiciones de esta nación, sino que resultan testimonios invaluables del paso mismo del hombre por la tierra.

Audrey Azoulay, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), es una de las figuras internacionales que, de inmediato, demandó “la protección del patrimonio cultural ucraniano, que da cuenta de la rica historia de ese país”, y expuso públicamente su preocupación por los daños irreparables que el mismo pueda sufrir durante la intervención rusa. “Debemos salvaguardar este patrimonio cultural en tanto que testigo del pasado”, escribe Azoulay en su comunicado, “pero también como un vector de paz para el futuro, que la comunidad internacional tiene el deber de proteger y preservar para las generaciones futuras”.

La invasión arrojó su primer desastre patrimonial con el incendio del Museo Histórico y Cultural de Ivankiv. De la institución, emplazada al noroeste de Kiev, quedaron poco menos que sus cimientos. “La destrucción del Museo de Ivankiv por parte del agresor, durante estos días infernales para nuestro país, es una pérdida irreparable para la autoridad histórico-cultural de Ucrania”, sostuvo el director de la Reserva Histórica y Cultural de Vyshhorod, Vlada Litovchenko, quien alerta cómo “numerosos monumentos históricos y arquitectónicos y sitios arqueológicos están bajo la amenaza de bombardeos de artillería y movimiento descontrolado de camiones militares pesados”.

La destrucción de este Museo supuso la desaparición de una parte considerable del legado de la artista María Prymachenko (Bolotnya, 1909-Bolotnya, 1997), pintora naif ucraniana de considerable importancia para el folclor y la tradición de las artes visuales del país; alrededor de veinticinco de sus obras sufrieron daños severos. A consecuencia de la destrucción del Museo Local de Ivankiv, el Ministerio de Cultura de Ucrania solicitó a la Unesco la derogación de la membresía de Rusia por los daños ocasionados a su patrimonio; el Consejo Ejecutivo de la Unesco informó, sin asumir una postura concreta respecto a la membresía rusa, que el próximo 15 de marzo celebraría una sesión extraordinaria para “examinar el impacto y las consecuencias de la actual situación en Ucrania”.

Desde los días iniciales de la invasión, proclamada por Vladimir Putin mediate un discurso televisivo el pasado 24 de febrero, se comenzaron a consignar atentados contra el patrimonio de Ucrania. Oleksandr Tkachenko, ministro de Cultura y Política de Información de Ucrania, escribió en sus redes sociales que “las acciones rusas ya han causado daños a la antigua ciudad de Tavriian Khersones, incluida en la lista del Patrimonio Mundial, así como al Palacio Bakhchisaray de los Khans de Crimea”. Kharkiv, reconocida en el catálogo de la Unesco como “ciudad creativa” para la Música, también experimentó las consecuencias destructivas de la intervención: su famosa Catedral de la Asunción fue impactada por misiles rusos. El legendario centro histórico de Tchernihiv y el monumento en memoria de los más de 30 mil judíos masacrados en la ciudad de Babyn Yar en 1941, durante el holocausto nazi, han sido otras de las víctimas materiales de los bombardeos.

Todos estos daños han generado una insondable indignación en la ciudadanía ucraniana y en la comunidad internacional. “No existen garantías de que el Patrimonio Cultural ucraniano no sea expoliado y trasladado a los museos rusos, sobre todo teniendo en cuenta que Kiev ocupa un lugar especial en la interpretación que hace Putin de la historia de Rusia y sus raíces”, denunció Fedir Androshchuk, director del Museo Nacional de Ucrania. “Muchos hallazgos realizados en Ucrania durante el siglo XIX y principios del XX ya se encuentran en los dos mejores museos rusos. Y también hay pruebas de que los objetos de las excavaciones arqueológicas en Crimea se han enviado al Museo del Hermitage de San Petersburgo”.

