El domingo 1o de mayo de 2022 en Cuba, miles de personas salieron a la calle en una manifestación que el Gobierno cubano presenta con orgullo como evidencia de apoyo al sistema político imperante en el país. Con independencia de que es posible discutir el volumen de participación, puede de todas formas parecer sorprendente que en una situación en la que la contestación al régimen se ha vuelto tan sistemática y explícita, miles de personas participaran en un acto por el Día de los Trabajadores. Un desfile en el que no hay reivindicaciones laborales o demandas por mejores de las condiciones de vida –como suele suceder a propósito del 1o de mayo en muchos países–, sino muestras de apoyo a un sistema que combina la presión para lograr una participación amplia, con represión para que los críticos y disidentes no puedan ni siquiera salir de sus casas ese día. Para pensar sobre esto, este episodio explora cómo entender los rituales de participación masiva en el totalitarismo y por qué no debemos rendirnos a su lectura como “muestras de apoyo” al sistema político impuesto.

De la consideración de una de las características fundamentales de los regímenes totalitarios –la manera en que involucran a la población en la colaboración con su propio sometimiento– y la comparación con contextos semejantes aportada por Armando Chaguaceda, pueden concluirse dos ideas fundamentales. Primero, que la participación de miles de personas desfilando un 1o de mayo no debe entenderse como un apoyo a la Revolución, el sistema, el régimen o la ideología que lo sostiene. La participación en estos rituales masivos de reproducción ideológica no obedece generalmente a un deseo libre de condicionantes. La coacción, la colusión, la coerción son factores fundamentales para comprender esa participación. Esto permite desestabilizar y desmontar un argumento recurrente que se expresa como “pero si no protestan y además van al desfile del primero de mayo, es porque no han de estar muy inconformes con la situación en que viven”. Sí, se puede estar profundamente descontento, incluso planeando el escape, e ir al desfile del 1o de mayo; de hecho, ese es posiblemente el caso de muchas de las personas que participaron.

Segundo, que aunque es total y por tanto ocupa desde las escalas más básicas, como la vida en la familia o en el barrio, hasta los lugares más recónditos de la mente, el totalitarismo es frágil; rígido, pero frágil. Se debilita por la acumulación de gestos de renuncia a participar del teatro político, en sus rituales de reproducción. Esa renuencia hace tambalear la escenografía y conduce eventualmente a la desarticulación del régimen. Si bien la propaganda estatal puede sacar partido –y lo hace– de la movilización lograda el 1o de mayo, los cientos de personas que decidieron no desfilar porque reconocen el problema ético que significa, aportan no solo en cantidad a lo que Havel llamó, como antídoto a la vida en la mentira, “vivir en la verdad”, sino también en la creación de una discusión crítica de algo que cada vez se hace más necesario: encontrar las vías de escape a la imposición cotidiana del totalitarismo.

Música del episodio

  • Bohemianvoodoo, “Golden Forest”
  • Hiroshi Suzuki, “Kuro to Shiro” (Cat, 1975)
  • Minoru Muraoka, “Take Five” (Bamboo, 1970)
  • Boris Larramendi, “Marchen bien”

* Si no puedes escuchar correctamente el audio da clic aquí.

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Caminero será un espacio para explorar mundos y futuros, en la creencia de que es posible construirlos sobre las ruinas de los mundos presentes. Para el acompañamiento en las luchas de las que formamos parte. Para compartir experiencias de libertad y emancipación. Para todo eso pensando en Cuba como un territorio más de este planeta, atenazado por el totalitarismo, pero deseoso y capaz de atisbar y avizorar un ejercicio humano y, más que humano, de convivencia en la diferencia, la multiplicidad y el crecimiento mutuo, sin la maldición del agua por todas partes. Conectar, expandir, transformar, materializar potenciales y posibilidades son nuestros verbos de cabecera. Dialogar, reflexionar e imaginar, nuestros caminos.

  • Conduce: Hilda Landrove
HILDA LANDROVE
Hilda Landrove. Investigadora, ensayista y promotora cultural cubana radicada en México. Se ha dedicado durante años al emprendimiento social y cultural, y más recientemente a la investigación académica en temas de antropología política. Es Dra. en Estudios Mesoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Entre sus principales líneas de investigación se encuentran la acción política en contextos cerrados, los movimientos políticos de los pueblos amerindios y las dinámicas del poder y el contrapoder a través de las disputas narrativas en la esfera pública. Es profesora de Cátedra del Tecnológico de Monterrey (campus Querétaro). Conduce y coordina el podcast Caminero.

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