Entre el 15 y el 17 de septiembre de 2022 se celebró en los Estados Unidos la conferencia anual de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE). La Escuela de Leyes de la Universidad Internacional de la Florida –institución que coauspicia el encuentro– acogió esta significativa discusión sobre el actual panorama económico de la isla. En el marco de ese evento académico se proyectó el nuevo documental del realizador cubanoamericano William Sabourin O`Reilly: Lázaro and the Shark. Cuba Under the Surface (2022), que sirvió para cerrar la jornada inaugural.
Esa proyección exclusiva del filme, antes de su inminente estreno internacional, fue seguida por un debate sobre el mismo, encabezado por el propio cineasta, junto al productor Tomás Montoya y Ted A. Henken, presidente de la ASCE.
En Lázaro and the Shark…, el realizador toma como pretexto un suceso fundamental de la cultura popular cubana, y singular de la ciudad de Santiago de Cuba, para diseccionar un ambiente político, ideológico y social absolutamente modelado por la escasez material y la precariedad financiera.
Sabourin es otro creador cinematográfico de la diáspora cubana que hoy está contribuyendo a ensanchar las miradas sobre la realidad insular. Ya este director había producido un memorable documental titulado Código color. Memorias (2015), que advertía sobre su inteligencia para acercarse al mundo cubano. En esa película visitaba eventos de la década de los cincuenta del pasado siglo para meditar en torno a problemáticas relacionadas con la racialidad, el mestizaje, la negritud, etc. Resultado de una puntual investigación histórica, y de un sagaz estudio de las fuentes de información, el filme se adentra en un perfil esencial de la identidad santiaguera, determinante en muchas de sus manifestaciones civiles, culturales y económicas.
La nueva entrega, otro registro de vocación antropológica, favorablemente más preocupado por la referencia de un panorama social y humano que por el ensayo de una visualidad, reafirma la sensibilidad del autor para auscultar hábitats sociales y comportamientos cotidianos. Uno de los valores indiscutibles de la película resulta el agudo manejo dramatúrgico y discursivo de los testimoniantes, quienes esbozan un retrato del cosmos popular, de la idiosincrasia barrial en aquella ciudad del oriente cubano.
Lázaro and the Shark… consigue auscultar, específicamente, las particularidades sociales, económicas e ideológicas que condicionan en el presente nacional, políticamente polarizado, las competencias entre las diferentes congas institucionalizadas en Santiago. Mientras registra las características de estas manifestaciones de la cultura popular –composición escénica, elaboración del vestuario, conformación dramatúrgica de la comparsa, diseño musical, uso de los instrumentos…–, el documental se adentra en la vida cotidiana, el pensamiento y el imaginario de sus protagonistas. Así se alcanza a trascender el espectáculo musical, dramatúrgico y danzario, el cual deviene un magnífico telón que da paso a una escena social y existencial plagada de antagonismos ideológicos, golpeada por la falta de libertad de expresión, por la crisis financiera y las dificultades materiales, los conflictos familiares, la emigración y la ausencia de expectativas futuras… Constatamos que la festividad, la conga santiaguera, acoge un espectáculo todavía mayor: el de la trágica situación de un ser humano moldeado por una fantasía política.
Lázaro, el líder de la conga de Los Hoyos, reconocida como la más emblemática del país, es el protagonista del relato tejido por Sabourin. Su empeño en volver a conquistar el primer premio de la competencia de congas que cada año tiene lugar durante los carnavales santiagueros, sirve de columna dramatúrgica de la narración. Lázaro vive con sus tres hijos, de apenas un año de nacidos, afrontando las miserias y la precaria vida insular, en lo que su esposa (médico de profesión) cumple una “misión internacionalista” y gana algo de dinero en Venezuela. Permanecer solo en la isla, con los niños recién nacidos, es un gesto capaz de explicar, por sí solo, la desesperación de los cubanos ante la asfixia económica. Uno de los momentos más conmovedores del documental es aquel donde se recoge la indiferencia de los pequeños frente a su madre una vez que esta regresa al país: no la reconocen después de dos años sin verla. Disímiles escenas de semejante naturaleza estructuran la trama del filme, cuyo inteligente diseño dramático entrega un mapa impactante de la situación del sujeto cubano contemporáneo.
Alrededor del protagonista aparecen otra serie de personajes que tributan al complejo dibujo de la vida nacional y del ambiente en que se fragua la competencia de congas. Raúl López Martínez, conocido como “El Tiburón”, y líder de la conga de San Agustín, es el principal antagonista de Lázaro. Hace varios años que este hombre ha sido merecedor del máximo galardón durante los carnavales. A diferencia de Lázaro, su discurso político es complaciente: él agradece, y lo subraya en más de una ocasión durante el metraje, a la Revolución y al Partido la posición social que ocupa en la actualidad. Él secunda la politización de la conga por parte del gobierno, que capitaliza su aceptación popular a favor del discurso triunfalista propio de la oficialidad.
Rubestier, apodado “El poeta”, es otro personaje singular de Los Hoyos al que el documental presta especial atención. Vendedor ambulante, este padre de familia compone versos críticos que recita durante las salidas ocasionales de la conga; versos que describen la pobreza del cubano y el oportunismo político de las autoridades. Su incisiva postura ha despertado la violencia del cuerpo policial, cuyo accionar represivo es graficado elocuentemente en el filme. También ocupa una posición relevante en el argumento Antonio Hung Vidal (Ñico), un señor mayor que emigró hace alrededor de tres décadas a los Estados Unidos, y que ahora viaja recurrentemente a Cuba, sobre todo por la añoranza que experimenta por la conga de Los Hoyos. Los testimonios de estos y otros personajes, junto a la certera documentación de espacios y rutinas, alcanzan a dibujar un fresco estremecedor de la situación del cubano, fatigado por tantos repliegues, sacrificios, necesidades, oportunismos políticos y falta de libertades…
Sabourin supo colocar su mirada en las tramas políticas y en las subjetividades que se encuentran detrás de la algarabía, la música y la festividad características de las congas. Al acceder a ese tejido dramático tan intrincado, imperceptible en el fragor de la invasión sonora, consiguió develar un sector notable de la lógica política y social de la Cuba contemporánea.
Gracias Angel por este articulo!
La pelicula tendra su estreno mundial Noviembre 12 en el festival DocNyc https://www.docnyc.net/film/lazaro-and-the-shark-cuba-under-the-surface/
y queremos invitarte.
Si podrias conectarte con William Sabourin el director seria fantastico!
gracias
el correo correcto es este.
gracias