El miércoles 20 de octubre la madre del artista cubano Abel Lescay (Bejucal, 1998), Isel María Lescay Oliva, tuvo una cita en el Tribunal Municipal de San José de las Lajas, la capial provincial de Mayabeque. Fue recibida por la abogada Aleisi Martínez Blanco. La defensora le notificó que la petición fiscal que inculpa a su hijo prevé una sanción conjunta de siete años de prisión.
Esta petición fical, como parte del Expediente de Fase Preparatoria (EFP) no. 380/21, al que Rialta Noticias tuvo acceso, enumera varios delitios que se le imputan a Abel Lescay por su participación en la protesta acaecida en Bejucal el pasado 11 de julio (11-J): “Tres años de Privación de Libertad por el Delito de Desórdenes Públicos. Tres Años de Privación de Libertad por el delito de Desacato agravado de carácter continuado. Un Año y Seis Meses de Privación de Libertad por el delito de Desacato de la figura básica de carácter continuado y como sanción conjunta y única la de Siete Años de Privación de Libertad”, se especifica en el EFP.
Otras protestas similares acontecieron ese mismo día en más de cien puntos de la geografía nacional, como parte de un efecto dominó iniciado en el pueblo de San Antonio de los Baños, según contabilizó el Proyecto Inventario. Lescay es uno entre los centenares de cubanos que esperan condenas tras las manifestaciones.

El citado EFP, a cargo del instructor Danielky Guzmán Jorge, caracteriza a Abel Lescay como una persona “que se pronuncia en contra del proceso revolucionario”; reconoce que no posee antecedentes penales consignados y que pertenece a la Asociación Hermanos Saíz.
Lescay nunca ha visto a su abogada. “No hemos tenido buena comunicación”, dice. En estos momentos, y desde que salió de la cárcel el domingo 18 de julio, tras seis días de arresto, se encuentra en “prisión domiciliaria”. “Ellos nunca han averiguado si estoy cumpliendo o no la sanción. Debería firmar un papel todas las semanas en la Policía, pero ningún oficial me lo ha dicho, nadie me ha exigido ese papel. Es como si ellos no se acordaran de que estoy ahí preso. Salgo de la casa y no tengo problemas. Firmé un documento el últmo día que estuve en la cárcel. Una semana después un policía fue a mi casa y me hizo firmar un papel que decía que estaba en prición domiciliaria. Después de eso más nunca he tenido que firmar nada”, dice Lescay en entrevista para Rialta Noticias.
Abel Lescay no tiene copia del papel que el policía le hizo firmar. El oficial no le dejó fotografiar el documento, mucho menos quedárselo. Apenas le dejó leerlo.
El próximo 16 de noviembre su abogada defensora debe entregar al Tribunal Provincial de Mayabeque sus conclusiones provisionales. En ese docuemento, informa Lescay, “se debe explicar las causas por las cuales lo que están haciendo no procede. Eso está mal. Las causas por las que me están pidiendo siete años no tienen sentido. Me están imputando dos cargos de desacato. Ellos me dicen que soy reincidente porque cometí el mismo delito, el mismo día, en distintos lugares. Por supuesto, la marcha se movió por distintos lugares y yo grité lo mismo en una esquina y en la otra. Pero ningún policía me hizo ninguna amonestación. Esos siete años son una cosa inflada”.
Otros manifestantes del 11-J en Bejucal, y en otras partes de Cuba, concluyeron su proceso judicial con una multa. Abel Lescay conjetura: “La única diferencia que hay entre ellos y yo es que los oficiales tienen un video en el que le grito “maricón” a un policía. Ese video no lo he visto. Cuando estaba preso ellos se lo enseñaron a mis amigos para meterles miedo y que no salieran más para la calle. No lo he visto pero sé que lo tienen. Mi abogada también lo vio”.
Abel Lescay es músico y poeta. Estudió Piano en la Escuela Nacional de Arte (ENA). Actualmente, estudia Composición Musical en la Universidad de las Artes de Cuba (ISA). Él piensa que la petición fiscal que prevé una condena conjunta de siete años de prisión “es para darme un susto o para después dejármelo en tres años. Y tres años está muy fuerte. Como mismo me piden siete años a mí, a otro muchacho que conozco, Omar Valenciano, que no hizo más nada que gritar, le están pidiendo seis. Creo que es para asustar, para meter miedo antes del 15 de noviembre. No me cabe otra cosa en la cabeza. Pero no sé qué esperar. Hace unos días creía que lo que me pedirían sería un año o dejármelo en una multa. La verdad es que ya no se puede esperar nada lógico, nada coherente. Ellos pueden hacer cualquier cosa. Piden siete años, no sé si me los quieran echar de verdad o es para asustarme, para que no salga el 15 de noviembre”.
La periodista María Matienzo ha contabilizado otras decenas de casos parecidos en las últimas horas. Así lo explica en Cubanet: “Esto es sólo una muestra de por qué en Cuba no había mucho que celebrar tras la liberación de unos pocos y las multas de otros. Los que no son tan visbles se están llevando la peor parte: están acusados de un delito que implica tener acceso a armas o estregias de organización que ninguno de ellos pudo haber tenido, o afrontan sanciones conjuntas donde se describen vagamente los delitos imputados, y donde se nota la ausencia de buena parte de la historia. En fin, se trata de sanciones desmedidas que si algo logran es asestar un golpe, de los más duros y trágicos, a la libertad”.
Colabora con nuestro trabajo Somos una asociación civil de carácter no lucrativo, que tiene por objeto principal la promoción y fomento educativo, cultural y artístico. En Rialta nos esforzamos por trabajar con el mayor rigor profesional en la gestión, procesamiento, edición y publicación de los contenidos y la información. Todos nuestros contenidos web son de acceso libre y gratuito. Cualquier contribución es muy valiosa para nuestro futuro. ¿Quieres (y puedes) apoyarnos? Da clic aquí. ¿Tienes otras ideas para ayudarnos? Escríbenos al correo [email protected]. |