Jorge Edwards (1931-2023), escritor, crítico literario, periodista y diplomático chileno, murió este viernes 17 de marzo en Madrid a los 91 años, tras una cuasi pletórica vida pública que lo llevó, por un lado, a concebir más de una docena de novelas y varios libros de cuento, periodismo, ensayo y memorias, y, por otro, a frecuentar eminentes círculos políticos e intelectuales de Latinoamérica y parte de Europa.
Situado dentro de la Generación del 50 en su país natal, Edwards fue una figura muy cercana a los protagonistas del llamado Boom Latinoamericano hasta que se distanció de algunos de ellos tras la publicación de su volumen testimonial Persona non grata (1973), donde ofrece su visión desencantada –y privilegiada en tanto representante del gobierno de Salvador Allende en La Habana del año 71– sobre Cuba y su Revolución a la vera del affaire Padilla y las pugnas intelectuales de entonces.
“Murió el admirable y entrañable escritor chileno Jorge Edwards. Este año se cumple el 50 aniversario de Persona non grata, su gran testimonio crítico sobre Cuba. ¡Cuántos recuerdos imborrables! Lo extrañaré”, manifestó en esta jornada el ensayista mexicano Enrique Krauze.
En todo caso, la obra literaria de Edwards –que incluye otros puntos altos como Los convidados de piedra (1978), El inútil de la familia (2004) o La casa de Dostoievsky (2008), o bien la biografía Adiós poeta: Pablo Neruda y su tiempo (1990)– sería reconocida con una multitud de galardones que van desde el Premio Nacional de Literatura de Chile, en 1994, hasta el Premio Cervantes, en 1999.
Según reportes de prensa, Edwards –quien tenía desde 2010 la nacionalidad española– falleció alrededor de las cinco de la tarde mientras dormía en su casa del barrio madrileño de Salamanca. De acuerdo con sus familiares, el escritor nonagenario había sufrido una caída en su domicilio hace un par de semanas, y ello empeoró su estado de salud general.
“Es raro que esa expresión, persona non grata, haya quedada asociado para siempre a su persona, porque Edwards era, por cierto, una persona absolutamente grata”, ha hecho notar el escritor chileno Rafael Gumucio sobre un hombre que –a raíz del Golpe de Estado en Chile, justamente en aquel año ingrato de 1973– debió partir exiliado hacia Barcelona.
Edwards se graduó en Derecho por la Universidad de Chile y fue un diplomático de carrera entre 1957 y 1973, con puestos en ciudades como París –a donde regresaría por última vez con un cargo oficial entre 2010 y 2014, durante el primer mandato del conservador Sebastián Piñera–, Lima o La Habana.
Desde 1994 hasta 1997, también ejerció en la capital francesa como embajador ante la Unesco, entidad de Naciones Unidas en la que fungió además como miembro del Consejo Ejecutivo y presidente del Comité de Convenciones y Recomendaciones (1995-1997).
Miembro de la Academia Chilena de la Lengua desde 1982, su debut literario llegó tan temprano como 1952, con su volumen de cuentos titulado El patio, mientras que su primera novela fue El peso de la noche, aparecida en 1965.
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