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Tema: escritura del yo

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¿Cómo resolver esa pérdida de un lirismo al que nos acostumbramos? ¿Cómo crear lectores para los que un lenguaje cargado de simbolismos y resonancia del ego sea posible aún?
Eleonora Cróquer Pedrón es una reconocida intelectual venezolana que actualmente organiza el ciclo de conferencias virtuales titulado Estudios literarios y culturales (pos) críticos. La escena contemporánea, que tendrá lugar entre marzo y junio de 2022 en la plataforma del centro mexicano 17, Instituto de Estudios Críticos. En esta ocasión...
“Fue El enigma de la llegada (1985), de V. S. Naipaul, una obra intensa e incansable, en que la inteligencia une el mundo de los humanos y el de la naturaleza, el que más influyó en mi propia obra, en mi propio oído. Todavía adoro su lenguaje, su música interior”,...
Lampe Pequeños dramas del memorioso: no sólo recuerda lo que quiere de vuelta sino también, involuntariamente, aquello que preferiría dejar olvidado. La tragedia de Kien, el neurótico protagonista de Auto de fe, la novela de Canetti: dotado de una prodigiosa memoria tenía la costumbre de apuntar en un cuadernito todas...
Los franceses parecen dotados de un talento especial para la escritura de diarios: no son, en rigor de verdad, los mejores --Kafka, Pavese y Gombrowicz los superan ostensiblemente--, pero sí los más prolíficos --el de Paul Léautaud, por sólo nombrar un ejemplo ilustre, abarca veinte gruesos volúmenes-- y, sobre...
Como un cartógrafo alucinado por el esplendor de la Vulgata, Leon Bloy erige en su diario una complejísima urdimbre de relaciones, una densa malla de signos.
Estos fragmentos pertenecen a los diarios de Lorenzo García Vega de los años 2011 y 2012 publicados en el catálogo de Rialta Ediciones.
“Está muy turbia el agua crecida del Contramaestre, y me trae Valentín un jarro hervido en dulce, con hojas de higo.” Así termina el Diario de campaña de José Martí, dos días antes de su muerte, con una anotación del agua en tierra. Una bebida y el desborde de...
Fue Ernesto Montequín, un amigo argentino con quien conversaba una tarde en el Café Tortoni, quien me habló de él por primera vez. “Es un cubano que vive en Italia. Su libro Le tre età es formidable; allí habla de su amistad con Virgilio Piñera, Lezama Lima y Sarduy...
Lo más valioso y perdurable de la obra de Severo es lo literario, no lo teórico: los argumentos, los personajes, el estilo, su reciclaje de ideas y figuras.