La organización internacional Getty, por su parte, ha llamado la atención sobre la “catástrofe cultural” a la que está expuesta Ucrania, pues la destrucción de obras de arte e instituciones históricas significaría un irremediable golpe a su identidad cultural; la institución advirtió que se encuentran en riesgo “siglos de historia desde el período bizantino hasta el barroco”, y que “el patrimonio cultural material del mundo es nuestro patrimonio común […], y la inspiración para toda la humanidad […], tiene el poder de unirnos y es fundamental para lograr la paz”.

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El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), organización no gubernamental asociada a la Unesco, hizo constar mediante un comunicado que “teme que graves amenazas pesen sobre el patrimonio de Ucrania”, y que, por lo tanto, las partes involucradas deben proteger el arte en medio del conflicto armado, tal como se estipula en las Convenciones Culturales de la Unesco.

Otro organismo que se pronunció respecto a la necesidad inminente de preservar los bienes culturales de Ucrania es el Instituto Smithsonian, un centro estadounidense que comprende museos, galerías de arte y espacios de investigación, que ha emprendido un plan para rescatar de la guerra todas las obras y objetos artísticos posibles. “La Iniciativa de Rescate Cultural del Smithsonian, que se esfuerza por proteger el patrimonio cultural amenazado por los desastres, ha estado en contacto con personas en Ucrania que se han capacitado en ‘primeros auxilios’ para el patrimonio cultural”, declaró Lonnie Bunch, secretario del Instituto, quien recalcó que “la belleza del arte, la arquitectura, la literatura y la música de Ucrania ha florecido durante décadas; sus museos son algunos de los más venerados de Europa”.

Ucrania cuenta actualmente con más de 140 mil sitios patrimoniales y con unos 132 mil monumentos, entre históricos y arqueológicos, los cuales se encuentran ahora en grave peligro de desaparecer o sufrir severos daños. Seis de ellos han sido declarados por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad: el conjunto del centro histórico de Lviv –ejemplo destacado del cruce entre las tradiciones de Italia, Alemania y la Europa Oriental–; la residencia de los metropolitanos de Bucovina y Dalmacia –otro ejemplo de amalgama de estilos arquitectónicos concebido por el checo Josef Hlavka en el siglo XIX–; la ciudad antigua del Quersoneso táurico –restos urbanos de una localidad edificada por los griegos en el siglo V a.C.–; las tserkvas de madera ubicadas en los Cárpatos –conjunto de iglesias ortodoxas y católicas construidas entre los siglos XVI y XIX–; el arco geodésico de Struve –serie de puntos de triangulación construidas por el astrónomo Friedrich Georg Wilhelm Struve a mediados del siglo XIX–; y la Catedral de Santa Sofía de Kiev –representante fundamental de la Nueva Constantinopla.

Varias entidades han alertado el peligro que corre la catedral de Santa Sofía, considerada como la “Perla de Ucrania”. El martes 2 de marzo, la sede diplomática de este país en el Vaticano pidió al gobierno ruso, a través de su cuenta de Twitter, que no destruyera el templo. “Según los datos de los servicios de Inteligencia, los rusos están preparando un ataque aéreo contra la catedral de Santa Sofía en Kiev, patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Hacemos un llamamiento a los rusos: ¡no cometan ese crimen!”. También el historiador panameño Omar Jaén ha alertado acerca del peligro que sufren en estos momentos la importante catedral de Kiev. “Son lugares con más de mil años de antigüedad. Corren un gran riesgo de destrucción por parte del ejército ruso […]”, añadió a propósito de Santa Sofía y otros relevantes sitios patrimoniales.

A medida que se prolonga la guerra el nivel de alarma alrededor del patrimonio cultural ucraniano crece. La Unesco ha reconocido la necesidad de aplicar la resolución 2347 del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que se “condena la destrucción ilegal de sitios y de objetos religiosos, así como el pillaje y el tráfico de bienes culturales provenientes de sitios arqueológicos, de museos, de bibliotecas y archivos”. El grado cada vez más elevado de preocupación ha llevado a la Agencia cultural de las Naciones Unidas a unirse a los directores de los museos más importantes de Ucrania, para trazar una estrategia de preservación de sus colecciones.

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