El pasado 3 de julio se presentó en la galería Mitterrand de París el libro Cuba Talks: Interviews with 28 Contemporary Artists (Rizzoli, 2019), de la autoría de Laura Salas Redondo (La Habana, 1988) y Jérôme Sans (París, 1960), un volumen que cuenta igualmente con edición española, y se ha considerado ya una referencia incuestionable para llegar a entender el paisaje de la creación contemporánea en Cuba.
Como se indica en la página web de Galleria Continua, Cuba Talks “ofrece un abarcador retrato colectivo que agrupa a artistas de diferentes generaciones, revelando el dinamismo y la increíble anchura estilística y temática de una escena en constante cambio, resonante mucho más allá de los bordes de Cuba”.
El libro está compuesto por veintiocho entrevistas que realizara Laura Salas y Jérôme Sans a los artistas Abel Barroso, Alejandro Campins, Elizabet Cerviño, Iván Capote, Yoan Capote, Los Carpinteros (Dagoberto Rodríguez y Marco Castillo), Celia & Yunior, Susana Pilar, Leandro Feal, Diana Fonseca, Carlos Garaicoa, Flavio Garciandía, Osvaldo González, Kcho, Hamlet Lavastida, Glenda León, Reynier Leyva Novo, Luis López-Chávez, Carlos Martiel, Yornel Martínez, Adrian Melis, José Mesías, Eduardo Ponjuán, Wilfredo Prieto, Lázaro Saavedra, René Francisco y José Yaque.
Laura Salas Redondo estudió Historia del Arte en la Universidad de La Habana y luego en la Universidad de París IV Paris-Sorbonne. Como curadora independiente ha trabajado con artistas como Michelangelo Pistoletto, Daniel Buren, Anish Kapoor, Nikhil Chopra, Shilpa Gupta, José Yaque, Alejandro Campins, Susana Pilar, Reynier Leyva Novo, entre otros. Colabora regularmente con Galleria Continua, especialmente con su sede de La Habana.
A propósito de la reciente presentación de Cuba Talks, en la galería Mitterrand en París, Laura Salas conversó, en entrevista para Rialta, sobre la incidencia del libro en el panorama del arte contemporáneo de la isla.
¿Qué sentido aporta a Cuba Talks que se haya presentado en la galería Mitterrand, teniendo en cuenta que el libro ya ha tenido varias presentaciones?
Cada presentación de Cuba Talks que se ha hecho hasta este momento ha sido muy particular. La primera fue en Miami, en diciembre de 2019, en El Espacio 23. Después se presentó en Roma, en enero de 2020, en la librería del Palazzo delle Esposizioni, y ahora en París, en la galería Mitterrand. Ha sido muy curioso porque cada una fue en un idioma diferente, y obviamente con públicos diversos. París es una ciudad muy especial para Jérôme Sans, el coautor del libro, y para mí. Él es parisino, y yo vivo entre París y La Habana desde hace ocho años y medio. La mayor parte del proceso creativo se realizó en esta ciudad y pienso que, sin dudas, haremos otras presentaciones aquí.
En el caso específico de esta última presentación hay dos razones que la hacen muy especial: la primera es que tenía como “telón de fondo” la exposición Cuba mi Amor, curada por Galleria Continua. Y la otra es que, después de casi cuatro meses confinados a causa del coronavirus, podernos reunir y generar este diálogo ha sido muy estimulante. El público que participó estuvo a la escucha y después hubo un rico intercambio a partir de preguntas y respuestas muy interesantes. Esta retroalimentación ha sido extraordinaria en el posaislamiento.
¿En qué medida crees que Cuba Talks influye, o incide, en el panorama del arte contemporáneo cubano?
La idea de hacer este libro surgió en agosto de 2017, cuando Jérôme visitó La Habana e hicimos un recorrido por varios estudios de artistas. El interés que surgió de hacer algo juntos sobre el arte cubano fue enorme. Nuestra primera intención era organizar una gran exposición, la cual sigue vigente, pero hablando con mayor profundidad nos dimos cuenta de que no existía un libro así sobre los artistas cubanos contemporáneos y su obra. Entonces decidimos embarcarnos en esta hermosa aventura.
El libro muestra una selección de imágenes fuertes de las obras de estos treinta artistas. En Cuba Talks se compilan veintiocho entrevistas, pero hay dos dúos: Celia & Yunior y Los Carpinteros. Todos ellos tuvieron libertad de compartir sus prácticas artísticas, los espacios íntimos de sus historias y otros puntos específicos que se van desarrollando en cada caso. Cada entrevista se pensó “a la medida”, específicamente para cada uno de ellos a partir de nuestras investigaciones sobre el trabajo que realizan.
El resultado de la edición, diseño e impresión del libro ha sido muy bueno por parte de la editorial Rizzoli. Sobre todo la calidad de las imágenes concede un valor extraordinario a las obras reproducidas. Pienso también que el hecho de publicarlo en dos versiones, en inglés y en español, potencia el idioma original y una apertura hacia un público no hispanoparlante que no es frecuente.
¿Cuál fue el criterio de selección que transversalizó la muestra de artistas entrevistados?
Al ser una selección, siempre es limitada, aún hay mucha tela por donde cortar y seguir investigando para mostrar todo el potencial artístico que tenemos en Cuba. Inicialmente, hicimos un trabajo de mesa para decidir cómo acercarnos a todo este universo extremadamente rico y complejo, ese escenario artístico contemporáneo cubano que comienza hace casi cuarenta años. Entonces comenzamos a construir un discurso generacional que terminó siendo, casi sin proponérnoslo, un tejido estrecho de artistas que se admiran mutuamente y crean un discurso polisémico muy interesante al leerse dentro de los márgenes del libro.
¿Por qué no podemos dejar de leer esas veintiocho entrevistas?
La primera vez que leí las respuestas me sorprendí y emocioné muchísimo. Los artistas han sido extremadamente generosos, han compartido de manera profunda, cada uno con su estilo, sus vivencias, puntos de vista y sueños. Creo que para los amantes del arte es un gran regalo poder conocer en primera persona cómo un artista piensa, concibe la obra y, en algunos casos, cómo sus contextos personales influyen en su quehacer.
¿Por qué crees que varios artistas y críticos han dicho que Cuba Talks ya es un libro imprescindible para el arte cubano contemporáneo?
Eso es realmente un honor para nosotros. La intención principal ha sido poner el arte cubano dentro de una cartografía internacional y abrir nuevas oportunidades para que el interés por conocer más y mejor sobre él siga acrecentándose. Ojalá podamos hacer mucho más para visibilizarlo.
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Me deja la curiosidad de por qué faltan entrevistas a artistas relevantes, como Zaida del Río, Tomás Sánchez, Roberto Fabelo o Pedro Pablo Oliva